La convenci¨®n republicana vende el mensaje de que hay que restaurar el honor de la Casa Blanca
El lema de esta convenci¨®n republicana es oficialmente "restaurar el sue?o americano". Pero los discursos pronunciados hasta hora revelan que el verdadero mensaje que los conservadores quieren sacar de San Diego es el de "restaurar el honor de la Casa Blanca". ?sa ha sido la frase m¨¢s repetida en los primeros d¨ªas de esta reuni¨®n y, a falta de otros argumentos econ¨®micos o pol¨ªticos, ¨¦sa puede ser la gran baza de Bob Dole para ganar la presidencia el pr¨®ximo 5 de noviembre: su integridad, sus principios, frente a la supuesta inconsistencia y deshonestidad de Bill Clinton.
El segundo mensaje de la convenci¨®n, aunque resulte contradictorio con el contenido radical de su plataforma pol¨ªtica, es el de la moderaci¨®n. De esto ¨²ltimo se ocup¨® el general Colin Powell, h¨¦roe de la guerra del Golfo y representante de la l¨ªnea aperturista del partido, quien en la lucha del lunes hizo un llamamiento a la unidad de los republicanos, desde el respeto a las diferencias sobre el aborto, la asistencia p¨²blica o la discriminaci¨®n positiva. "El Partido Republicano tiene que ser siempre el partido de la inclusi¨®n", dijo Powell.La Convenci¨®n Republicana puede estar constituida por una mayor¨ªa de delegados que se autodefinen muy conservadores. La plataforma, oficialmente aprobada el lunes, puede ser una de las m¨¢s radicales aprobadas nunca por esta formaci¨®n. Pero los responsables de este partido saben que para ganar las elecciones necesitan aproximarse a esa mayor¨ªa centrista del pa¨ªs que observa este acontecimiento desde sus hogares. Por esa raz¨®n, Powell habl¨® el lunes a la hora de m¨¢xima audiencia en televisi¨®n, la misma a la que ayer estaba prevista la intervenci¨®n de otra representante del sector moderado, la gobernadora de New Jersey, Christine Todd Whitman. Pat Buchanan, muy influyente en los pasillos del Centro de Convenciones de San Diego, ni siquiera va a aparecer en los televisores.
Colin Powell, que fue jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas norteamericanas en la Administraci¨®n de George Bush y luego en la de Bill Clinton, no mencion¨® al actual presidente por su nombre en su intervenci¨®n. Pero apunt¨® en la misma direcci¨®n que sus nuevos compa?eros de partido al afirmar que "en una era dominada por el arte de vender y de hablar a la ligera, Bob Dole es un hombre de mensaje claro, un hombre de entereza, madurez e integridad".
El ex presidente Bush manifest¨® que se. le parte el coraz¨®n cuando ve "que la Casa Blanca es deshonrada, y la presidencia, dismiinuida". "Bob Dole tratar¨¢ la Casa Blanca con respeto y conseguir¨¢ que aumente tambi¨¦n el respeto por EE UU en todo el mundo. ?l ser¨¢ un presidente a quien podamos mirar con orgullo", dijo Bush. El ex presidente, que fue derrotado por Clinton en 1992, hizo tambi¨¦n una alusi¨®n al papel de las primeras damas, y asegur¨® que su esposa, Barbara Bush, "mantuvo el honor de la Casa Blanca".
Otro ex presidente republicano, Gerald Ford, cont¨® un chiste que relaciona su nombre y las marcas de coches. "Cuando suced¨ª a Nixon", dijo, "asegur¨¦ que yo era un Ford, no un Lincoln. Ahora lo que tenemos. es un Dodge descapotable". La frase resulta m¨¢s hiriente en ingl¨¦s, porque descapotable se dice convertible.
Gerald Ford se refiri¨® a Dole como "un l¨ªder de principios y probada integridad "un comandante en jefe que se ha hecho merecedor del saludo de sus hombres", en Una referencia que la prensa norteamericana considera una alusi¨®n al vac¨ªo expediente militar de Clinton, que evit¨® acudir a la guerra de Vietnam.
?sas fueron las frases m¨¢s aplaudidas de la noche. Otras pronunciadas por Colin Powell sobre la necesidad de seguir apoyando a las minor¨ªas y de respetar los derechos de los inmigrantes levantaron menos v¨ªtores, incluso provocaron algunos abucheos.
Powell record¨® que era partidario del derecho de la mujer a decidir en los casos de aborto, pero ni mencion¨® esa palabra, ni mucho menos profundiz¨® sobre el tema que ha dividido desde el principio esta convenci¨®n.
El general, hijo de inmigrantes, fue m¨¢s expl¨ªcito en los aspectos de inmigraci¨®n y bienestar social. "El inmigrante hispano que se hizo ciudadano ayer", dijo, "tiene que ser tan apreciado por nosotros como el descendiente del Mayflower. El descendiente de un esclavo o de un minero de los Apalaches tiene que ser tan bienvenido en nuestro partido como cualquier otro norteamericano". Powell apoy¨® la reforma del sistema de asistencia p¨²blica a los pobres, pero advirti¨® que la reforma no debe significar la desaparici¨®n de esos programas.
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