El gasto p¨²blico crecer¨¢ el 2,5% en 1997 menos que la inflaci¨®n, para obtener la confianza del mercado

Con esfuerzo, el Gobierno que ma etapas para la elaboraci¨®n final de los Presupuestos Genera les del Estado para 1997. Los c¨¢lculos de los ¨²ltimos borradores muestran que el Gobierno quiere cuadrar el d¨¦ficit p¨²blico -en t¨¦rminos de protocolo de Convergencia- en 1,961 billones de pesetas para el pr¨®ximo ejercicio, cifra que equivale al 2,5% del producto interior bruto (PIB). A este porcentaje habr¨¢ que a?adir el 0,3% sobre el PIB que ser¨¢ el d¨¦ficit reconocido a comunidades aut¨®nomas, y ayuntamientos y el 0,2% sobre el PIB de d¨¦ficit reconocido a la Seguridad Social. Total, el 3% del PIB.Las grandes cifras del Presupuesto no difieren gran cosa de las ya conocidas. El Ejecutivo est¨¢ preparando unas cuentas en las que, seg¨²n los n¨²meros actuales (pueden variar de aqu¨ª al pr¨®ximo 30 de septiembre), los gastos del sector p¨²blico crecer¨¢n en torno al 2,5%, por debajo de la inflaci¨®n prevista.

Los ingresos subir¨¢n en torno al 6,3% en t¨¦rminos nominales y se aproximar¨¢n a los 15,9 billones de pesetas. Este aumento implica que el Gobierno elevar¨¢ todas las tasas, por servicios que presta, aunque, eso s¨ª, en un porcentaje siempre inferior a la inflaci¨®n prevista.

El esquema muestra un ajuste en el gasto y en el d¨¦ficit superior al que se hab¨ªa previsto inicialmente. La compresi¨®n del gasto, a pesar de que se practica sobre una cuenta de gastos previamente recortada, tiene como objetivo reforzar la confianza de los mercados (de Bolsa y monetarios), tanto nacionales como extranjeros, en que no se producir¨¢ desviaci¨®n alguna respecto al compromiso de Maastricht.

El ajuste necesario

El ajuste necesario no ha variado: 1,2 billones de pesetas. De esta cantidad, aproximadamente las dos terceras partes, unos 800.000 millones de pesetas, deben conseguirse por el recorte de gasto.Para lograrlo, se cuenta con la congelaci¨®n salarial de los funcionarios y de los empleados de empresas p¨²blicas con p¨¦rdidas, la reducci¨®n del cap¨ªtulo de bienes corrientes y servicios en el, 10%, un crecimiento moderado, en el coste del endeudamiento, control empresa por empresa de las transferencias corrientes y del capital y una restricci¨®n importante de la inversi¨®n p¨²blica financiada por el Estado.

No obstante, el criterio en este cap¨ªtulo es que el volumen de la inversi¨®n promovida por el Estado no disminuya en relaci¨®n a 1995. Es decir, que si bien la inversi¨®n pagada por el Gobierno caer¨¢, la que pague m¨¢s la que impulse -aunque con financiaci¨®n privada-, aumentar¨¢.

El detalle de las cifras de este, recorte se conocer¨¢ probablemente la semana pr¨®xima. Pero s¨ª es posible adelantar que las transferencias a las comunidades aut¨®nomas no se restringir¨¢n; crecer¨¢n como el PIB nominal, porque "si bien para el Gobierno se trata de gastos, para los Gobiernos auton¨®micos se trata de ingresos".

De igual forma, el gasto en pensiones, cuyas cifras se est¨¢n evaluando en estos momentos, crecer¨¢ en torno al 5,5%, debido a los deslizamientos que se producen -por aumento del n¨²mero de pensionistas, por desplazamiento hacia pensiones m¨¢s altas, etc¨¦tera- en el sistema, a pesar de que las pensiones subir¨¢n con la tasa de inflaci¨®n prevista (2,6%).

Una muestra del ajuste continuo de cifras que se est¨¢ produciendo y que continuar¨¢ hasta el ¨²ltimo minuto son las proyecciones de ahorro en los gastos sociales. Los casos m¨¢s importantes est¨¢n en desempleo y sanidad. En el caso del desempleo, las proyecciones oficiales para el ejercicio de 1997 calculan que, con un crecimiento econ¨®mico previsto del 3,3%, el empleo crecer¨¢ en torno al 2%.

Este aumento, junto con el vencimiento natural de los plazos de pago del subsidio, hizo suponer al Ejecutivo que el a?o pr¨®ximo se producir¨ªa un fuerte -ahorro,qu¨¦ en un principio se evalu¨® en m¨¢s de 300.000 millones de pesetas. Ahora, las cifras son m¨¢s modestas y reales: el ahorro posible se aproxima a los 9.0.000 millones de pesetas.

En el caso del gasto sanitario, la cuesti¨®n radica en las negociaciones con el sector farmace¨²tico para "obtener alg¨²n retorno" de los aumentos de beneficios que impulsa la sanidad p¨²blica, adem¨¢s de la tasa de 100 pesetas por receta que quiere imponerse. Los primeros c¨¢lculos del ¨¢rea gubernamental responsable de los Presupuestos indican que el ahorro posible en el ¨¢rea de sanidad estar¨¢ en torno a los 100.000 millones de pesetas.