Un director con mucho espectador y que trabaja barato

Bigas Luna acaba de rodar Bambola, prepara La camarera del Titanic, una producci¨®n francesa, y hasta se permiti¨® el lujo de renunciar a dirigir Perdita Durango despu¨¦s de haber hecho todo el trabajo de preproducci¨®n. Es un lujo, mientras en el cine espa?ol s¨®lo se oyen lamentaciones. ?C¨®mo se lo hace?"Tengo la fortuna de que mis pel¨ªculas se ven en muchos pa¨ªses y de que hago un cine de presupuestos modestos", explica, "produzco barato. Si me dan demasiado dinero, como ahora ha pasado con La camarera.... no lo quiero. Yo hago un cine de artista, no de autor, un t¨¦rmino que no me gusta; es decir, un cine en el que un creador se aproxima al medio y hace todo lo que quiere con la conciencia de que aquello tiene que llegar a un mill¨®n de personas. Bambola es eso, es precisamente la pel¨ªcula que m¨¢s se acerca a mi mundo pict¨®rico. Tengo una manera de rodar pasional, y el p¨²blico lo entiende. Creo que he conseguido hacer un cine muy identificable, que tiene muchos espectadores en Europa y EE UU, y por esta raz¨®n me encargan proyectos. Creo que la cr¨ªtica se rasga las vestiduras por mi descaro de creador ante el cine cl¨¢sico. Y es precisamente aquello de lo que m¨¢s satisfecho estoy".

Naranjas en Minnesota

En estas condiciones, no depende de las subvenciones, pero ello no le impide opinar "Si no fuera por las Olimpiadas, la Caball¨¦, Julio Iglesias y las pel¨ªculas de Almod¨®var y m¨ªas, fuera no se sabr¨ªa nada de Espa?a", sentencia. "El cine es lo ¨²nico que actualmente explica una etnia, una cultura. Aqu¨ª esto no se entiende, porque se sigue pensando en t¨¦rminos locales. No hay ambici¨®n de salir. Pero si no saca nada fuera, un pa¨ªs no existe, y si un pa¨ªs no tiene cine no existe. Si un tipo de Minnesota tiene que comprar naranjas y el d¨ªa antes ha visto en el cine Jam¨®n jam¨®n y se ha divertido y ha vislumbrado una cultura, seguro que cuando llegue al supermercado comprar¨¢ naranjas espa?olas. El cine es el gran elemento de promoci¨®n de un pa¨ªs, es lo que explica un pa¨ªs. Todo lo dem¨¢s es mucho m¨¢s abstracto. Sobre las subvenciones al cine, pues bien, yo preferir¨ªa que no se protegiese el cine espa?ol, pero que se prohibiera el doblaje. De entrada, porque me parece una aberraci¨®n cultural tremenda, y, adem¨¢s, porque as¨ª no habr¨ªa necesidad de protecci¨®n. Sin doblaje, el cine americano bajar¨ªa muchos puntos y el nuestro los subir¨ªa. Aqu¨ª, de todos modos, se gastan una miseria. Cuando hablan de las subvenciones me da risa. Pienso que el dinero que dan al cine es el que habr¨ªa que gastarse s¨®lo en la promoci¨®n de nuestro cine en el extranjero. Y luego empezar de verdad a invertir dinero".