Adi¨®s, por ahora, a L¨¦bed

Un saludable Bor¨ªs Yeltsin ( ... ) puso el estilo de liderazgo agresivo de Alexandr L¨¦beb en buen uso. Pero ahora Yeltsin est¨¢ demasiado d¨¦bil para sofocar las desavenencias en el Kremlin con formas m¨¢s, sutiles, as¨ª que el jueves ( ... ) destituy¨® a L¨¦bed.Si L¨¦bed se va tranquilamente, lo cual no est¨¢ asegurado a pesar de su inicial aquiescencia, puede proporcionar al Kremlin el periodo de estabilidad que tanto necesita. ( ... ) Yeltsin ten¨ªa la obligaci¨®n de restablecer el orden:( ... ) con su err¨¢tica conducta, L¨¦bed mantuvo al Kremlin en constante conmoci¨®n. ( ... ) Pero Yeltsin no debe repudiar los logros de L¨¦bed, incluido el acuerdo de paz con Chechenia, y tampoco debe recompensar a sus enemigos, en especial a Anatoli Kulikov, ministro del Interior y uno de los arquitectos de la brutal campa?a militar moscovita contra Chechenia. ( ... )

Las fuerzas militares rusas no tienen tradici¨®n,de intervenir en pol¨ªtica y supondr¨ªa un terrible retroceso para la democracia que Alexandr L¨¦bed utilizara su alta posici¨®n en el Ej¨¦rcito para involucrarlo en esta lucha. ( ... )Ya popular entre sus compatriotas, no dudar¨¢ en presentar su expulsi¨®n como un distintivo de honor e independencia en campa?as pol¨ªticas, venideras. Pero el Gobierno de Bor¨ªs Yeltsin se empobrecer¨ªa si enterrase el acuerdo de paz de L¨¦bed con los chechenos y desechara la poco refinada honestidad que el general algunas veces llev¨® al Kremlin.

18 de octubre