Derrota con irritaci¨®n

"Decid que somos alguien, que no nos pueden tratar as¨ª", le dec¨ªa Joan Jan¨¦ a un delegado de la Federaci¨®n Espa?ola de Nataci¨®n. El seleccionador estaba enfurecido por las decisiones de los ¨¢rbitros. La irritaci¨®n era general en las filas del equipo espa?ol, que volvi¨® a salir derrotado por un gol. La situaci¨®n no cambia. Espa?a jugar¨¢ los cuartos de final, aunque las derrotas le obligar¨¢n a medirse con los rivales mejor situados en el grupo B. Y entre todos, uno que nadie quiere ver: Italia.

Hab¨ªa m¨¢s bronca que amargura entre los jugadores espa?oles. Uno por uno todos comentaron que el partido hab¨ªa sido bueno, excelente en opini¨®n de algunos. "Frente a equipos como Hungr¨ªa o Yugoslavia, sabes que los partidos se van a decidir as¨ª, con diferencias m¨ªnimas", declar¨® Estiarte. Los h¨²ngaros, respetuosos con una tradici¨®n que les convierte perennemente en favoritos de cualquier torneo, hicieron valer su f¨ªsico y una defensa agresiva. Demasiado agresiva, seg¨²n los espa?oles. "Se quiere espect¨¢culo, pero los ¨¢rbitros est¨¢n favoreciendo las defensas".

Espa?a tiene problemas para defender f¨ªsicamente. Es un equipo ligero, fluido, que sale perjudicado cuando el juego de contacto llega o traspasa los l¨ªmites reglamentarios. Sin embargo, este problema es menor que otro que se ha advertido en los encuentros frente a Yugoslavia y Hungr¨ªa: Espa?a no es capaz de sacar provecho de la superioridad n¨²merica que suele tener por las expulsiones en los equipos rivales. Con Yugoslavia, esta dificultad se hizo desesperante. Con Hungr¨ªa, el problema fue menos sangrante, pero probablemente result¨® decisivo.

Diferencias m¨ªnimas

El encuentro volvi¨® a moverse entre diferencias m¨ªnimas. Espa?a s¨®lo tuvo la ventaja en dos ocasiones (1 -0 y 4-3). Los h¨²ngaros contestaron r¨¢pidos y contundentes en las dos ocasiones. Los espa?oles gastaron el resto del encuentro en igualar el resultado. Pero los h¨²ngaros defendieron con dureza y nunca se desorganizaron. Los ¨¢rbitros terminaron por convertir un partido muy equilibrado en un gallinero. Joan Jan¨¦ fue expulsado y Estiarte, que mantiene su punter¨ªa, sufri¨® dos penaltis en una misma jugada ante la indiferencia de los ¨¢rbitros. A Estiarte por poco le da un ataque de nervios. A Jan¨¦ tambi¨¦n. Pero luego, manifest¨® que el equipo estaba bien y que el futuro de Espa?a en los Juegos Ol¨ªmpicos es tan incierto como el de cualquiera de los favoritos.