Chano Lobato vence su miedo al estudio y graba dos discos de golpe
"Lo ¨²nico importante es el sabor", afirma el cantaor gaditano, de 69 a?os
Parece un profesor de matem¨¢ticas de Oxford, pero naci¨® en C¨¢diz, y lleva medio siglo impartiendo su magisterio en los tablaos de medio mundo. Un magisterio, por otro lado, casi an¨®nimo, porque Juan Ram¨ªrez Sarabia, Chano Lobato, ha permanecido conforme con su escueta fama de cantaor para el baile, labrada siempre junto a los mejores. A los 69. a?os, y con diabetes, sigue "Fuerte como un tren". La prueba. es que ha vencido su "canguelo" a los estudios y acaba de grabar dos discos para sendas compa?¨ªas francesas.
El cante para acompa?ar esuna escuela que, seg¨²n Lobato, "placea al artista". El pas¨® 40 a?os atr¨¢s, cantando para bailaores como Pilar L¨®pez, Carmen Amaya o Antonio Ruiz Soler. "Econ¨®micamente es una situaci¨®n regular... Y cuando das el paso alante ves que te reconocen lo que has aprendido, que el p¨²blico aprecia lo que haces".El cantaor acepta que quiz¨¢s faltaba un disco para qu¨¦ el reconocimiento fuera completo: "S¨ª, me hac¨ªa falta ya grabar, porque. hasta ahora s¨®lo hab¨ªa. hecho cosas pequenas en antolog¨ªas, y como ya ando cerca de Pamplona con esto. del az¨²car alto..."Fiel a ese gusto gaditano por la hip¨¦rbole y el surrealismo, Lobato ha grabado de golpe no uno, sino dos discos, y uno de ellos no sabe con qu¨¦ compa?¨ªa:. "Lo grab¨¦ en Nimes con mi hijo Chanito a la guitarra y mi mujer, Rosario, al comp¨¢s, y se titula Sabor a cuarto". El otro CD est¨¢ ya en las tiendas espa?olas, se llama Nuez mosc¨¢, y lo ha grabado con Auvidis/Ethnic, discogr¨¢fica que ha recogido en su colecci¨®n Flamenco Vivo a cantaores como Enrique Morente, Carmen Linares, El Torta o La Macanita. Pedro Bac¨¢n a la guitarra y Manolo Soler en la percusi¨®n han participado en la grabaci¨®n, que se realiz¨® en Sevilla, donde vive Lobato, y dur¨® solamente cuatro o cinco d¨ªas: "Estuvimos muy tranquilos, d¨¢ndonos tiempo, de juerga todo el d¨ªa, y eso Parece que ese nota".
Si la diabetes no ha podido con el humor de Lobato, todav¨ªa menos ha afectado a su afici¨®n al flamenco. Chano sigue actuando siempre que lo llaman, muy a menudo, ofreciendo dos horas y media de espect¨¢culo arrollador, mezcla de enciclopedismo, sabor a?ejo, ritmo y an¨¦cdotas: "Por la ma?ana, Rosario me echa de casa para que no moleste, y yo me subo al autob¨²s de los viejo , y doy vueltas por Sevilla hablando de colesterol y - re¨²ma".
Atr¨¢s quedan las giras mundiales con Antonio, las juergas de varias noches bebi¨¦ndose "Escocia entera", el hambre canina: "Los artistas ¨ªbamos siempre muy puestos, la brillantina, la corbata tiesa" el traje... Como un pins¨¦ y muertos de gazuza. El d¨ªa que no sal¨ªa juerga, no se com¨ªa; si sal¨ªa, todos al pollo. Hemos pasao lo nuestro, pero tam bi¨¦n hemos disfrutao".
Del flamenco de hoy, Lobato destaca la pasi¨®n de los espectadores j¨®venes: "En la ¨¦poca en que yo cantaba en los tablaos se respetaba mucho al artista, pero los j¨®venes de hoy escuchan mejor todav¨ªa. Y cuanto m¨¢s puro cantas, m¨¢s les gusta". Y a?ade: "Yo creo que lo ¨²nico importante es el sabor, porque si no hay sabor no hay flamenco. Est¨¢ bien inventar, coger cosas de otros lados... Yo mismo, de joven, iba al cine, y luego met¨ªa por buler¨ªas todo lo que o¨ªa en las pel¨ªculas, mariachis, tangos, cupl¨¦. Lo que se haga, hay que hacerlo con sabor".
Entre la risa y el llanto
Como a sus maestros Peric¨®n de C¨¢diz, Aurelio Sell¨¦s o Manolo Vargas, lo que distingue sobre todo a Chano Lobato de los dem¨¢s cantaores es el comp¨¢s (el ritmo) y el pellizco. Su forma arrastrada, guasona e ir¨®nica de decir los cantes -especialmente las alegr¨ªas, tangos y buler¨ªas- es una virtud exclusiva d¨¦ C¨¢diz que muy pocos artistas son capaces de ofrecer en la actualidad.
Pero no s¨®lo por eso es un tesoro la grabaci¨®n de Auvidis. En Nuez mosc¨¢, Lobato ofrece una hora larga de arte doliente y, alegre, corralero y cient¨ªfico. Mezclando el arrojo usual de los cantaores que acompa?an el baile con la experiencia de sus largos a?os de oficio, Lobato se atreve con todos los palos, y desde los cantes festeros -en los que es maestro indiscutible- a los denominados grandes todo suena profundamente jondo; primitivo, pero rabiosamente moderno al tiempo.
Malague?as, taranta, tientos-tangos, la siguiriya con1a cabal, sole¨¢, alegr¨ªas, una turbadora solc¨¢ apol¨¢ y dos espl¨¦ndidas versiones de sus c¨¦lebres buler¨ªas conforman el disco. Fr¨¦d¨¦ric Deval, director flamenco de Auvidis, define as¨ª la buler¨ªa final: "El humor estructura el sentido con fuerza, piruetas verbales y onomatopeyas, todo ello a una cadencia fren¨¦tica. Embriaguez garantizada. Se canta, se baila, se r¨ªe, se llora".
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