Ferm¨ªn Cacho, inmenso, al borde del oro
Morcelli consigue su ansiado oro ol¨ªmpico en 1.500 00El espa?ol, plata, perjudicado por la ca¨ªda de El Gerruj
Ferm¨ªn Cacho, subcampe¨®n ol¨ªmpico. Tuvo suerte. Buena y mala. Buena, porque se cay¨® El Gerruj, uno de los candidatos a la victoria; mala, porque tuvo que saltar por encima de ¨¦l y no pudo evitar que Morcelli cogiera unos metros de distancia. Fueron los mismos que separaron a ambos en la meta. ?Qu¨¦ hubiera pasado con un Cacho ¨ªntegro en su final?: ganar. ?Qu¨¦ hubiera pasado con un El Gerruj sin caerse?: que los dos se hubieran disputado el triunfo. Lo que tambi¨¦n est¨¢ claro es que Morcelli se encontr¨® con las puertas del cielo abiertas.Cacho y El Gerruj, uno much¨ªsimo m¨¢s que otro, sufrieron las consecuencias de lo que se conoce como una carrera perra: ritmo lent¨ªsimo, insoportable, frenando, que agrupa a los doce corredores en tan peque?o espacio, que no caben. Nadie quiere tirar. Todos tienen miedo de desgastarse. Esperan. Una vuelta. Otra. Quedan menos de dos. Entonces Morcelli toma la iniciativa. Cacho le sigue. El Gerruj, tambi¨¦n. Como el ataque no es contundente, la legi¨®n de kenianos les sigue. Hay que pensar r¨¢pido. Quedan 500 metros y todav¨ªa no hay nada claro, m¨¢s que Morcelli est¨¢ delante para reaccionar r¨¢pido si alguien le ataca desde atr¨¢s.
Son momentos pavorosos. La carrera se acaba y nadie sabe lo que va a hacer el otro. ?Atacar ahora? ?Esperar que lo haga otro y seguir su estela? ¨²ltimo paso por meta. Algo tiene que pasar, porque no van a llegar todos juntos a la meta. Los tres favoritos en cabeza, pero sin atacarse, s¨®lo est¨¢n colocados para reaccionar ante lo que vaya a suceder.
Los corredores de atr¨¢s aprietan, el grupo vuelve a compactarse. Las manos se lanzan hacia delante para no tropezar. Los kenianos van por dentro. Cacho, por fuera, para evitar riesgos. De repente, todos se trompican. Menos Morcelli, porque es el que avanza en cabeza. El Gerruj cae redondo. Ha pisado a Morcelli y se ha desequilibrado. Cacho no sale indemne. Est¨¢ a punto de caer. Ve a El Gerruj a sus pies y tiene que saltarle. Se olvida por un momento de la victoria. Lo primero es continuar en la carrera. El esfuerzo es tremendo. Lanzado en una carrera que inicia la ¨²ltima vuelta y de repente se encuentra un obst¨¢culo, imprevisto y, adem¨¢s, en movimiento, que tiene que salvar. Lo hace a duras penas, guardando el equilibrio y elevando la zancada. Deja sus energ¨ªas en el percance. Su coraz¨®n se ha sobresaltado.
Cuando recupera la verticalidad y busca con la mirada qu¨¦ ha pasado delante, ve a Morcelli a siete metros de distancia. El no perdi¨® el tiempo. Atac¨® en cuanto advirti¨® el percance. Cacho se fue a por ¨¦l como un poseso. En cuesti¨®n de segundos pas¨® de velocidad casi cero a ritmo de ataque. Hab¨ªa que morir.
Morcelli no fue, capaz de ir aumentado su ventaja, como ha sucedido en estos tres ¨²ltimos a?os. Cacho tampoco ced¨ªa. Hubo momentos de apuro, porque los atletas de atr¨¢s le comenzaron a recortar la distancia que puso con ellos en el momento de salir de estampida. Quienes no se hab¨ªan visto involucrados en el percance se aproximaban a la meta con mayores fuerzas. Cacho daba lo ¨²ltimo de s¨ª mismo. Resisti¨® el ataque, tom¨® confianza y se fue, de nuevo a por Morcelli. Ya s¨®lo quedaban 140 metros. Estaban en la curva y Cacho quer¨ªa ver cerca a Morcelli cuando entrasen en la recta. Le recort¨® unos metros. Morcelli, pese a su c¨®moda carrera, no pod¨ªa aumentar ya ni la frecuencia ni la longitud de su zancada.
Imposible pedir m¨¢s a Cacho. Mor¨ªa en el intento y comenz¨® a quedar exhausto a falta de 15 metros para la meta. La inercia de su velocidad punta le concedi¨® la medalla de plata. Kipkorir, el keniano que le hab¨ªa ganado en Lausana el mes pasado y que incluso tiene mejor marca personal que ¨¦l, llegaba lanzado. Cacho tuvo tiempo para llegar segundo. Se abraz¨® a Morcelli. El reinado de Morcelli va concluyendo. ?l mismo design¨® a su sucesor. Cacho, cuatro a?os despu¨¦s de ser campe¨®n ol¨ªmpico, est¨¢ en el mejor momento de su vida. Es la cuarta gran medalla que gana (oro y plata en los JJ 00, oro en los Europeos y plata en los Mundiales) y ha estado en todas las finales de los campeonatos que ha disputado desde 1990. Cacho, el mejor atleta espa?ol de la historia. Con permiso de Mart¨ªn Fiz.
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