13 muertos y una veintena de heridos en varios ataques simult¨¢neos de la guerrilla en M¨¦xico
Trece personas muertas y al menos 22 heridos es el resultado provisional de varios ataques simult¨¢neos perpetrados en la noche del mi¨¦rcoles por el llamado Ej¨¦rcito Popular Revolucionario (EPR) en dos Estados del sur de M¨¦xico. Comandos uniformados y con armas de alto poder abrieron fuego en plazas p¨²blicas y atacaron cuarteles y comisar¨ªas de Guerrero y Oaxaca. Las acciones se extendieron tambi¨¦n a Chiapas, donde el grupo cort¨® una de las principales Carreteras. Toda una demostraci¨®n de fuerza de esta peculiar guerrilla, que se dio a conocer el pasado mes de junio.
Hab¨ªa pasado ya la medianoche, y la tranquilidad reinaba en Huatulco, uno de los enclaves tur¨ªsticos m¨¢s importantes del Pac¨ªfico y todo un oasis en medio de la pobreza de Oaxaca. Los primeros disparos secos parecieron fuegos artificiales a las decenas de veraneantes que todav¨ªa cenaban en la plaza central del pueblo. De pronto, una columna de unos 70 hombres vestidos con uniformes verde olivo y cubiertos con pasamonta?as invadi¨® el lugar disparando r¨¢fagas de fusil ametrallador al aire y contra los escaparates de los comercios. Aterrorizados, los turistas corrieron en todas las direcciones buscando refugio. Para entonces, la polic¨ªa contestaba el ataque. Los guerrilleros se retiraron en camiones al cabo de 20 minutos. La visita dej¨® tras de s¨ª nueve muertos (dos civiles, tres marinos, dos polic¨ªas y dos guerrilleros) y numerosos heridos.No lejos de all¨¢, en la sierra oaxaque?a, unos 50 individuos tomaban por asalto el poblado de Tlaxiaco. Primero atacaron el cuartel de la polic¨ªa. All¨ª comenz¨® una balacera que se prolong¨® durante una hora. Un vendedor de peri¨®dicos y dos polic¨ªas muertos, otro desaparecido y un n¨²mero indeterminado de heridos fue el resultado.
Tambi¨¦n en Chiapas
La noche todav¨ªa dio m¨¢s de s¨ª, esta vez en los Estados de Guerrero y Chiapas, vecinos de Oaxaca. En Guerrero, supuesta cuna del EPR, fueron atacados dos cuarteles en Ciudad Altamirano y Petatl¨¢n y dos destacamentos policiales en Acapulco y Tixtla. Los comunicados oficiales hablan de un muerto y 10 heridos, uno de ellos muy grave. En Chiapas no se registraron enfrentamientos, pero unos 20 hombres armados inundaron con piedras y cristales la carretera que une Tuxtla Guti¨¦rrez, la capital, con San Crist¨®bal de las Casas. En ese punto dejaron una pancarta con vivas al EPR. Previamente llamaron, a la prensa local para anunciar que el grupo realizar¨¢ en este Estado, territorio del Ej¨¦rcito Zapatista de Liberaci¨®n Nacional, "acciones pac¨ªficas", sobre todo bloqueos de carreteras.En medio de la confusi¨®n que todav¨ªa reina en M¨¦xico, corrieron informaciones no confirmadas de que peque?as c¨¦lulas del EPR hab¨ªan mantenido enfrentamientos armados con las fuerzas de seguridad en pueblos de otros tres Estados del centro del pa¨ªs: Tlaxcala, Guanajuato y el Estado de M¨¦xico.
Con estas acciones, la nueva guerrilla parece decidida a que la tomen en serio. El escepticismo hab¨ªa acogido su aparici¨®n, el pasado 28 de junio en el vado de Aguas Blancas (Guerrero), durante el homenaje a 17 campesinos asesinados por la polic¨ªa el a?o pasado. Todo despertaba las suspicacias: sus impecables uniformes, el, potente armamento (fusiles AK-47,y R-15 y ametralladoras M-1) y, sobre todo, un lenguaje acartonado, casi una caricatura de los m¨¢s rancios manuales de la revoluci¨®n: se presentaban como el pueblo en armas para derrocar al Gobierno opresor y a la oligarqu¨ªa financiera e instaurar una rep¨²blica socialista. Las hip¨®tesis sobre el origen del EPR que circularon en M¨¦xico, descre¨ªdo a base de sobresal tos, apuntaban tanto al narcotr¨¢fico como a los sectores m¨¢s oscuros del Estado, dispuestos a dificultar a¨²n m¨¢s si cabe la complicada transici¨®n democr¨¢tica. El Gobierno los tach¨® de "delincuentes", pero militariz¨® no s¨®lo las monta?as de Guerrero, sino la sierra de Puebla, Veracruz e Hidalgo, donde se hallaron varios arsenales.
Hasta ahora, la nueva guerrilla hab¨ªa organizado peque?as emboscadas contra objetivos militares (cuyos balances van desde los dos muertos reconocidos oficialmente hasta los 65 de los que se ufana el grupo armado) y, ¨²ltimamente, conferencias d¨¦ prensa clandestinas para dar a conocer sus objetivos. Son, han dicho, una alianza de 14 organizaciones armadas que desean derrocar al Gobierno mexicano.
"El EPR opera solamente en Guerrero y no tiene eco ni presencia nacional", se?alaba hace tres d¨ªas la Secretar¨ªa de Gobernaci¨®n (Ministerio del Interior), que aseguraba tener perfectamente localizados a los dirigentes. La respuesta, en forma de desaf¨ªo sangriento, lleg¨® en la noche de ayer.
La baqueteada Bolsa mexicana reaccion¨® de inmediato a la baja, con una p¨¦rdida superior al 1%, y el peso cedi¨® dos centavos ante el d¨®lar. As¨ª que la respuesta del mundo de los negocios fue radical. "A un grupo beligerante de esta ¨ªndole, que emplea armas de alto poder, no podemos llevarles agua bendita para combatirlos", declar¨® Carlos Abascal, presidente de la Confederaci¨®n Patronal de la Rep¨²blica Mexicana a la cadena Radio Red.
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