Matones, no

Un lamentable incidente se produjo en el Parque de Atracciones de Madrid cuando un grupo de alumnos de primero de BUP celebraban el comienzo sus vacaciones. Se estaban turnando en la fila de Los r¨¢pidos, llevaban m¨¢s de una hora, cuando un empleado del parque interpret¨® que varios de los muchachos se estaban colando y deb¨ªan volverse a Poner al final de la fila. Protestaron los chicos alegando que sus compa?eros s¨ª hab¨ªan permanecido en la fila y les hab¨ªan guardado el turno.El enfrentamiento, siempre verbal, se concret¨® entre uno de los chicos y el empleado del parque; otro de los muchachos se interpuso intentando calmar los ¨¢nimos. En este momento llegaron dos vigilantes de seguridad que emplearon una violencia inusitada: llaves de yudo, porrazos literales, pu?etazos, patadas cuando los chicos estaban ya en el suelo y, como colof¨®n, esposar a uno de ellos y retener a ambos en un cuarto, donde sufrieron diversas amenazas.

Si intento que esta denuncia trascienda a la opini¨®n p¨²blica -en comisar¨ªa ya est¨¢ presentada- es para evitar que situaciones tan lamentables vuelvan a producirse y tambi¨¦n, tengo que reconocerlo, para calmar la indignaci¨®n que las magulladuras y moretones en el cuerpo de mi hijo me han producido.

Todos tendr¨ªamos que estar interesados, y las empresas de seguridad las primeras, en que desaparezcan estos rambos deseosos de practicar con el primer ser humano que se les cruce.

No dudo de la profesionalidad de la mayor¨ªa de los miembros de las empresas de seguridad ni tampoco de lo conflictivo que puede resultar la, vigilancia del Parque de Atracciones en algunos momentos, pero lo que todos necesitamos son profesionales que sepan reaccionar valorando la importancia y peligrosidad de una situaci¨®n concreta, no matones.-