El Atl¨¦tico se acomoda en San L¨¢zaro

El Atl¨¦tico se dej¨® en Santiago los primeros puntos de la temporada y algo de la impronta de plaza inaccesible que se presume a todo equipo campe¨®n. Ni siquiera la suerte, que volvi¨® a sonre¨ªrle con un gol afortunado al filo del descanso, le permiti¨® salir con la cabeza alta de un escenario en el que hab¨ªa sentenciado la Liga hace unos meses. Entonces ofreci¨® la imagen de un equipo arrogante y seguro de sus fuerzas, ayer fue una caricatura de la m¨¢quina perfectamente engrasada de la que presume Antic. Ni siquiera haber jugado con un hombre menos durante 40 minutos puede servir de excusa porque el Atl¨¦tico ha mostrado que sabe superar obst¨¢culos mayores. S¨®lo la destacada actuaci¨®n de Molina y la ingenuidad de los delanteros locales impidi¨® una goleada sonrojante.En la acera de enfrente el Compostela di¨® al Atl¨¦tico una lecci¨®n de lucha y de humildad, precisamente las armas que permitieron al club gallego ser la sorpresa de la ¨²ltima Liga y las que debe reencontrar el Atl¨¦tico para volver al buen camino. Aunque todav¨ªa es muy pronto, la imagen acomodaticia del campe¨®n no augura nada bueno. Solo Pantic y Molina se salvaron del naufragio general que incluye a la defensa, hasta ahora la l¨ªnea en la que el Atl¨¦tico cimentaba sus triunfos y que ayer acab¨® ofreciendo una imagen lamentable con los delanteros del Compostela tirando a la porter¨ªa atl¨¦tica una y otra vez, como si de una barraca de feria se tratara.

El Compostela sali¨® desde el principio con el cuchillo entre los dientes. No se hab¨ªa cumplido un cuarto de hora y ya contabilizaba un pu?ado de ocasiones ante Molina. La goleada encajada en el inicio de Liga ante el Tenerife fue un acicate para los jugadores locales, que adem¨¢s contaban con dos ex atl¨¦ticos en sus filas -Penev y Pirri- dispuestos a todo ante sus ex compa?eros.. Justo, las gotas de hiel que vienen siempre bien a un partido.

Casi siempre el peligro llegaba por la banda izquierda del Compostela, donde L¨®pez y Roberto no pod¨ªan con Nacho y Pirri. La defensa en l¨ªnea del Atl¨¦tico se ve¨ªa una y otra vez superada por balones largos y Molina se vi¨® obligado a demostrar en demasiadas ocasiones que es el mejor portero-l¨ªbero de la Liga.

La actitud del Atl¨¦tico fue mucho m¨¢s relajada que la de su rival. Sin duda el partido del mi¨¦rcoles ante el Steaua estaba muy presente en la cabeza de los jugadores atl¨¦ticos porque durante todo el primer tiempo nunca asom¨® la sombra del equipo aguerrido que la pasada temporada sal¨ªa a ganar en todos los campos. Lejos de intentar imponer su calidad, el Atl¨¦tico acept¨® jugar con las armas que el Compostela y renunci¨® a tocar el bal¨®n en medio campo. Bejbl fue el mayor damnificado. Pasaban los minutos y el jugador checo s¨®lo ve¨ªa el cuero cuando volaba a media altura sobre su cabeza. El aburrimiento debi¨® hacer mella en ¨¦l y acab¨® expulsado por dos absurdas entradas por detr¨¢s en acciones sin peligro.

A pesar de todos sus defectos el Atl¨¦tico consigui¨® llegar al descanso con el marcador empatado sin apenas asomarse al ¨¢rea de Falag¨¢n. Bast¨® un c¨®rner -como siempre ejecutado por Pantic- para contrarrestar el gol inicial del Compostela, que apenas cinco minutos antes del empate hab¨ªa desaprovechado dos claras ocasiones para sentenciar el partido. En eso el Atl¨¦tico s¨ª fue el de siempre y sup¨® ver las debilidades del rival. Falag¨¢n hab¨ªa mostrado sus carencias en el juego a¨¦reo en un c¨®rner anterior y minutos despu¨¦s recog¨ªa el bal¨®n de sus redes, tras un error similar.

Al Atl¨¦tico le hab¨ªa ca¨ªdo un regalo del cielo para redimirse e iniciar la segunda parte con m¨¢s br¨ªo, pero la expulsi¨®n de Bejbl volvi¨® a dejarle el partido cuesta arriba. A partir de ese momento los dos equipos empezaron a jugar a toda pastilla y el conjunto te¨®ricamente m¨¢s fuerte volvi¨® a ser el m¨¢s perjudicado. El choque se convirti¨® en un viaje de ida y vuelta pero el Compostela siempre estuvo m¨¢s cerca de ampliar su ventaja que el Atl¨¦tico de empatar. Molina volvi¨® a salir victorioso de varios duelos con delanteros rivales. En el otro ¨¢rea el ¨²nico peligro lo ponia Pantic con sus c¨®rners y faltas. Demasiado poco para un campe¨®n en busca de la rev¨¢lida.