Vidal-Quadras deja la presidencia del PP de Catalu?a con amargas cr¨ªticas a Aznar y CiU
Aleix Vidal-Quadras se despidi¨® ayer de la presidencia del PP en Catalu?a. Y lo hizo present¨¢ndose a s¨ª mismo como alternativa en la reserva a la pol¨ªtica de alianzas del Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar con el centro derecha nacionalista de Catalu?a y el Pa¨ªs Vasco. En un discurso que rezumaba amargura por su obligado adi¨®s, Vidal-Quadras reproch¨® a la direcci¨®n del PP que haya renunciado a la defensa de sus principios ideol¨®gicos. Los aplausos cosechados por Vidal-Quadras no se tradujeron en votos a sus partidarios. La candidatura de Antonio Valero obtuvo una quinta parte (19%) de los votos de los 1.200 compromisarios, mientras que el nuevo presidente -el oficialista Alberto Fern¨¢ndez D¨ªaz- consigui¨® el 72%.
M¨¢s que la sucesi¨®n en s¨ª, el inter¨¦s gir¨® en tomo a un ¨²nico eje: el discurso de Vidal-Quadras. El presidente saliente apareci¨® demacrado y no pudo reprimir alguna l¨¢grima durante su intervenci¨®n. Acus¨® a la direcci¨®n nacional de su partido de olvidar el componente moral de la pol¨ªtica y de entenderla como el "seguimiento pragm¨¢tico" de las fluctuaciones de la opini¨®n p¨²blica, que la convierten en "un juego frustrante de oportunismos banales". Frente a esto alz¨® su bandera: "La pol¨ªtica es la batalla de las ideas, la confrontaci¨®n entre el bien y el mal". Las ideas que defiende son, precis¨®, el pluralismo y Espa?a como naci¨®n.Si este fue el tono del discurso, pronunciado la mitad en catal¨¢n y la otra mitad en castellano e interrumpido en 11 ocasiones por los aplausos de una parte de los asistentes, el fondo era la expresi¨®n de un desaf¨ªo. Vidal-Quadras dijo que acataba la disciplina que le llevaba a cumplir "instrucciones que nos parecen equivocadas" y que, en este caso, sent¨ªa como "una claudicaci¨®n" del partido ante sus aliados.Pagar el precio
Vidal-Quadras especific¨® n¨ªtidamente, adem¨¢s, la causa pol¨ªtica de este desaf¨ªo. Cuando la aritm¨¦tica parlamentaria impone alianzas con fuerzas ideol¨®gica y electoralmente adversarias, explic¨®, no hay que interrumpir la confrontaci¨®n doctrinal, sino que hay que intensificarla. "He cumplido con mi obligaci¨®n de advertirlo, y he pagado por ello el precio que la disciplina del partido me ha asignado", dijo. Este precio ha sido la imposici¨®n de un silencio que, advirti¨®, "nuestros epis¨®dicos aliados" no practican. Al rev¨¦s. Desde el 3 de marzo, CiU no ha hecho m¨¢s que reforzar Ias apelaciones nacionalistas sobre los instintos m¨¢s primarios" de la sociedad.
Al desaf¨ªo agreg¨® tambi¨¦n Vidal-Quadras un amargo reproche. Esa sinceridad suya, explic¨®, ha sido correspondida por los afiliados con la adhesi¨®n. Por los electores, con los votos. En cambio, a?adi¨®, la respuesta de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar ha sido pedirle la renuncia a la reelecci¨®n.
A todo ello agreg¨® unos augurios nada halag¨¹e?os. Primero dijo que durante los ¨²ltimos seis a?os no hab¨ªa hecho m¨¢s que defender contra viento y marea, junto con todo el partido, unas pocas ideas b¨¢sicas. La libertad y el pluralismo como valores superiores y la idea de que "Espa?a es una grande, antigua y gloriosa naci¨®n europea, que posee una sustancia espiritual y cultural que nos impregna y vivifica a todos", compatible con "nuestra singular personalidad catalana".
Pero acto seguido dijo que ante la defensa de estas ideas, a las que no se olvid¨® de agregar la defensa del idioma castellano como lengua de Catalu?a, "se abre un panorama de incertidumbre". Esa pol¨ªtica va a quedar, adelant¨®, entre par¨¦ntesis. En uno de los aspectos que m¨¢s indign¨® a sus adversarios, Vidal-Quadras record¨® que el congreso se celebraba sin ponencia de estrategia pol¨ªtica ni doctrinal. "Abandonamos la luz y nos adentramos en la tiniebla", sentenci¨®.
El discurso de Vidal-Quadras produjo entusiasmo entre sus seguidores, que le aplaudieron puestos en pie, y asombr¨® a sus adversarios, que no esperaban un desaf¨ªo de esa magnitud. Uno de los dirigentes que hasta hace poco le hab¨ªa defendido, el diputado Jorge Trias Sagnier, le reproch¨® el car¨¢cter maniqueo. Otros, como Manuel Mili¨¢n, sosten¨ªan que se trataba de una toma de posici¨®n "propia de la ultraderecha, pero no de una fuerza de centro".
Uno de sus diputados afines se?al¨® que no le cab¨ªa duda alguna de que Vidal-Quadras "se ha convertido en un gran referente nacional" en el PP y fuera de ¨¦l, y opin¨® que su desaf¨ªo a la direcci¨®n "es una inversi¨®n para el futuro cuando haga crisis la alianza con CiU y el PNV. Alberto Fern¨¢ndez D¨ªaz s¨®lo quiso comentar que no le hab¨ªa sorprendido. Pero record¨® que si el congreso no debat¨ªa una ponencia pol¨ªtica era porque el propio Vidal-Quadras se hab¨ªa negado a renunciar a ser el encargado de elaborarla mientras mantuvo su pulso p¨²blico con Aznar.
La respuesta a la intervenci¨®n de Vidal-Quadras lleg¨® de la mano del vicepresidente segundo del Gobierno, Rodrigo Rato. Ya tras la votaci¨®n, Rato defendi¨® ante los congresistas la pol¨ªtica del Gobierno como una correcta interpretaci¨®n de su l¨ªnea ideol¨®gica y dijo: "En pol¨ªtica, no se puede distinguir entre el bien, -nosotros- y el mal -los otros-". Al contrario, defendi¨® que el PP debe basar su actuaci¨®n en el di¨¢logo y la tolerancia y aplicar su programa "desde una pol¨ªtica de centro, tolerante y liberal".
Tambi¨¦n Juan Carlos Vera, secretario de organizaci¨®n del PP, que asist¨ªa al congreso, rechaz¨® las posiciones de Vidal-Quadras. Las calific¨® de "planteamiento equivocado" e "irreal" y no ocult¨® que le hab¨ªan molestado "porque los dem¨¢s dirigentes del partido tambi¨¦n tenemos principios. Y adem¨¢s, tenemos programa".
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