El fiscal pide 47 y 34 a?os para los dos cabecillas del 'crimen del rol'

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A pesar de la irracional y macabra acci¨®n, los dos acusados, seg¨²n se desprende del informe del fiscal, son imputables: es decir, sab¨ªan distinguir el bien del mal. Los forenses que examinaron a Rosado a instancias del juzgado instructor determinaron que sufre una enfermedad mental. Otros informes, en cambio, le definen como una persona que finge ser un enfermo mental.

Dos amigos de Rosado y Mart¨ªnez tambi¨¦n se sentar¨¢n en el banquillo: Javier Hugo Ercilla y Jacobo Parra, ambos menores de edad. El fiscal pide para cada uno seis a?os de c¨¢rcel; al primero, por encubrir el asesinato de Moreno, y al segundo, por conspiraci¨®n para cometer otro crimen.

Rosado y Mart¨ªnez fueron detenidos un mes despu¨¦s del asesinato de Moreno. La polic¨ªa hall¨® en el dormitorio de Rosado un diario -un monumento a la sevicia- en el que ¨¦ste narraba con profusi¨®n de detalles la agon¨ªa y muerte de Moreno, quien, para Rosado, no era una persona, era una "presa".

El acusador explica en su informe en qu¨¦ consiste el juego de rol que Rosado -su mentor- denomin¨® Razas. Se trata de un juego de ficci¨®n, explica, en el que Rosado, su compinche, y otros amigos sol¨ªan refugiarse. "Sobre un tablero creaban un mundo imaginario. Cada jugador interpretaba un personaje. Ese mundo imaginario se materializaba en fichas de papel, as¨ª como experiencias surgidas en la actividad y las peculiaridades f¨ªsicas y ps¨ªquicas de cada personaje: complexi¨®n f¨ªsica, aptitudes, habilidades, destreza.... En ocasiones", prosigue el fiscal, "los acusados traspasaban el plano de lo imaginario reflejado en las fichas para escenificar una representaci¨®n con comportamientos similares a movimientos de guerrilla o maniobras. La particularidad de Razas consist¨ªa en dividir la humanidad en 360 arquetipos parcialmente inspirados en ciertas publicaciones, c¨®mics y v¨ªdeos, impregnados por la violencia, el terror, las armas y el misterio".Exposici¨®n de hechos

El fiscal hace un relato del modo en que fue asesinado Carelos Moreno. A continuaci¨®n, un amplio resumen del mismo: "Los procesados Javier Rosado y F¨¦lix Mart¨ªnez, en fecha no exactamente determinada del mes de abril de 1994, decidieron superar tanto la forma l¨²dica documentada en fichas como la de escenificaci¨®n de las situaciones, para materializar en el mundo de la realidad f¨ªsica un plan consistente en dar muerte, en un lugar apartado y en horas de noche, a una persona, preferentemente mujer joven. O, de no ser ello posible, a un menor de edad, y, en defecto de los anteriores, a un var¨®n. Se repartir¨ªan las funciones agresoras, de tal suerte que Rosado ir¨ªa provisto de un arma blanca no muy grande y de hoja muy afilada al objeto de asestar a la v¨ªctima escogida una herida mortal en el cuello. El papel de Mart¨ªnez era llevar un machete de monte y asestar m¨²ltiples golpes, en zonas no vitales del cuerpo de la v¨ªctima, para causarle dolor y de tal suerte que la muerte se produjera tras un gran sufrimiento".

"Con el designio indicado", prosigue el fiscal, "sobre la 1.30 del d¨ªa 30 de abril de 1994, concertados en la ciudad de Madrid y provistos, adem¨¢s, de guantes de l¨¢tex, se dirigieron al barrio de Manoteras en busca de la persona id¨®nea para su juego. Acecharon a un total de ocho personas, sin que pudiesen materializar el plan descrito. Sobre las 4.30, hallaron en la parada de autob¨²s de las l¨ªneas 7, 29 y 129, sita en la calle de Bacares, n¨²mero 26, a don Carlos Moreno Fern¨¢ndez, de 52 a?os. Le abordaron con exhibici¨®n de los cuchillos indicados, exigi¨¦ndole la entrega del dinero que llevase, para de este modo, y seg¨²n el plan, hacerle creer que la intenci¨®n era meramente depredatoria. Don Carlos les entreg¨® 3.000 pesetas, tras lo que Javier Rosado le oblig¨® a que pusiera las manos en la espalda y alzara la cabeza; lo que as¨ª hizo, convencido de que sus agresores pretend¨ªan registrarle".

"Una vez en la posici¨®n indicada, por entero indefenso, Rosado, de manera inopinada, le asest¨® una cuchillada en el cuello, seguida por otra en el mismo lugar. Al mismo tiempo, F¨¦lix Mart¨ªnez descargaba repetidamente el machete sobre el vientre y las extremidades de don Carlos, quien, pese a la gravedad de las heridas recibidas, sali¨® corriendo, intentando sustraerse a la acci¨®n de los procesados. Fue de nuevo apresado, a pocos metros del lugar inicial, donde le asestaron m¨²ltiples cuchilladas por todo el cuerpo. Con tal violencia que el machete empleado result¨® doblado. Don Carlos sali¨® huyendo de nuevo, a pesar de la hemorragia intensa que ya presentaba. Pero fue alcanzado de nuevo. Y forceje¨® hasta caer por un terrapl¨¦n de las inmediaciones, donde Javier Rosado perdi¨® su cuchillo, por lo cual, y persistiendo en su prop¨®sito de seccionarle la garganta, introdujo su mano derecha, primero, y luego sus dos manos en la herida del cuello, desgarrando con sus dedos tejidos, cart¨ªlagos y dem¨¢s ¨®rganos. Mientras, F¨¦lix Mart¨ªnez prosegu¨ªa en su acci¨®n con el prop¨®sito de conseguir la evisceraci¨®n de don Carlos, prolong¨¢ndose tal situaci¨®n ag¨®nica varios minutos, hasta que don Carlos, exang¨¹e por la hemorragia, expir¨®".

"Los procesados, en fechas posteriores no exactamente determinadas, comunicaron lo acontecido a los tambi¨¦n procesados Javier Hugo Ercilla Stagnaro, menor de 18 a?os, y sin antecedentes penales, y a Jacobo Parra Sanz, igualmente menor de 18 a?os. De manera minuciosa, les contaron el crimen."

"En la primera semana del mes de junio de 1995", a?ade el fiscal, todos ellos se concertaron en la ciudad de Madrid, con objeto de salir en la madrugada del d¨ªa 5 en busca de otra v¨ªctima, a la que dar¨ªan muerte en forma similar a la ya descrita, con elaboraci¨®n de un plan y reparto de funciones en la ejecuci¨®n del prop¨®sito indicado".

"Sin embargo, relataron el crimen y sus sangrientos prop¨®sitos a otro amigo y ¨¦ste avis¨® a la polic¨ªa. Sobre las 23.00 del d¨ªa 4 de junio de 1995, un d¨ªa antes de la fecha prevista, la polic¨ªa detuvo a Javier Rosado y F¨¦lix Mart¨ªnez, impidi¨¦ndoles as¨ª la materializaci¨®n del plan indicado. Adem¨¢s, registr¨® sus casas y se incaut¨® de cuchillos y carpetas con el juego de Razas".