Un robo preparado con seis meses de antelaci¨®n
El escrito de la fiscal¨ªa intenta desmontar la l¨ªnea de defensa del coronel Perote, quien ha reconocido que se llev¨® las microfichas del Cesid, pero asegura que lo hizo "inadvertidamente", ya que se mezclaron con los papeles de la Federaci¨®n de Pentatl¨®n, de la que era directivo, y que al parecer tambi¨¦n guardaba en su despacho.Por el contrario, el fiscal recuerda que, en la primavera de 1991, seis meses antes de marcharse del centro -el escrito no entra en las razones que llevaron a Emilio Alonso Manglano a prescindir de su hombre de m¨¢xima confianza- orden¨® a un sargento de la Guardia Civil, destinado a sus ¨®rdenes, que microfilmase las notas de sus despachos con el director durante siete a?os (de noviembre de 1982 a octubre de 1989).De la microfilmaci¨®n salieron 1.245 fotogramas, recogidos en 21 cartulinas, con 60 fotogramas cada una, numerados del 1 al 1.254, por lo que en teor¨ªa faltar¨ªan nueve.
Frente a las declaraciones de Perote de que se trataba de una t¨¦cnica habitual para archivar los documentos sin que ocupasen tanto sitio, el fiscal explica que es la ¨²nica vez que se hizo eso en el centro, que nadie orden¨® a Perote que los microfilmara y que tampoco dio cuenta a nadie de esa decisi¨®n.
Adem¨¢s, contra lo que hubiera sido l¨®gico si pretend¨ªa ganar espacio, Perote no mand¨® destruir los originales hasta poco antes de marcharse y tampoco archiv¨® las microfichas, cuya existencia era desconocida para los responsables del Cesid. Por el contrario, las guard¨® en su despacho, contraviniendo todas las normas de custodia y archivo del servicio secreto.
La maniobra de Perote, consistente en destruir los originales y retener las microfichas, le convirti¨®, agrega el escrito, en "due?o y se?or en exclusiva" de unos papeles secretos, cuyo contenido califica el escrito de "extraordinariamente sensible".
La fiscal¨ªa no tiene ninguna duda de que los documentos afectan a la defensa y seguridad del Estado. Remiti¨¦ndose a un certificado secreto enviado por el Cesid al juez militar, al que han tenido acceso las partes, recuerda que los papeles robados incluyen datos concretos que se refieren tanto a la identidad de personas como a los medios, organizaci¨®n y actividades de servicios secretos, tanto espa?oles como extranjeros.
Frente a la tesis del abogado defensor de que los documentos sustra¨ªdos no estaban clasificados como secretos, el fiscal reproduce un acuerdo del Consejo de Ministros de noviembre de 1986, que engloba todo lo referido al Cesid, y agrega; por si se cuestiona su aplicaci¨®n retroactiva, que todo el personal del centro conoc¨ªa la obligaci¨®n de tratar con la m¨¢xima reserva los papeles que manejaban, llevasen o no el sello de secreto.
El fiscal constata adem¨¢s que parte de los papeles sustra¨ªdos por Perote fueron "reproducidos parcialmente" por El Mundo en junio y septiembre del a?o pasado. Asegura, sin embargo, aludiendo a los documentos sobre las escuchas telef¨®nicas del Cesid y la muerte de la etarra Luc¨ªa Urigoitia, que las fotocopias que difundi¨® el citado diario, adem¨¢s de ser incompletas, hablan "sufrido alteraciones y manipulaciones".
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