Cap¨ªtulos turbios

Ken Loach investiga una vez m¨¢s cap¨ªtulos turbios de la historia internacional. A sus 60 a?os, este cineasta brit¨¢nico no olvida su compromiso con la problem¨¢tica social de su pa¨ªs. Este verano tiene en su despacho dos guiones, "sobre dos peque?as historias", dice, que espera rodar en el Reino Unido como ya lo hiciera con Ladybird, Ladybird y Lloviendo piedras, entre otros t¨ªtulos.Prepara antes un documental sobre la huelga que los empleados del puerto de Liverpool protagonizan desde hace 10 meses. Testimonios similares, que realiz¨® en los a?os ochenta, fueron sistem¨¢ticamente censurados en su pa¨ªs. "Con la llegada de Margaret Thatcher al poder, la derecha domin¨® el ambiente. Ser de derechas era entonces lo m¨¢s radical y progresivo, mientras que la izquierda se ve¨ªa como pasada de moda. El r¨¦gimen de Thatcher captur¨® la atenci¨®n de los medios, as¨ª que censuraron mis documentales sobre la capacidad de lucha de los trabajadores", reconoce.

Tras 17 a?os de Administraci¨®n conservadora, los brit¨¢nicos parecen dispuestos a cambiar de Gobierno. Loach, sin embargo, desconf¨ªa del laborismo y no prev¨¦ cambios sustanciales. "Los laboristas, como todos los socialdem¨®cratas, creen que el capitalismo es progresivo y que el patrono debe obtener los m¨¢ximos beneficios para financiar los salarios, pensiones y la sanidad. Nunca defender¨¢n a los trabajadores", dice. Y contin¨²a sin vacilar: "Los socialdem¨®cratas siempre traicionan. Ya sea Gonz¨¢lez, Mitterrand o Blair, a la larga, terminan vendi¨¦ndose".