?Que investiguen ellos?
En los pa¨ªses m¨¢s avanzados la transferencia de investigaci¨®n cient¨ªfica a las empresas genera gran parte del desarrollo tecnol¨®gico, pero nuestro pa¨ªs no genera, sino que importa tecnolog¨ªa. Hemos podido leer que "el retraso cient¨ªfico de Espa?a es causa de muchos de los problemas que aquejan a nuestra econom¨ªa" (EL PA¨ªS, 8 de agosto).Hay quienes piensan que los cient¨ªficos en general est¨¢n capacitados para resolver los problemas cotidianos de las empresas; nada ser¨ªa, pues, m¨¢s f¨¢cil que poner a nuestros cient¨ªficos a solucionarlos. Los c¨ªrculos cercanos a las empresas solicitan inversiones p¨²blicas para financiar el desarrollo tecnol¨®gico, pienso que en detrimento de la investiga ci¨®n b¨¢sica. Al menos en biolog¨ªa y biomedicina, estas alter nativas son discutibles, y ser¨ªa perjudicial que su adopci¨®n dentro de una pol¨ªtica estatal hiciese peligrar la calidad de la investigaci¨®n b¨¢sica.
No hay una certeza absoluta de que Espa?a tenga un "retraso cient¨ªfico". La repercusi¨®n internacional de nuestra investigaci¨®n indica que no nos falta calidad; en todo caso carecemos de cantidad. Tampoco escasean bi¨®logos, qu¨ªmicos y farmac¨¦uticos capacitados para la investigaci¨®n en la empresa: Merck Sharp & Dohine, Glaxo WeIlcome y SmithKline Beecham, tres l¨ªderes multinacionales del sector quimicofarmac¨¦utico, tienen centros de investigaci¨®n en Espa?a, con investigadores espa?oles y dos de ellos con directores espa?oles. Sin embargo, la investigaci¨®n de las empresas espa?olas es exigua, por lo que parece l¨®gico pensar que el problema reside en que muchas empresas espa?olas no han sabido, o no les ha interesado, incorporar programas de investigaci¨®n a su debido tiempo.
Formar a un investigador exige una inversi¨®n considerable de recursos p¨²blicos y esfuerzos personales. Tras casi 12 a?os que comienzan con una beca predoctoral, continuando con estancias postdoctorales en varios lugares, y si se obtiene una plaza en una controvertida oposici¨®n, el cient¨ªfico estar¨¢ capacitado para dirigir investigaciones punteras en un campo muy espec¨ªfico de la ciencia, pero su formaci¨®n puede no ser la m¨¢s adecuada para sacar del atolladero a una empresa de 15 trabajadores, como propone alg¨²n firmante del Manifiesto de El Escorial. La sabidur¨ªa popular llama a esto "matar moscas a ca?onazos".
Es esencial que las empresas tengan buenos grupos de investigaci¨®n, o que contraten investigaci¨®n externa si no pueden mantener un grupo propio. ?Es necesario incentivar a las empresas espa?olas para que incorporen cient¨ªficos a sus plantillas? Ya se ha financiado un programa de formaci¨®n de doctores en conexi¨®n con las empresas, y no parece que haya tenido un ¨¦xito resonante. En el programa nunca se consider¨® la contrataci¨®n por las empresas del personal ya formado. Nuestro actual buen nivel en biolog¨ªa y biomedicina nos permite buenos doctores dentro del Mundo acad¨¦mico. Si existiese una pol¨ªtica empresarial sostenida para incorporarles a los departamentos de desarrollo tecnol¨®gico, se favorecer¨ªa la transferencia de conocimientos cient¨ªficos, se mantendr¨ªa el trabajo de los grupos de investigaci¨®n b¨¢sica y se evitar¨ªan muchas frustraciones personales de los reci¨¦n doctorados.
?Por qu¨¦ es necesaria la investigaci¨®n b¨¢sica? Aunque gran parte del progreso se ha conseguido por el procedimiento emp¨ªrico de probar y corregir, es necesario saber qu¨¦ alternativas existen para probarlas. Probar a ciegas puede tambi¨¦n ser peligroso: cebar vacas con productos de casquer¨ªa parec¨ªa un avance, pero para los ganaderos del Reino Unido se ha convertido en un desastre, y nadie sabe c¨®mo curar la enfermedad de las vacas locas. No es f¨¢cil resolver problemas tales como curar el sida o los canceres por procedimientos emp¨ªricos, ni podremos utilizar la terapia g¨¦nica sin conocer los mecanismos que regulan las funciones vitales de la c¨¦lula. Para el p¨²blico, incluso para el empresario, la investigaci¨®n b¨¢sica puede a veces parecer in¨²til, pero si renunciamos a trabajar en estos objetivos ?no estaremos practicando a otro nivel el "que inventen ellos"? Precisamente las consecuencias de este error hist¨®rico es lo que, al parecer, todos ahora necesitamos remediar.
Miguel Vicente es bi¨®logo en el Centro de Investigaciones Biol¨®gicas del CSIC.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.