Una escalada de amenazas a pol¨ªticos
Aunque existen no pocos precedentes de actuaciones similares, las manifestaciones de HB a las puertas de las casas de los pol¨ªticos vascos, concejales significados y caracterizados militantes del movimiento pacifista se han intensificado notablemente desde principios de a?o. Estas formas de presi¨®n, acompa?adas en muchos casos de amenazas expresas y grav¨ªsimos insultos, se han desarrollado de forma m¨¢s regular a partir del llamamiento a "presionar a los pol¨ªticos" efectuado el 22 de mayo pasado en San Sebasti¨¢n por una quincena de militantes de Jarrai, las juventudes de KAS y HB, que llevaban a cabo un encierro en la catedral del Buen Pastor.Los militantes de Jarra? llamaron a sus simpatizantes a desarrollar una intensa campa?a "para someter a la clase pol¨ªtica a un marcaje severo y a, una intensa presi¨®n en todos los pueblos hasta lograr el reagrupamiento de los presos". Seg¨²n sus propias palabras, "se trataba de conseguir que los pol¨ªticos vascos "purguen sus responsabilidades en el situaci¨®n que sufre el colectivo de prisioneros pol¨ªticos y sus familiares".
Pol¨ªticos conocidos como el presidente del PNV, Xabier Arzalluz; el portavoz de ese mismo partido, Joseba Egibar; el diputado general de Vizcaya, Josu Bergara; el portavoz del PNV en el Congreso, I?aki Anasagasti; el coordinador general de IU en Euskadi, Javier Madrazo; el responsable de ese partido en Guip¨²zcoa, Juantxo Dom¨ªnguez; el alcalde de Hernani, Jos¨¦ Mar¨ªa Rekondo; el ararteko [Defensor del Pueblo vasco], Xabier Martiegi, y ahora el presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, han sufrido (as visitas de HB a las puertas de sus domicilios durante el presente a?o. Otros muchos, corno Jos¨¦ Antonio Rubalkaba, presidente de la Comisi¨®n de Derechos Humanos del Parlamento vasco, y Fernando Buesa, vicesecretario del PSE-EE, han sido agredidos o saludados con la expresi¨®n "carceleros".
Presencia de dirigentes
La concentraci¨®n ante los domicilios de pol¨ªticos o destacados pacifistas locales, acompa?ado en ocasiones de pintadas amenazantes en el portal, ha formado parte del ritual con que los simpatizantes de ETA dan por concluida su marcha por las calles en determinados municipios. Con anteriodad a la concentraci¨®n del pasado jueves, el mismo Carlos Iturgaiz ya hab¨ªa encontrado en repetidas ocasiones a los manifestantes apostados frente a su casa. En algunos casos, los simpatizantes de ETA, encabezados habitualmente por dirigentes de HB permanecen en silencio tras la pancarta que acusa a su v¨ªctima de c¨®mplice en "la pol¨ªtica de exterminio emprendida por el Estado espa?ol contra los presos pol¨ªticos", en otros, se corean consignas y se lanzan gritos con el apoyo incluso de la megafon¨ªa.Con todo, las situaciones m¨¢s duras se reproducen en los municipios dominados por HB donde los concejales elegidos como objetivos han tenido que sumar las agresiones, los actos de intimidaci¨®n a sus familiares y las llamadas telef¨®nicas con amenazas de muerte.
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