"Llevo m¨¢s de una d¨¦cada sin vivir en libertad"
"Me siento desamparada. Despu¨¦s de 13 a?os de agresiones, estoy constatando la. fragilidad del Estado porque, aunque creo en la democracia, yo no estoy disfrutando de ella. Me doy cuenta de que llevo m¨¢s de una d¨¦cada sin vivir en libertad, aunque pienso seguir trabajando y residiendo en este barrio".Mari Asun Apestegu¨ªa, de 45 a?os, parlamentaria socialista en Navarra, vecina de la barriada de la Chantrea, en Pamplona, est¨¢ cansada de denunciar el acoso al que aberizales violentos la someten ampar¨¢ndose en el anonimato de la noche o a cara descubierta. No en balde ha puesto m¨¢s de una docena de denuncias en estos a?os por amenazas de muerte, insultos, reiterados destrozos en sus coches -el ¨²ltimo en la rnadrugada del pasado lunes- e incluso intentos de quemar su vivienda familiar, pero la polic¨ªa no ha podido detener nunca a los culpables.
La parlamentaria reside junto a su madre, de 78 a?os; un hermano, su marido y su hijo en la calle Alfonso Beorlegui, en un barrio humilde de extracci¨®n obrera. La vulnerabilidad de un primer piso y la simpat¨ªa popular que despierta esta sindicalista de UGT, desde la ¨¦poca de la clandestinidad, metida a concejala del Ayuntamiento pamplon¨¦s entre 19,83 y 1995 ha hecho que en estos a?os haya padecido como ning¨²n otro socialista navarro el cerco de j¨®venes violentos.
"Hacen sufrir a mi familia para que sufra yo. Quieren que me vaya del barrio en el que he vivido siempre. Pero, afortunadamente, la solidaridad de mis vecinos es cada d¨ªa mayor. Aunque esta casa es de mi madre y mi marido y yo tenemos un piso en otra zona, no pensamos mudamos porque mi familia nos necesita", asegura Apestegu¨ªa.
Miedo, valor, precauci¨®n
"No soy ninguna hero¨ªna y no hago victimismo. Simplemente, denuncio unos hechos que van a m¨¢s", a?ade para reconocer a continuaci¨®n que tiene el l¨®gico miedo: "Lo tengo, pero tambi¨¦n valor y precauci¨®n". "Lo ¨²nico que he hecho", explica, "ha sido trabajar por Pamplona y sus gentes. Yo vivo de: mi trabajo [es responsable de compras de una empresa navarra], y considero que la calle es de todos. Pero hay muchos que no opinan igual. Cuando me atacan lo hacen contra un sistema de libertades y una democracia que no toleran".Hace unos a?os, Apestegu¨ªa recorr¨ªa el barrio con una libreta en la que apuntaba los peque?os detalles que despu¨¦s intentaba solucionar en el Ayuntamiento. Ahora reconoce que prefiere pasear por otros sitios. Su hijo, tambi¨¦n militante del PSOE, tuvo que estudiar en un colegio del centro de la ciudad en el que no era reconocido.
La parlamentaria dej¨® de ir a la piscina de su barriada harta de que chicos de apenas 14 a?os le insultaran d¨ªa tras d¨ªa. Ha sufrido lo indecible: desde amenazas telef¨®nicas o cuando participa en las concentraciones pacifistas de Gesto por la Paz hasta manifestaciones de HB ante su vivienda, pintadas, artefactos simulados en las escaleras, da?os en sus veh¨ªculos y lo peor de todo: "Sentir la permanente vigilancia de mis pasos, afirma.
Aunque defiende la independencia del Poder Judicial, Apestegu¨ªa, como simple ciudadana, advierte que no cree en su neutralidad: "Me parece que los jueces son mucho m¨¢s neutrales con quienes m¨¢s fuerza tienen y m¨¢s miedo provocan que con los ciudadanos de bien. Muchos lo percibimos as¨ª".
Militante activa del pacifismo, dice que lo que no perdona el entorno de los violentos es la libertad de pensamiento: "Cuando los pacifistas hemos salido a la calle, han reaccionado violentamente". "HB es la quinta fuerza pol¨ªtica en este barrio, donde el PSOE ha sido hist¨®ricamente mayoritario. Eso tampoco lo perdonan", matiza.
Luego, recuerda: "Cuando hace trece a?os le dije que iba a entrar en el Ayuntamiento como concejala del PSOE, mi madre me respondi¨®: "?Pero t¨² sabes lo que significa ser del PSOE en la Chantrea?". Ahora s¨¦ que aquella apuesta por pensar en libertad y trabajar por Pamplona desde las ideas socialistas nos est¨¢ costando caro a m¨ª y a mi familia", concluye.
[Xanet Arozarena, concejal de Eusko Alkartasuna en Oiartzun (Guip¨²zcoa) desde hace cinco meses, ha anunciado que dimitir¨¢ de su cargo por las amenazas de radicales al grupo musical en el que toca la guitarra. Su partido apoya la construcci¨®n de una comisar¨ªa de la Ertzaintza].
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