Ning¨²n otro municipio bebe agua de Alcal¨¢
Del r¨ªo Sorbe a la presa de Bele?a (Guadalajara) de all¨ª a la planta potabilizadora del pueblo alcarre?o de Mohernando y por fin a los dep¨®sitos de Meco. Este es el primer tramo del camino del agua de Alcal¨¢, localidad que se abastece de la Mancomunidad de Aguas del Sorbe, como Guadalajara y otros pueblos de la provincia alcarre?a, donde nace este r¨ªo y est¨¢ la presa. Alcal¨¢ no bebe del Canal de Isabel II, como el resto de la regi¨®n madrile?a.
Los dep¨®sitos de Meco ¨²nicamente suministran agua a Alcal¨¢. A toda la ciudad, no s¨®lo a la zona norte, la m¨¢s afectada por el brote de neumon¨ªa. Hasta este punto del camino todo el mundo est¨¢ de acuerdo. A partir de aqu¨ª, las versiones sobre c¨®mo es la red de distribuci¨®n var¨ªan. Cada uno dice una cosa, y nadie ense?a los mapas (los hay) que demuestren qui¨¦n est¨¢ en lo cierto.
La Comunidad de Madrid ha apuntado que la legionella, a la que se atribuye el brote de neumon¨ªa de Alcal¨¢, puede esconderse en alg¨²n punto de la red de abastecimiento. "Imposible, hubiese afectado a toda Alcal¨¢, ya que la red tiene la forma de una malla por la que el agua circula en dos direcciones, y toda la ciudad estar¨ªa afectada", claman el equipo de Gobierno popular y un antiguo responsable t¨¦cnico nada sospechoso de querer ayudarles.
Antiguos gestores municipales replican: "Hay tuber¨ªas que pasan s¨®lo por la zona norte y otras que mueren en un punto donde se producen estancamientos de agua".
Cloro en el agua
Lo que s¨ª comparten todos los alcala¨ªnos estos d¨ªas son las tres partes por mill¨®n de cloro que se han echado al agua para desinfectar la red. Esto es, tres gotas de cloro por cada mill¨®n de gotas de agua. En esta proporci¨®n no da?a la salud, seg¨²n la Comunidad. Est¨¢ por debajo de lo que la Organizaci¨®n Mundial de la Salud recomienda como tope: cinco partes por mill¨®n. El cambio puede provocar des¨®rdenes en est¨®magos delicados. Como cuando alguien viaja a otra ciudad en la que el agua tiene m¨¢s cloro.Eso s¨ª, el agua tiene un sabor muy desagradable. Basta con hervirla para que el cloro, que ya ha cumplido su funci¨®n, se evapore. Despu¨¦s se mete en la nevera. As¨ª dejar¨¢ de ofender a los paladares complutenses, acostumbrados a un agua con pocos aditivos, ya que el agua del r¨ªo Sorbe llega en muy buenas condiciones.
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