"S¨®lo una demostraci¨®n de fuerza evitar¨¢ otra Ruanda"
El nombre de Kofi, Annan, vicesecretario general de la ONU para las fuerzas de paz, se baraja a menudo entre el de los posibles candidatos para sustituir a Butros Butros-Gali como secretario general de la ONU. En estos momentos, Annan dirige desde la sede de la ONU en Nueva York las gestiones de la organizaci¨®n mundial para intentar evitar que se produzca un ba?o de sangre en Burundi.Pregunta. ?C¨®mo se puede evitar que se repitan en Burundi los horrores de Ruanda?
Respuesta. Lo que se necesita es una demostraci¨®n evidente de fuerza de la comunidad internacional. Como hemos visto en Bosnia, s¨®lo cuando exista la amenaza de una fuerza real se portar¨¢n bien estos chicos. Desde hace bastante tiempo, el secretario Butros Butros-Gali y el Consejo de Seguridad han estado discutiendo la necesidad de organizar una fuerza preventiva para impedir que Burundi se convierta en otra Ruanda. Todav¨ªa no se ha logrado organizar porque cualquier coalici¨®n de Estados necesita que un pa¨ªs como Estados Unidos tome el mando. Ning¨²n Estado occidental est¨¢ dispuesto a enviar tropas a la zona, si bien EE UU y otros pa¨ªses parecen estar dispuestos a ofrecer un apoyo log¨ªstico y a enviar ayuda humanitaria. S¨®lo Chad, Malaui, Zambia, Uganda, Tanzania y Etiopia est¨¢n en disposici¨®n de enviar tropas. No estoy seguro que estos compromisos basten, y pronto hablar¨¦ con otras naciones con potencial militar adecuado. Pretendemos seguir el modelo de las tropas de lfor (fuerzas de intervenci¨®n) que actualmente tenemos en Bosnia, donde cada brigada se ocupa de una zona, coordinada por una direcci¨®n conjunta. Si se puede desarrollar este esquema, EE UU y otros pa¨ªses occidentales puede que se muestren m¨¢s dispuestos a ofrecer fuerzas a¨¦reas y otros apoyos a trav¨¦s de la vecina Tanzania sin poner sus propias tropas en peligro.
P. ?Qu¨¦ papel tendr¨¢ la fuerza de intervenci¨®n?
R. Tratar¨¢ de frenar la matanza sin sentido manteniendo separados a los combatientes. Establecer¨¢ unas condiciones seguras para que la ayuda humanitaria llegue sin peligro. Y trabajar¨¢ para crear un ambiente propicio que permita un acuerdo pol¨ªtico antes de que mueran demasiadas personas.
P. Sin una naci¨®n l¨ªder como EE UU, con una fuerza abrumadora, ?no se corre el peligro de que la operaci¨®n de Burundi acabe fracasando como casi sucedi¨® en Bosnia?
R. La situaci¨®n en Burundi es muy diferente a la de Bosnia. Aqu¨ª act¨²an otros tipos de fuerzas y con potencial armamentista diferente. Recuerde que la mayor¨ªa de la gente en Ruanda fue asesinada con machetes y palos. No es dif¨ªcil parar eso. Aunque lleg¨® tarde, cuando se present¨® media brigada de tropas francesas en el suroeste de Ruanda la violencia casi ces¨®. Se impidi¨® una matanza de casi medio mill¨®n de personas. Los machetes no representan un problema para tropas bien armadas. Una fuerza superior funciona. Eso aprendimos de las pesadillas de Ruanda y de Bosnia.
P. ?Espera que act¨²e una fuerza de la ONU como la que tiene en mente?
R. S¨ª, ¨¦se es el mandato que buscamos. Si las fuerzas de las Naciones Unidas ven peligro de matanza de civiles inocentes, deben poder actuar mediante la fuerza.
P. En la Carta de la ONU ?no se exige al Gobierno anfitri¨®n que coopere con la ONU? Eso es muy poco probable desde el momento en que las tropas tutsis han tomado el poder mediante un golpe de Estado.
R. Planteamos una misi¨®n bien equipada y fuerte que, seg¨²n el cap¨ªtulo 7 de la citada Carta, no requiere para actuar el consentimiento del Gobierno local. ?ste es el mandato que queremos. Si no lo logramos, me temo que veremos una repetici¨®n del caso de Ruanda, no s¨®lo en lo que a matanzas se refiere, sino adem¨¢s con la secuela de un ¨¦xodo de refugiados, lo que conllevar¨ªa tambi¨¦n la desestabilizaci¨®n de la econom¨ªa y de la situaci¨®n social y pol¨ªtica de toda la regi¨®n centroafricana.
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