?Cosm¨¦tica o renovaci¨®n

Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar no apareci¨® hasta el minuto 24 (octava noticia: cumbre hispano-ltaliana de Valencia; tres minutos y medio de duraci¨®n), y hasta ese momento tan s¨®lo hab¨ªan sido citados dos de sus ministros: Mayor Oreja (dos veces: pidiendo calma a los socios nacionalistas del Gobierno y comentando la detenci¨®n de unos etarras en Vizcaya) y Romay Beccar¨ªa (asegurando que el gasto sanitario se incrementar¨¢ un 6% el a?o pr¨®ximo).Como ya no volvieron a aparecer miembros del Ejecutivo, puede decirse que Ernesto S¨¢enz de Buruaga se atuvo anoche, en su deb¨² como conductor de la segunda edici¨®n del Telediario, al gui¨®n que ¨¦l mismo hab¨ªa anunciado: "No tienen por qu¨¦ aparecer obligatoriamente nueve ministros en cada Telediario".

S¨¢enz de Buruaga abri¨® su informativo con la pol¨¦mica desatada por Julio Anguita al enarbolar la tricolor bandera republicana. Dio cuenta de los varapalos recibidos por Anguita (lo que le permiti¨® dar la voz a todo el mundo: PP, PSOE y disidentes de IU), pero tuvo el elemental reflejo profesional (no demasiado habitual en las versiones anteriores de "el parte" nocturno de TVE) de entrevistar en directo al protagonista de la algarada (seis minutos). Las cargas de Anguita fueron amortiguadas por la inmediata difusi¨®n de una encuesta del CIS muy favorable para la Corona y la presentaci¨®n de un elogioso perfil de don Juan Carlos (tres minutos y medio).

Las "cr¨ªticas" (¨¦sa fue la palabra empleada) de CiU y PNV al Gobierno -Ardanza y Dur¨¢n Lleida tomaron la palabra- fueron la segunda noticia propuesta por el periodista burgal¨¦s, que abri¨® despu¨¦s un bloque de tribunales con el caso de los periodistas de Egin, el asunto Arny y el juicio de los violadores del ascensor, para dar paso, como sexto tema, al desalojo de un poblado chabolista madrile?o.

Con independencia del debate sobre si es o no correcto pol¨ªtica, profesional y laboralmente que el director de informativos de TVE -que ya debe orquestar el trabajo de m¨¢s de 700 personas- presente el principal telediario de la cadena p¨²blica (I?aki Gabilondo sent¨® un precedente durante unos meses en 1981, pero fue, como ¨¦l mismo reconoce, la consecuencia de una situaci¨®n "an¨®mala" y "de emergencia", la de la crisis del 23-F), S¨¢enz de Buruaga estuvo anoche r¨¢pido, sobrio y seguro.

El aire profesional de su estilo, la vivacidad del ritmo de las noticias, la menor reiteraci¨®n verbal de los contenidos, la voluntad de darle m¨¢s peso a las im¨¢genes, y la sin duda, muy calculada dosificaci¨®n de las apariciones gubernamentales otorg¨® al estreno de su Telediario una impresi¨®n menos cansina, polvorienta y oficialista que lo habitual en esta cadena.

Algo menos, cabe precisar. A los 30 minutos del Telediario de S¨¢enz de Buruaga (Mar¨ªa Escario dio luego cuenta de la informaci¨®n deportiva) le pesaron viejos defectos de la casa (por ejemplo, el paletismo: la informaci¨®n internacional no lleg¨® hasta el minuto 25 y dur¨® apenas cuatro minutos y medio; tres noticias escuetas: Bosnia, Hebr¨®n y nave Atlantis); y le chirriaron silencios clamorosos (ni un s¨®lo segundo consagrado a la cultura). As¨ª que cabe la sospecha razonable de de que quiz¨¢ s¨®lo estemos ante un mero lifting auspiciado por los cachorros menos casposos del clan de Valladolid. Veremos.