Lia?o tiene intenci¨®n de declarar imputada a la mujer de Galindo

El juez Javier G¨®mez de Lia?o, instructor del caso -Lasa-Zabala, cit¨® ayer en calidad de testigo a la esposa del general de la Guardia Civil Enrique Rodr¨ªguez Galindo, Mar¨ªa Fernanda ?lvarez de Sotomayor, que se acogi¨® a su derecho a no declarar para no perjudicar a su marido. La mujer de Galindo present¨® un escrito, que no le fue admitido por el magistrado por tratarse de' una testigo. Sin embargo, pudo leerlo y su contenido qued¨® reflejado en el acta de comparecencia. El juez decidi¨® no cambiarle de momento la condici¨®n de testigo por la de imputada, pero en el acta se anticipa que en breve redactar¨¢ una resoluci¨®n motivada en la que, previsiblemente, s¨ª que la considerar¨¢ imputada y la volver¨¢ a citar a declarar.

Fernanda ?lvarez de Sotomayor, de 52 a?os de edad y madre de cinco hijos, tres de ellos guard¨ªas civiles, lleg¨® y, abandon¨® la Audiencia Nacional por la puerta del garaje. Elegante y vistosa, su chaqueta roja contrastaba con el negro del resto de su indumentaria -blusa, falda, medias y zapatos-. Como ¨²nica joya visible, llevaba un colgante con un gran medall¨®n en el pecho. Su abogado, Jorge Argote, que es tambi¨¦n el de su esposo y que, como ¨¦l, se encuentra procesado en este sumario, intent¨® estar presente en la declaraci¨®n de la testigo, pero un oficial del juzgado lo impidi¨®, ya que no pod¨ªa comparecer asistida de letrado. Argote advirti¨® entonces apresuradamente a su cliente: "Mar¨ªa Fernanda, no declares nada, no declares nada".La esposa de Galindo, al no ser admitido el escrito que llevaba, hizo constar su deseo de leerlo. En s¨ªntesis, en ¨¦l se?ala que su marido ha sufrido injusta prisi¨®n por esta causa -secuestro y asesinato de los presuntos etarras Jos¨¦ Antonio Lasa y Jos¨¦ Ignacio Zabala-, aunque no conoce el contenido incriminatorio que pueda haber en el sumario, y que se acoge al derecho a no declarar, si bien quiere dejar constancia de ciertas precisiones.Patrimonio de "noble origen"

Las cinco precisiones a las que se refiere son: su profunda convicci¨®n en la inocencia de su marido; su orgullo por haberle acompa?ado en todos los destinos, especialmente en Guip¨²zcoa; que jam¨¢s ha conocido. o participado en los servicios realizados por el ahora general y que fueron prestados "en cumplimiento de su obligaci¨®n, de las ¨®rdenes de la superioridad y en def¨¦nsa de las instituciones democr¨¢ticas"; que el "patrimonio familiares el producto del trabajo y del ahorro, de noble origen, y el que se corresponde con los a?os de servicio y empleos desempe?ados por su esposo", y que jam¨¢s declarar¨¢ nada que pueda ser utilizado en su contra.

El juez le advirti¨® que, adem¨¢s de su marido, existen otros procesados por delitos muy graves en el sumario, como los ex agentes de la Guardia Civil Enrique Dorado y Felipe Bayo o el ex gobernador civil Julen Elgorriaga, y que sobre ellos s¨ª tendr¨ªa la obligaci¨®n de declarar, pero la esposa de Galindo se mantuvo en su postura.

Ni G¨®mez de Lia?o ni el fiscal Jes¨²s Santos hicieron constar en el acta las preguntas que iban a formularle, en contra de lo que suele ser habitual, para no darle pistas en previsi¨®n de que intentara preparar las respuestas ante una casi segura nueva citaci¨®n para declarar en- calidad de imputada. En el acta de la comparecencia figura expresamente que el magistrado dictar¨¢ en breve una resoluci¨®n sobre este tema en la que previsiblemente se declarar¨¢ imputada a la esposa de Galindo.

Los datos que ha recibido el juez procedentes de entidades bancarias y de la propia Guardia Civil sobre las cuentas corrientes y los bienes del general y su esposa, tanto a sus nombres reales como a los falsos que utilizaban por razones de seguridad, destacan ingresos espectaculares para un funcionario p¨²blico y en ocasiones superiores a los tres millones de pesetas mensuales. Estas cifras result¨¢n a¨²n m¨¢s elevadas en los datos correspondientes al a?o 1988. Las cuentas en las que figuran las m¨¢s abultadas est¨¢n a nombre del general, aunque son indistintas. Galindo y su esposa tienen el r¨¦gimen fiscal de gananciales.

Fuentes de la investigaci¨®n indican que se est¨¢, estudiando detalladamente la posibilidad de que Rodr¨ªguez Galindo haya recibido importantes cantidades, procedentes de los fondos reservados del Ministerio del Interior. El ex director general de la Guardia Civil Luis Rold¨¢n tiene declarado tanto en el denominado caso GAL, que se tramita en el Tribunal Supremo, como en el relativo al uso irregular de esos fondos, en el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 43 de Madrid, que todos los altos cargos y mandos en la lucha antiterrorista cobraban de ellos.

Rold¨¢n incluso admiti¨® que ¨¦l percib¨ªa cinco millones al mes y present¨® como prueba la fotocopia de algunos de los cheques que le fueron 'entregados. Tambi¨¦n explic¨® que el director de la polic¨ªa cobraba cantidades similares a las suyas y los delegados del Gobierno y los gobernadores civiles sumas inferiores, as¨ª como que supon¨ªa que el secretario de Estado y el ministro, que estaban por encima de ¨¦l en el organigrama ministerial, se asignaban ingresos m¨¢s elevados con cargo a esa partida de los fondos reservado,s.Los pagos se realizaban en la mayor¨ªa de las oportunidades, Galindo con cargo a los fondos seg¨²n la declaraci¨®n de Rold¨¢n y otras que constan en los sumarios mencionados, mediante talones con cargo a la cuenta que el Ministerio del Interior ten¨ªa en el Banco de Espa?a, si bien algunas veces la entrega se hac¨ªa en efectivo en sobres blancos que preparaba Juan de Justo, secretario particular del entonces secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera.

Fuentes de la investigaci¨®n no descartaban ayer el solicitar al Tribunal Supremo y al Juzgado n¨²mero 43 los datos de que dispongan sobre posibles pagos a reservados. Respecto a cantidades percibidas legalmente, el magistrado tiene en su pode! dato aportados por la propia Guardia Civil en los que consta que el general percibe casi 250.000 pesetas al mes por las cruces de la Orden del M¨¦rito del cuerpo que posee.

El patrimonio conocido de Rodr¨ªguez Galindo podr¨ªa se embargado si no hiciera frente los 100 millones de pesetas que le fueron fijados como fianza para hacer frente a las responsabilidades civiles que pudieran declararse como consecuencia del proceso.