Sin carn¨¦, no conduzcas

Si bebes, no conduzcas, se sobrentend¨ªa al escuchar la publicidad del festib¨²s, un autob¨²s fletado por la emisora local Onda Sierra para que sus oyentes de Tres Cantos y Colmenar Viejo pudiesen desplazarse a las fiestas de Soto el s¨¢bado por la noche sin ponerse al volante. La experiencia, un ida y vuelta continuo durante. toda la noche en horarios bastante pr¨®ximos a los anunciados, demostr¨® que los pasajeros ten¨ªan otro lema: "Si no tienes carn¨¦ de conducir, o coche, no te quedes en casa, coge el festib¨²s". La mayor¨ªa de los 300 viajeros eran muchachos entre 14 y 25 a?os, sin apenas forma de desplazarse de otro modo.Manuel Garc¨ªa, director de Onda Sierra y alma m¨¢ter de la idea, explic¨® su objetivo al comienzo del nocturno periplo: "Promocionar las fiestas de los pueblos a los que damos cobertura [Tres Cantos, Colmenar Viejo,. Soto del Real, Manzanares y Miraflores] y prestar un servicio a nuestros oyentes". Garc¨ªa present¨® el proyecto del festib¨²s a los ayuntamientos de Soto (3.562 habitantes) y Manzanares el Real (2.941 habitantes),- que celebran sus fiestas al mismo tiempo, pidi¨¦ndoles una aportaci¨®n. Pero solamente la corporaci¨®n de Soto se prest¨® a subvencionar el 30% de las 60.000 pesetas que costaba alquilarlo desde las 0.15,hasta las siete ' de la ma?ana. Un supermercado y un restaurante pusieron tambi¨¦n su granito de arena y sus nombres se o¨ªan una y otra vez en las cu?as que interrump¨ªan la emisi¨®n musical de Onda Sierra, la radio. oficial del festib¨²s.

Cero horas, quince minutos, Tres Cantos, comienza el experimento. S¨®lo seis personas se suben al festib¨²s y Garc¨ªa, que hace las veces de cobrador -400 pesetas billete sencillo, 300 desde Colmenar-, no puede ocultar su desencanto. Que no dura mucho, porque en Colmenar Viejo el autob¨²s se llena. A partir del tercer viaje, sobre las tres de la madrugada, ya no hay pasajeros que acudan a las fiestas, pero s¨ª los hay, y cada vez m¨¢s, que vuelven a casa; dando botes todav¨ªa y abrazados a los peluches ganados en las t¨®mbolas. "?Passa, jefe!, ?en el festib¨²s no hay m¨²sica? Suba el volumen", "?no dan cubatas en el festibusss?", le dicen dos adolescentes a Diego, el intranquilo conductor. Ten¨ªa el temor de que alg¨²n borracho produjera un incidente o- vomitase. Pero los pasajeros no dan problemas. Como mayor incidente, el que se produce a las seis de la madrugada cuando tres chavales con ganas de bronca lanzan insultos desde los asientos traseros sin un destinatario preciso.

"Espero que hay¨¢is disfrutado las fiestas de Soto. Dentro de 15 d¨ªas nos vemos en el festib¨²s de Miraflores de la Sierra", se despide Garc¨ªa. "?Que sea gratis! ?¨¦ste es muy caro!", le responden casi a coro. "Lo intentaremos, invertiremos las ganancias de ¨¦ste en el pr¨®ximo", aclara Garc¨ªa mientras amanece en la carretera hacia Tres Cantos.