La herencia de Orti tiene albacea

Juan Ort¨ªz ?rculo fue uno de los cr¨ªticos del proyecto de creaci¨®n de la llamada Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n. Sin embargo; cuando lleg¨® el momento de elegir al fiscal jefe, present¨® su candidatura para el puesto. Pero no pudo ser. La batalla la gan¨® Carlos Jim¨¦nez Villarejo, quien pas¨® a ser fiscal jefe del nuevo organismo el pasado mes de diciembre. Y, ahora, Ort¨ªz ?rculo y Jim¨¦nez Villarejo est¨¢n en el mismo barco.La secretar¨ªa t¨¦cnica de la Fiscal¨ªa General del Estado, tras saber que el fiscal Florentino Orti estaba considerando solicitar una excedencia, abri¨® un periodo de consultas en el ¨²ltimo mes y medio para prever una eventual sustituci¨®n. En lugar de esperar al hecho, decidi¨® adoptar una posici¨®n preventiva: nombrar un fiscales antes de que Orti pidiese la excedencia.

Hab¨ªa dos alternativas: designar un fiscal de la Audiencia Nacional o seleccionar a un miembro de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n. La primera presentaba un problema que se remontaba a la presentaci¨®n de la querella contra Mario Conde y los ex administradores de Banesto. Un grupo de fiscales de la Audiencia critic¨® con dureza la decisi¨®n de presentar la querella elaborada por Orti en noviembre de 1994 sin pasar por la junta de fiscales e hizo del asunto Banesto una bandera de lucha contra el fiscal jefe, Jos¨¦ Aranda. La propia Fiscal¨ªa General inspecciona en estos momentos la Fiscal¨ªa de la Audiencia Nacional.

La segunda alternativa, la de conferir la responsabilidad del caso Banesto a la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n, permit¨ªa evitar el recrudecimiento de la guerra que, con mayor o menor virulencia" ha estado abierta en la Audiencia. Es la opci¨®n sutil que adopt¨® la secretar¨ªa t¨¦cnica y que eligi¨® el Fiscal General. "Ser¨¢ esta Fiscalia", dice la nota oficial en referencia al organismo que dirige Jim¨¦nez Villarejo, ",la que en adelante se, responsabilizar¨¢ del caso". Aun cuando la instrucci¨®n del caso est¨¢ pr¨¢cticamente concluida, no cabe desde?ar Io que queda pendiente: la vista de los recursos de apelaci¨®n sobre nuevas inculpaciones (Mariano G¨®mez de Lia?o, Francisco Javier Sitges y Jacques Hachuel, entre otros) y las diligencias que pueden derivarse de la comisi¨®n rogatoria suiza. Pero esto no es todo: tambi¨¦n queda una tarea decisiva, como lo es la representaci¨®n del Ministerio Fiscal en el juicio oral, cuando ¨¦ste tenga lugar, a finales de 1997 o primeros de 1998.

El escrito de calificaci¨®n del fiscal Orti se convierte en su testamento. La Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n es, por decisi¨®n del Fiscal General y del Consejo Fiscal, su albacea.