Un arrastre de deudas
En el Ministerio de Econom¨ªa se ha producido, hasta el ¨²ltimo momento, un debate abierto sobre la conveniencia de dar a conocer a la opini¨®n p¨²blica la liquidaci¨®n final del Presupuesto. Altos cargos del departamento opinaban que la difusi¨®n de las cifras resultar¨ªa contraproducente, porque la cantidad "no es grande", medida siempre en los t¨¦rminos relativos de un Presupuesto, porque el conjunto de partidas parece claramente fragmentado y porque los beneficios pol¨ªticos que puedan derivarse de la operaci¨®n -que, finalmente, consiste en decir a los ciudadanos que van a pagar con su dinero los desajustes producidos durante el Gobierno Gonz¨¢lez- seguramente ser¨¢n neutralizados por el efecto que pueda producir en los mercados unos vaivenes presupuestarios que aparentan escasa seriedad.La f¨®rmula elegida por el Gobierno para comunicar el desajuste presupuestario es pol¨ªticamente leg¨ªtima y responde a la recomendaci¨®n de los t¨¦cnicos: informar al mismo tiempo de las insuficiencias y del remedio para corregirlas. Dicho lo cual, es necesario recordar algunos aspectos importantes de la pr¨¢ctica presupuestaria.
El primero es que, por regla general, las insuficiencias presupuestarias se producen bien porque se traslada una obligaci¨®n de pago al a?o siguiente, bien porque es necesario hacer frente a un pago que carece de partida presupuestaria. Ambas situaciones son pr¨¢cticas conocidas y ampliamente aplicadas por todos los Gobiernos desde 1976. Dicho sea para evitar cualquier inclinaci¨®n al esc¨¢ndalo, histeria o dolorosa perplejidad. La bola que se traslada de un a?o para otro, cuando el interventor general del Estado de turno dice "?Hasta aqu¨ª hemos pagado!" suele ser del orden de los 800.000 millones de pesetas.
El segundo es que en el traspaso de poderes realizado en 1983 la insuficiencia presupuestaria dio lugar a una elevaci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico de 1,8 puntos del PIB (desde el 4,65% del PIB en 1981 al 6,41% en 1982). El equivalente en 1995, sobre el PIB a precios de mercado, apenas llega a un punto del PIB. Est¨¢ claro que las pr¨¢cticas de "limpiar" a fondo la contabilidad son rentables para el Gobierno, en cuanto que el empeoramiento del a?o de partida mejora las expectativas de a?os subsiguientes. As¨ª lo entendi¨® Pedro Solbes cuando, al sustituir a Carlos Solchaga al frente del Ministerio de Econom¨ªa, extrem¨® la pureza de las cuentas y elev¨® el d¨¦ficit del Estado desde el 5,8% del PIB al 6,1%.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Presupuestos Generales Estado
- Opini¨®n
- MEH
- Deuda p¨²blica
- Financiaci¨®n d¨¦ficit
- Finanzas Estado
- Gobierno de Espa?a
- VI Legislatura Espa?a
- PP
- Pol¨ªtica econ¨®mica
- D¨¦ficit p¨²blico
- PSOE
- Legislaturas pol¨ªticas
- Ministerios
- Gobierno
- Partidos pol¨ªticos
- Finanzas p¨²blicas
- Administraci¨®n Estado
- Pol¨ªtica
- Administraci¨®n p¨²blica
- Finanzas
- Econom¨ªa
- Espa?a