Garc¨ªa S¨¢nchez retrata un tiempo de frialdad y miedo en "Tranv¨ªa a la Malvarrosa"
La pel¨ªcula, basada en la novela de Manuel Vicent, abre la Mostra de Valencia
Jos¨¦ Luis Garcia S¨¢nchez tiene recuerdos algo m¨¢s fr¨ªos y oscuros de los a?os del franquismo que los brillantes y luminosos que aparecen en Tranv¨ªa a la Malvarrosa. El director ha descubierto la luz y temperatura del Mediterr¨¢neo, y los mofletes de los valencianos, acompa?ando a un adolescente que despierta a los sentidos. Basada en la autobiograf¨ªa del mismo t¨ªtulo del escritor Manuel Vicent, Tranv¨ªa a la Malvarrosa inaugur¨® ayer la 17? Mostra de Valencia. "Hemos vuelto la mirada hacia atr¨¢s sin nostalgia ni ira", afirm¨® el director.
"Recuerdo una sociedad injusta, la frialdad que ten¨ªan las madres, la gente con miedo, triste y poco cari?osa". As¨ª describe Jos¨¦ Luis Garc¨ªa S¨¢nchez las sensaciones de su infancia y adolescencia en Salamanca. Pero el Mediterr¨¢neo es distinto. "Ese despertar a los sentidos de un chico en un sitio como Valencia s¨®lo era posible aqu¨ª. Ni en Salamanca donde yo crec¨ª, ni en Logro?o donde creci¨® Rafael D¨ªaz Azcona", afirm¨® ayer el director despu¨¦s de la proyecci¨®n del filme.Basada en la novela del valenciano Manuel Vicent y con gui¨®n de D¨ªaz Azcona, Tranv¨ªa a la Malvarrosa se adentra en la Valencia de los a?os 50 con una gran ambientaci¨®n -m¨¢s de 100 decorados- y dando a la ciudad, sus olores, sus colores y su alboroto, un protagonismo especial, obra del director art¨ªstico Pierre Louls Thevenet y del operador Jos¨¦ Luis Alcaine. Con Liberto Rabal, nieto de Paco Rabal, en el papel principal, la pel¨ªcula da cabida a actores como Ariadna Gil, Fernando Fern¨¢n G¨®mez, Vicente Parra, Antonio Resines y Juan Luis Galiardo, hasta los menos conocidos Jorge Merino, Sergio Villanueva o Luis Montes. El filme, una producci¨®n de Sogetel y Andr¨¦s Vicente G¨®mez, que ha contado con un presupuesto de 374 millones de pesetas, gira en tomo a ese viaje sin retorno a bordo de un tranv¨ªa amarillo que dejaba atr¨¢s una Valencia sin color, provinciana y eclesi¨¢stica y llegaba a la playa de la Malvarrosa, llena de colores, gritos y acordeones.
"Trabajar con la literatura es como hacerlo con cristal, en cualquier momento se puede romper". Garc¨ªa S¨¢nchez acometi¨® con pavor el proyecto de Tranv¨ªa a la Malvarrosa, pero ayer confes¨® que lo que empez¨® como el trabajo de adaptaci¨®n de la novela de un escritor ha terminado en la pel¨ªcula de un amigo. "Manuel Vicent es un autor que ha comprendido que el cine les distinto a la literatura. En vez de empe?arse en que se respetara escrupulosamente el argumento de la novela, se ha preocupado de damos afecto, confianza y, sobre todo, sensualidad", se?al¨® el director, que encarg¨® a Vicent, ausente ayer en Valencia por encontrarse en Chicago, Estados Unidos, la escritura de la voz en off del protagonista que va recorriendo el filme y que en realidad son las sensaciones que el autor ha experimentado viendo su juventud en la pantalla.
Si algo ha tenido presente Garc¨ªa S¨¢nchez -que ayer cont¨® con la compa?¨ªa de su amigo Fernando Trueba- es que en su pel¨ªcula no cab¨ªa la recreaci¨®n fiel de unos a?os de nuestra vida, y por ello ha introducido transgresiones y elementos esperp¨¦nticos, sin olvidar la represi¨®n de los sentimientos, las movidas pol¨ªticas, las lecturas prohibidas, las sectas cat¨®licas y la pena de muerte. "S¨¦, porque lo he vivido, que los sentimientos estaban reprimidos hasta l¨ªmites enfermizos. Voluntariamente hemos querido que esa soledad de los sentimientos, propia de la burgues¨ªa y de las clases acomodadas, se viera en la pel¨ªcula. No hab¨ªa calor, era una sociedad donde el beso era un milagro y cuando lo hab¨ªa era sonoro pero no c¨¢lido".
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