Cl¨¢sicos, sabiamente transgredidos, triunfan en el Festival de Almagro
Jes¨²s Cracio y Sergi Belbel estrenan sus atrevidas lecturas de Moreto y Goldoni
Una visi¨®n transgresora y desvergonzada de El desd¨¦n con el desd¨¦n, de Agust¨ªn Moreto, y la versi¨®n castellana, precedida por el ¨¦xito en escenarios de Catalu?a, de La Locandiera, de Carlo Goldoni, han sido los dos espect¨¢culos del Festival Internacional de Teatro Cl¨¢sico de Almagro que muestran a autores cl¨¢sicos situados en territorios plenamente contempor¨¢neos.
Moreto ha sido dirigido por Jes¨²s Cracio, uno de los pocos nombres de la escena espa?ola que se niegan a dejar de ser marginales, a pesar de su gran oficio. Goldoni, trasvasado al siglo XX por su director, Sergi Belbel, joven director de moda en la escena espa?ola, ha sido traducido por La hostalera, para actualizar el m¨¢s conocido t¨ªtulo de La posadera. Estos y otros estrenos marcan las jornadas m¨¢s intensas de la XIX edici¨®n de esta muestra, que cada vez despunta m¨¢s como paso obligado para los interesados en el teatro.Junto con estos espect¨¢culos, esta semana tambi¨¦n se ofrecen los ya estrenados Entremeses, de Cervantes, con direcci¨®n de Jos¨¦ Luis G¨®mez y Rosario Ruiz, y la esperada presentaci¨®n de La vida es sue?o, de Calder¨®n, visto por Ariel Garc¨ªa Vald¨¦s. A pesar de que a¨²n quedan entradas para algunos espect¨¢culos, la muestra almagre?a nunca hab¨ªa conocido tal Heno de p¨²blico.
El primer estreno de la semana, El desd¨¦n con el desd¨¦n, de Moreto, supone la primera producci¨®n realizada por el Teatro Jovellanos de Asturias, con director, actores y t¨¦cnicos de aquella comunidad, a excepci¨®n de los protagonistas, Javier C¨¢mara y Cristina Marcos. Una pieza que seg¨²n su director Jes¨²s Cracio, habla del amor, de la lucha entre la raz¨®n y la naturaleza. Cracio, conocido por su vinculaci¨®n al teatro independiente y a los nuevos lenguajes esc¨¦nicos, se preguntaba hace meses, cuando decidi¨® montar este espect¨¢culo: "?Qu¨¦ hacer con los cl¨¢sicos?, ?no meneallos?, ?notocallos y enmendallos?". La respuesta le lleg¨® viendo una pel¨ªcula de los hermanos Marx en la que observ¨® aslombrado que Groucho le dec¨ªa a su partenaire lo mismito que Carlos, Conde de Urgel, le espeta a Diana, princesa de Barcelona, en la obra de Moreto. Cracio afirma: "Yo he visto este texto a mi manera, como Frank Sinatra". Como c¨®mplice ha tenido al responsable de la versi¨®n, Christian Boyer.
Su manera ha sido disfrazar a los personajes, aprovechando que la acci¨®n transcurre en los carnavales barceloneses, de Groucho y Harpo Marx, Marilyn Monroe, Humplirey Bogart o Fred Astaire. Como m¨²sica de fondo, boleros, de Benny Mor¨¦, To?a Lanegra, Paquita la del Barrio, los Panchos y otras composiciones tan poco transitadas por el teatro cl¨¢sico. Pero ah¨ª no queda todo. Sin ning¨²n pudor, sin abusar y con una curiosa fidelidad, ha salpicado de morcillas, algunas irreverentes, todo el texto.
El resultado fue que, durante los primeros minutos de, la funci¨®n, los asistentes, algunos de ellos puristas, se llevaban las manos a la cabeza, escandalizados por la apuesta esc¨¦nica. Al final, aplaudieron el trabajo de Cracio. "He salido al encuentro de esa confrontaci¨®n y lo he hecho dejando claro que los cl¨¢sicos tambi¨¦n admiten novedades, transformaciones y transgresiones", dijo el director. Belbel, por su parte, llega a Almagro con una obra marcada por el ¨¦xito y el prestigio en su versi¨®n catalana, estrenada el pasado a?o. Para el montaje en castellano de La hostalera, el director ha elegido la misma puesta en escena llena de simplicidad, con vestuario contempor¨¢neo, para subrayar lo que considera m¨¢s significativo de este texto: "una tremenda modernidad. Trato de demostrar que esta obra, situ¨¢ndola en nuestros tiempos, llega con la misma pureza y fuerza".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.