El inestable circo estable y las oficinas fantasma
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La nueva estaci¨®n de M¨¦ndez ?lvaro se inscribe dentro de una gran operaci¨®n urban¨ªstica pasa regenerar la zona en la que algunas cosas han salido, otras no; otras est¨¢n en marcha y otras en proyecto.Lo primero que se construy¨® hace 10 a?os en este erial situado junto a la calle de M¨¦ndez ?lvaro fue un Hipercor, ya en funcionamiento. Al poco tiempo se levantaron cuatro edificios de oficinas, finalizados hace tiempo aunque en muchas ventanas se ven carteles que pregonan que hay locales en venta.
Entre los intentos fracasados se cuenta el de la construcci¨®n de un hotel de 15 plantas que, durante un tiempo, se pens¨® que iba a sufragar los miles de millones que costaba la estaci¨®n Sur de autobuses. El Ayuntamiento pretend¨ªa vender el suelo, embolsarse los millones y, una vez con ellos en el bolsillo, construir el complejo. Todo esto ocurr¨ªa en 1993. Pero en mayo de 1994 la idea fue definitivamente olvidada.
Con todo, el Ayuntamiento ha sacado de la venta de terrenos de esta zona los 1.700 millones que pone para la construcci¨®n de la nueva estaci¨®n.
Tambi¨¦n hay un proyecto que s¨ª sale adelante: en marzo pasado comenzaron a construirse 15 minisalas de cine. En total, 3.000 nuevas butacas para los cin¨¦filos madrile?os, que podr¨¢n disfrutar de ellas, seg¨²n lo previsto, dentro de un a?o.
Butacas m¨¢s amplias
Los minicines contar¨¢n con pantallas envolventes, salas con suelo en forma de anfiteatro, unas butacas m¨¢s amplias que las que habitualmente se estilan en otras salas y proyecciones de alta tecnolog¨ªa. La propietaria de los terrenos y autora del proyecto, la Uni¨®n General de Cinematograf¨ªa, pag¨® al Ayuntamiento 170 millones por el suelo donde edificar¨¢ 7.000 metros cuadrados especialmente destinados a los amantes del cine.Pero no todo est¨¢ en movimiento: en medio mismo del terreno destaca un edificio de oficinas aut¨¦nticamente fantasma: s¨®lo se ve el esqueleto de las vigas. Ning¨²n obrero trabaja ah¨ª. La empresa Urbis, propietaria del terreno y del edificio no terminado, espera a que el Ayuntamiento le permita cambiar el destino final que quiere dar al inmueble: en principio iba a ser de oficinas, pero viendo que ¨¦stas no se venden tan bien como' se pens¨® en un principio, la empresa quiere convertir la construcci¨®n en un hotel.
Y entre las ideas que son puramente un proyecto se cuenta una de las m¨¢s emblem¨¢ticas de toda la actuaci¨®n urban¨ªstica: cerca de la estaci¨®n misma, separado por una calle, existe un terreno destinado para un circo estable. Ser¨ªa el ¨²nico de la ciudad, heredero del m¨ªtico Price, demolido en los a?os sesenta.
Los problemas econ¨®micos ponen en peligro la idea: el Ayuntamiento ha cedido el terreno a la empresa Circos Castilla (due?a de la carpa que se instala todas las navidades en Ventas), pero ¨¦sta ni tiene ni encuentra los -6.000 millones de pesetas que cuesta construir el edificio. En caso de que Circos Castilla consiguiera el dinero necesario, disfrutar¨ªa de la concesi¨®n hasta 50 a?os despu¨¦s de la primera actuaci¨®n. Al lado del terreno donde se asentar¨¢, si todo sale bien, el futuro circo se yerguen los esqueletos de seis bloques de viviendas que, ¨¦sas s¨ª, se terminar¨¢n en los pr¨®ximos meses.
Entre los minicines y, la futura estaci¨®n Sur, el observador adivina una construcci¨®n de ladrillo del siglo XIX: este edificio, en uso, perteneciente a la empresa el¨¦ctrica Uni¨®n Fenosa, no cambiar¨¢: seguir¨¢ al lado de una estaci¨®n el¨¦ctrica.
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