"Los ni?os en Madrid no saben de d¨®nde salen las patatas"
Poco le importa a Jos¨¦ Antonio Marina que los vestigios de la Plaza de Oriente hayan sido derruidos. En estos momentos, al fil¨®sofo toledano le preocupa m¨¢s la ara?uela roja que se come las jud¨ªas verdes de su huerto de La Moraleja "que todos esos barullos de pol¨ªticos de la gran ciudad". Y es que Marina, a sus 57 a?os, sigue al pie de la letra lo que dice el estribillo de la canci¨®n: 'la distancia es el olvido'. Lleva m¨¢s de 30 a?os en la regi¨®n, pero siempre alejado del centro por varios kil¨®metros. Y es en pleno campo, entre cosechas de tomates, ajos y alcachofas, donde el Premio Nacional de Ensayo 1992, ha fraguado sus reflexiones sobre el ser humano y las ha llevado al papel en Elogio y refutaci¨®n del ingenio, ?tica para n¨¢ufragos, Teor¨ªa de la inteligencia creadora, y El laberinto sentimental. Despu¨¦s de verse obligado, debido a un problema de salud, a pedir una excedencia como profesor del instituto de La Cabrera, Marina instruye a los futuros profesores en la Universidad Aut¨®noma con la preparaci¨®n de un diccionario de los sentimientos e investiga con la minuciosidad de un detective en un nuevo tema: la desaparici¨®n de la palabra voluntad. Y todo ello sin dejar de mimar su huerto.Pregunta. ?Qu¨¦ hace en agosto en Madrid?
Respuesta. Porque es el mes ideal para estar aqu¨ª. La ciudad se queda tranquila, sin gente, y muy apacible. Las noches son m¨¢s largas y no hace tanto calor como en julio. Estar en agosto en Madrid es todo un lujo, y si se est¨¢ en el campo mucho mejor.
P. ?Por qu¨¦ se resiste a vivir en la ciudad?
R. Porque no hay mayor felicidad que vivir en contacto con la naturaleza. La ciudad es un sitio antinatural. Los ni?os no saben ni de d¨®nde sale una patata. Y creo que el trato con las plantas es mucho m¨¢s educativo que el trato con los animales.
P. Expl¨ªquelo.
R. Las plantas exigen una atenci¨®n especial, constante y lenta. Las tareas del campo, serenan tanto que se aprende mucho m¨¢s.
P. Usted conoce la receta para ser feliz.
R. Ser feliz es muy dif¨ªcil. Pero lo m¨¢s importante es que nuestra educaci¨®n no nos incapacite para conseguirlo. La verdadera intelingencia es la que reflexiona sobre la manera de conseguir esa felicidad. Es muy peligroso que nuestra cultura y forma de vida est¨¦n fundadas en el sentimiento de la insatisfacci¨®n. Pero es mucho m¨¢s valioso crear y amar.
P. ?El discurso inform¨¢tico acabar¨¢ con la palabra escrita?
R. Existe un problema, la enorme m¨¢quina econ¨®mica que nos cuenta las ventajas inform¨¢ticas en la informaci¨®n. Y eso llevar¨¢ al descr¨¦dito de la memoria personal en favor de la memoria del ordenador.
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