Se busca Goya

La sucesi¨®n de audiciones se ha convertido en una. intensa b¨²squeda para dar, entre 15 candidatos, con los actores cantantes que mejor encarnen en La Maja de Goya, que se estrenar¨¢ el pr¨®ximo invierno en el teatro Nuevo Apolo con motivo del 250? aniversario del nacimiento del pintor, al pintor y su modelo. Vicente Escriv¨¢ redact¨® La Ma?a de Goya, que Fernando Arbex ha puesto despu¨¦s en solfa.Conseguidos los 500 millones que cuesta el espect¨¢culo, los responsables del montaje afinan los o¨ªdos para dar con el reparto ideal. Las de ayer no fueron cinco horas de rutinaria escucha. Fernando Arbex conoce exactamente el estado de ¨¢nimo de los aspirantes, "pero un artista de verdad ha de controlarse". "Si realmente tiene madera, la inseguridad se esfuma en un minuto y, medio. Aqu¨ª no estamos para juzgar, sino para medir el talento de los artistas".

Por suerte, Carmen Iglesias est¨¢ tan ocupada en estos d¨ªas que ni tiempo ha tenido para reparar en la fecha que marca el calendario. Tanto le hubiera dado saber que ayer era martes y 13. La soprano no es supersticiosa, pero los talismanes que contra el mal ag¨¹ero est¨¢n de m¨¢s bien le hubieran venido para domar su inquietud. La suya de ayer tarde fue una actuaci¨®n sin aplausos. "Estoy nerviosa", advierte Carmen al atento jurado, supliendo la falta de ovaci¨®n. "Y tanto", responde Vicente Fuentes, director esc¨¦nico, en un tono razonable aunque Impaciente.

La candidata no tiene m¨¢s apoyo que un papel y apenas una semana para grabar primero en su memoria y luego en su garganta lo que hubiera cantado la arrogante, chulapona y agresiva duquesa en aquel Madrid de 1808: "De los toros vengo, en mi plaza estoy, y a¨²n me hierve la sangre de vino y de sol". Carmen ya trabaj¨® con este mismo equipo en otro musical, Los miserables. Pedro Pomares, el aspirante que la sigue al escenario, tambi¨¦n. Tiene 35 a?os. Actor y cantante, acaba de dejarse dirigir por Mario Gas en la obra Seewney Tood. No son, ni mucho menos, biso?os en escena. Tampoco se examinan por primera vez. Hacen memoria y no hay prueba estudiantil, Carn¨¦ de conducir u oposici¨®n que acumule la tensi¨®n que acapara la b¨²squeda de un papel.

"Los nervios siempre se te pueden poner en contra, pero me voy satisfecha. Creo que me va el papel. Todos sabemos que en una prueba nunca se da todo lo que uno tiene".

Vicente Fuentes, director esc¨¦nico, no levanta la voz ni para pedir silencio. Va m¨¢s all¨¢. "Enseguida sabemos si es la persona que andamos buscando. Hay audiciones de dos minutos, otras de media hora. Pero lo ves incluso cuando el aspirante comienza a subir al escenario. Aqu¨ª no venimos a ense?ar, tampoco a soportar improvisaciones, sino a sacar lo mejor de cada uno".

Carmen, Pedro y los otros 13 aspirantes a vestirse de goyescos han tenido 20 minutos para demostrar que pueden formar parte del oportuno paisaje utilizado como tel¨®n de fondo: una desgarrada secuencia de las pinturas m¨¢s negras del genio aragon¨¦s.

Vicente Escriv¨¢, pr¨®cer del proyecto, ya tiene a su maja favorita, pero nadie lo sabr¨¢ hasta que den respuesta a la frase m¨¢s manida de la tarde: "Ya te llamaremos, gracias".