El Gobierno dispara el precio del tabaco y el alcohol

Los impuestos especiales, una de las v¨ªas de recaudaci¨®n que barajaba utilizar el Gobierno para aumentar los ingresos en 1997, aumentar¨¢n antes de lo previsto. El Consejo de Ministros decidi¨® ayer incrementar, con efecto inmediato, la carga impositiva del alcohol y bebidas derivadas (Whisky, ginebra, ron, brandy) en un 25,5%, y del tabaco, entre un 16% y un 20%, con el fin de financiar el endeudamiento extraordinario en el que incurrir¨¢ para hacer frente a un agujero presupuestario de 721.170 millones procedente de ejercicios anteriores a 1996.El anuncio de estas insuficiencias presupuestarias, detectadas por la Intervenci¨®n General del Estado, provoc¨® la alarma en los mercados financieros, muy sensibles a cualquier noticia negativa sobre las perspectivas de convergencia de los Estados miembros. El propio Gobierno reconoce que estas insuficiencias "comprometen las previsiones de d¨¦ficit p¨²blico". Las medidas para financiarlas, concretamente la subida de los impuestos sobre alcohol y tabaco, tendr¨¢n un impacto negativo sobre la inflaci¨®n de este a?o, al incrementar los precios, aunque de forma transitoria, entre 0,2 y 0,3 d¨¦cimas.

La subida del impuesto sobre el tabaco aprobada supone un incremento de 30 pesetas en el precio de una cajetilla de Ducados (de 140 a 170 pesetas), de 40 pesetas en el de Fortuna (de 200 a 240) y de 50 pesetas en el de Winston o MarIboro (de 300 a 350). En el caso del alcohol y bebidas derivadas, el impuesto sobre el litro de alcohol puro pasa de 907,8 a 1. 140 pesetas. Una botella de whisky de 0,70 litros y 43% de volumen pasa de 1.250 a 1.331 pesetas. El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Econom¨ªa, Rodrigo Rato, que present¨® ayer los datos a la prensa tras el Consejo, destac¨® que pese a estos aumentos, "la carga impositiva de estos dos productos sigue siendo menos de la mitad del resto de la media europea". Justific¨® haber elegido esto dos sectores por su menor impacto en la inflaci¨®n y menor perjuicio para los ciudadanos.

"El Gobierno pide un esfuerzo adicional a los ciudadanos que supone financiar una deuda extraordinaria en un plazo muy corto", declar¨® Rato. Asegur¨®, en clara referencia al nerviosismo de los mercados, que no hay motivo de alarma y que la decisi¨®n "produce un saneamiento en las finanzas p¨²blicas y aumenta su fiabilidad". Y sin embargo, el anuncio ya ha tenido un efecto negativo en las rentabilidades de la deuda, que subieron ayer en casi 0,15 puntos, una evoluci¨®n que, de mantenerse, encarecer¨¢ la financiaci¨®n futura del Estado.

El ministro de Econom¨ªa diferenci¨® dos apartados en los 721.170 millones descubiertos. De esta cifra, 197.273 millones son pagos realizados sin cobertura presupuestaria (FEOGA, seguro de cambio de autopistas, recargo municipal del IRPF, etc ... ). El resto -523.273 millones- representa los cr¨¦ditos que ni han sido pagados ni tienen reconocimiento presupuestario. De esta cantidad, 28.186 millones son gastos para los que hab¨ªa expediente de cr¨¦ditos extraordinarios pero que no fueron tramitados por el Gobierno. Los 495.709 millones restantes son insuficiencias presupuestarias para las que no hay ni expediente ni reconocimiento.

El agujero se concentra en pocas partidas, destacando las insuficiencias de 341.494 millones del Ministerio de Obras P¨²blicas y Transportes y los 114.151 millones del Ministerio de Agricultura y Pesca -de los cuales 102.430 millones corresponden a sanciones comunitarias de la cuota l¨¢ctea-. Llama la atenci¨®n la deuda de 26.315 millones contra¨ªda por el Ministerio de Justicia e Interior con Telef¨®nica en ejercicios anteriores a 1992. Rato puso este ¨²ltimo caso como ejemplo de la evoluci¨®n cada vez m¨¢s laxa de los criterios de control presupuestario que se ha seguido en los ¨²ltimos a?os de gobiernos socialistas.

El ministro cit¨® el caso del Ministerio de Fomento para argumentar la decisi¨®n de aflorar estas insuficiencias: "Si no estuvi¨¦ramos regularizando esta situaci¨®n, dada la elevada cuant¨ªa de las deudas pendientes en el Ministerio de Fomento, en expropiaciones y obras p¨²blicas de emergencia, que tendr¨ªa que irse aflorando y pagando con los cr¨¦ditos del ejercicio en curso, en 1996 Fomento no podr¨ªa licitar obra nueva ni cumplir el contrato programa con Renfe".

Rato afirm¨® que en t¨¦rminos de contabilidad nacional -el que se tiene en cuenta en Maastricht-el desv¨ªo que asciende a 547.800 millones. A?adi¨® que el Gobierno aplicar¨¢ al d¨¦ficit de 1995 estos cr¨¦ditos extraordinarios. Por lo tanto, en lugar de cerrar el ejercicio pasado con un d¨¦ficit del 5,8% del PIB, este desequilibrio podr¨ªa aumentar hasta el 6,58%.

El Gobierno quiere evitar a toda costa que los cr¨¦ditos extraordinarios que ha aprobado para 1996 se incorporen a la base sobre la que calcula presupuestos posteriores. En especial, en el de 1997, a?o sobre cuyos datos se basar¨¢ el examen de entrada en la uni¨®n monetaria. No obstante, el aumento del endeudamiento p¨²blico y su amortizaci¨®n repercutir¨¢ inevitablemente en los d¨¦ficit p¨²blicos de este a?o y de los pr¨®ximos pues incrementa el coste de los intereses de la deuda.

El aumento de los impuestos sobre tabaco y bebidas tiene precisamente esa funci¨®n: financiar el coste de esa deuda extraordinaria sin provocar m¨¢s desv¨ªos de los ya previstos. Seg¨²n el ministro, el pago de esa deuda puede costar unos 40.000 millones anuales y los ingresos adicionales previstos por el aumento de los grav¨¢menes ascienden a 110.000 millones al a?o. Para lo que resta de 1996, puesto que la medida es inmediata, Rato cifra la recaudaci¨®n en 35.000 millones-. El plazo para amortizar la deuda ser¨¢ seis a?os.