Diego Maradona, apesadumbrado por la detenci¨®n de su agente, Coppola

El suspiro de alivio del f¨²tbol argentino dura ya dos d¨ªas. En la tarde del mi¨¦rcoles se entreg¨® a la polic¨ªa, al juez y a una condena segura Guillermo Coppola, el sospechoso de siempre por arruinar la vida de algunos de los famosos jugadores que representaba -Alberto Tarantini y Diego Armando Maradona, entre otros-, y al que se acusa ahora de tr¨¢fico ilegal de drogas despu¨¦s de- que se le requisara medio kilo de coca¨ªna y pastillas d¨¦ ¨¦xtasis ocultas en su piso. Diego Maradona, por medio de su abogado Daniel Bolotnifkof, dijo que se sent¨ªa "apesadumbrado" por la detenci¨®n de Coppola.La captura de Coppola, ordenada por el juez tras grabar casi mil horas de conversaciones telef¨®nicas entre todos los miembros de la red de traficantes y de requisar su piso se demor¨® hasta la tarde del mismo d¨ªa en que se dio la orden porque el representante de Maradona quer¨ªa "garant¨ªas" antes de entregarse.

Coppola habl¨® primero con una emisora de radio del grupo multimedia que tiene contratado a Maradona en exclusiva y despu¨¦s se cit¨®, a dos calles de su vivienda, con los periodistas de una cadena de televisi¨®n del mismo grupo. La exclusiva entrevista de 10 minutos que concedi¨® se realiz¨® dentro de un coche que circulaba lentamente. En ese tiempo, Coppola aprovech¨® para negar todos los cargos y para pedirle al periodista que repartiera las copias de un comunicado que hab¨ªan redactado sus abogados y que llevaba su firma. "Yo s¨¦ que no tengo una imagen de jard¨ªn de infantes, no soy un santo, pero tampoco soy un demonio". Seg¨²n Coppola, "alguien puso la droga" que la polic¨ªa descubri¨® en su domicilio.

El silencio de Diego Armando Maradona, que el mi¨¦rcoles viaj¨® hasta la comisar¨ªa de Castelli, 200 kil¨®metros al sur de Buenos Aires, para visitar a su cu?ado, Gabriel, El Morsa, Esp¨®sito, es una demostraci¨®n de la coordinaci¨®n de fuerzas y de intereses qu¨¦ han alcanzando el juez y los abogados defensores. Las primeras declaraciones indagatorias de los detenidos coinciden en que admiten el consumo de drogas pero no el tr¨¢fico. El Morsa reconoce que es un adicto y que, en ocasiones, invit¨® a Maradona a consumir drogas, pero que nunca fue un traficante. Los abogados y el juez han recortado y separado a Maradona del expediente y tambi¨¦n a otros dos famosos jugadores argentinos, Christian, El Kili, Gonz¨¢lez -actualmente en el Zaragoza- y Juan Sebasti¨¢n, La Brujita, Ver¨®n -que pertenece al Parma de Italia- aun cuando aparecen mencionados en las mil horas de conversaciones telef¨®nicas grabadas desde febrero.

Gonz¨¢lez y Ver¨®n eran compa?eros de Maradona en el Boca y ten¨ªan una relaci¨®n amistosa muy estrecha. El entrenador Carlos Bilardo sospechaba de ellos y le ped¨ªa al m¨¦dico de la plantilla que les hiciera an¨¢lisis antidopaje sorpresivos. Ahora se sabe que a Maradona, Ver¨®n y Gonz¨¢lez no los un¨ªa la droga sino la atracci¨®n por las mismas mujeres.