Los coches supers¨®nicos
Abierta la carrera para batir el r¨¦cord de velocidad en tierra y superar la barrera del sonido
Hace casi un siglo, un franc¨¦s estableci¨® la primera plusmarca oficial de velocidad con un autom¨®vil, pilot¨¢ndolo a unos 40 kil¨®metros por hora. Desde entonces se han batido constantemente nuevos r¨¦cords. Ahora, varios equipos de dise?adores de coches innovadores que compiten entre s¨ª est¨¢n a punto de enfrentarse al ¨²ltimo gran reto de la velocidad en tierra: superar la barrera del sonido desplaz¨¢ndose sobre un lago seco a velocidades vertiginosas de m¨¢s de 1.200 kil¨®metros por hora. Y aseguran que muy pronto van a lograr su objetivo.Con los veh¨ªculos a s¨®lo unos cent¨ªmetros del suelo, zarandeados por fuerzas que nadie puede prever con seguridad, son tan grandes los riesgos como la gloria, que puede alcanzarse.
"Puede hacerse, y vamos a conseguirlo", dice Richard Noble, un deportista brit¨¢nico entusiasta de los coches, de 50 a?os, que posee el r¨¦cord de velocidad en tierra desde 1983. Noble es la principal fuerza que hay detr¨¢s de uno de los m¨¢s notables competidores en esta carrera, un veh¨ªculo aerodin¨¢mico con dos reactores llamado Thrust SSC (las siglas corresponden a "coche supers¨®nico", en ingl¨¦s).
El otro contendiente principal es Craig BreedIove, de 59 a?os, el decano de las carreras de velocidad en tierra, que ha vuelto al deporte despu¨¦s de ganar fama internacional hace 30 a?os, cuando pulveriz¨® una serie de r¨¦cords uno tras otro. Con un nuevo coche que Ileva el mismo nombre -Spirit of America- que sus anteriores veh¨ªculos, BreedIove quiere devolver a Estados Unidos la plusmarca, de velocidad (1.019 kil¨®metros por hora) y superar las 700 millas por hora (unos 1.125 kil¨®metros). Despu¨¦s, dice, llegar¨¢ el momento de plantearse el objetivo de los 1.200 kil¨®metros por hora, aproximadamente la velocidad del sonido, al nivel del mar.
Elementos desconocidos
"Vamos a ir a por el r¨¦cord y hemos construido un coche incre¨ªble que puede lograrlo", afirma Breedlove. "Existen elementos desconocidos, y no ser¨¢ nada f¨¢cil. Pero si fuera f¨¢cil lo podr¨ªa hacer todo el mundo".
Los elementos desconocidos a los que se enfrentan estos coches son considerables. Los veh¨ªculos, que aceleran cientos de kil¨®metros por hora en cuesti¨®n de segundos siempre tienen dificultades de estabilidad, control y frenado. Pero, al alcanzar velocidades supers¨®nicas, surgen, nuevos problemas aerodin¨¢micos que plantean riesgos en terrenos desconocidos.
Seg¨²n explican los ingenieros, cuando los aviones -y presumiblemente los coches- pasan de una velocidad subs¨®nica a una supers¨®nica atraviesan una zona trans¨®nica cr¨ªtica en la que el aire pasa por las distintas partes- del veh¨ªculo a diferentes velocidades, lo que produce ondas de presi¨®n y de choque que influyen en la sustentaci¨®n y la resistencia aerodin¨¢mica. Nadie sabe con seguridad c¨®mo afectar¨¢n las ondas de choque supers¨®nicas a los veh¨ªculos terrestres que se aproximen a la barrera del sonido. Los dise?adores de coches est¨¢n especialmente preocupados por el comportamiento de estas ondas de. choque en la zona cr¨ªtica, entre, los bajos del coche y el suelo.
Si un autom¨®vil que circula a; esa velocidad se levanta del suelo o se separa de su trayectoria aunque s¨®lo sea m¨ªnimamente, el veh¨ªculo puede quedarse sin control y empezar a dar tumbos o vueltas de campana. "Desde luego, alcanzar una velocidad supers¨®nica en tierra es posible, pero la cuesti¨®n principal es el control", dice James M. Luckring, del Centro de Investigaci¨®n de Langley, perteneciente a la NASA. "?Puede controlarse el veh¨ªculo mientras pasa de velocidades trans¨®nicas a velocidades supers¨®micas?".
El r¨¦gimen trans¨®nico "es. complicado por naturaleza y siempre presenta un problema, incluso para los aviones", dice Luekring. Cuando los veh¨ªculos atraviesan la zona trans¨®nica, parte del aire que fluye sobre su superficie supera la velocidad del sonido mientras que otros flujos siguen siendo subs¨®nicos. Esto provoca turbulencias, una sustentaci¨®n desigual, el aumento de la resistencia aerodin¨¢mica y otros problemas que pueden hacer que el veh¨ªculo quede sin control. "El que estos efectos tengan lugar muy cerca del suelo supone entrar en un terreno inexplorado", contin¨²a Luckring. "Esta gento est¨¢ superando los l¨ªmites conocidos ". Tanto el Thrust SSC como el, Spirit of America, cuyo dise?o y fabricaci¨®n han llevado a?os, empezaron, a realizar pruebas de baja velocidad. en septiembre. Cada uno de los coches se enfrenta a unos plazos muy estrictos en su intento de batir el r¨¦cord de velocidad, que tendr¨ªa que lograrse antes de principios de noviembre, cuando la estaci¨®n de lluvias convierte las pistas des¨¦rticas en impracticables.
Breedlove est¨¢ probando su autom¨®vil en el desierto de Black R¨®ck, en el noroeste de Nevada. El pasado jueves intent¨® batir el r¨¦cord pero el tiempo lluvioso y otros problemas se lo impidieron. Black Rock es el mayor lago seco de Am¨¦rica del Norte, que ofrece una superficie de arcilla dura ideal para las carreras. Noble tambi¨¦n tiene previsto llevar su autom¨®vil a Black Rock tras realizar sus primeras carreras de prueba en el aeropuerto de Farnborough (cerca de Londres) y posteriormente (desde esta semana) en el desierto de Al Jafr, en Jordania.
Noble, que ha dependido en gran medida de Ron Ayers, ex jefe de aerodin¨¢mica de la British Aircraft Corporation, ha construido un complejo veh¨ªculo bimotor cuyo dise?o se llev¨® a cabo mediante simulaciones en supeordenadores, pruebas en t¨²nel aerodin¨¢mico y probando maquetas a escala a velocidades su superos¨®nicas mediante un trineo propulsado por cohetes.
El resultado es un gran coche negro con un delgado fuselaje embutido entre dos cubiertas de motor redondeadas que contienen sendos turborreactores militares Rolls-Royce Spey de segunda mano. Los motores de este veh¨ªculo generan entre los dos un empuje de 50.000 libras (unos 22.700 kilos) y desarrollan 100.000 caballos de potencia. El veh¨ªculo tiene una corta cola vertical con un estabilizador horizontal triangular en la parte superior. Pasa a la p¨¢gina siguienteViene de la p¨¢gina anterior
Breedlove, que afirma que las pruebas en el t¨²nel aerodin¨¢mico y en el ordenador no pueden simular exactamente las condiciones de un coche que se desplaza sobre el suelo, se bas¨® en su experiencia y en la de su equipo para dise?ar un veh¨ªculo m¨¢s sencillo que el de Noble que puede modificarse m¨¢s f¨¢cilmente de acuerdo con las pruebas de velocidad.
Por su parte, Noble afirma que su planteamiento de dise?o de alta tecnolog¨ªa le ha permitido construir un coche m¨¢s seguro, m¨¢s fiable y m¨¢s estable que los veh¨ªculos que compiten con ¨¦l por el r¨¦cord. "Es un autom¨®vil muy complejo", afirma,, pero, como dice Ron Ayers, el Thrust es de hecho un veh¨ªculo de investigaci¨®n antes que un veh¨ªculo para batir r¨¦cords".
Noble no quiso hablar de la configuraci¨®n exacta de los bajos del Thrust SSC, pero afirm¨®: "Creemos saber exactamente lo que ocurre bajo el coche a velocidades supers¨®nicas, y consideramos que el autom¨®vil real reproducir¨¢ los resultados obtenidos con la propulsi¨®n por cohete. No creemos que sea tan violento como piensa la gente".
El Thrust SSC, de cuatro ruedas, es guiado a trav¨¦s de las dos ruedas traseras y se eleva a unos 12 cent¨ªmetros del suelo, y tiene otras muchas innovaciones.
Pero para que estos coches demuestren lo, que valen deben ser pilotados al l¨ªmite. Desde que se estableci¨® el primer r¨¦cord oficial de velocidad en tierra en 1898, cuando Gaston de Chasseloup-Laubat condujo un coche el¨¦ctrico a 39,4 kil¨®metros por hora, esta plusmarca se ha batido 55 veces gracias al progreso de la tecnolog¨ªa. El r¨¦cord estuvo casi exclusivamente en manos brit¨¢nicas hasta 1963, cuando Breedlove logr¨® superarlo por primera vez antes de conseguirlo en otras cuatro ocasiones en un periodo de s¨®lo dos a?os.
Noble, cuando decidi¨® superar su propio r¨¦cord se dio cuenta de que no podr¨ªa organizar el proyecto a la vez que realizar los entrenamientos. Por eso, para conducir el Thrust SSC contrat¨® a un piloto de la Fuerza A¨¦rea brit¨¢nica, Andy Green, que ha pilotado cazas Tornado y Phantom.
Independientemente de qui¨¦n pilote los autom¨®viles, existe un riesgo sustancial. Ninguno de los principales competidores tiene asientos eyectables ni c¨¢psulas de escape y ambos conf¨ªan en que los conductores o los ordenadores de a bordo est¨¦n atentos y paren los motores en cuanto detecten alg¨²n problema. "El peligro existe", dice Breedlove. "Si el coche se levanta del suelo, se puede producir un problema muy grave. Hay que hacer todo lo posible para evitarlo"
. Otros dos grupos de carreras han construido coches a reacci¨®n para intentar batir el r¨¦cord actual: uno de Seattle, encabezado por Gary Swenson y Richard Kikes, con el American Eagle One, y un equipo australiano dirigido por Rosco McGlashan, que est¨¢ probando el Aussie Invader 3.
Swenson afifirm¨® que la falta de patrocinadores le impedir¨ªa intentar un r¨¦cord este a?o, y expres¨® sus dudas respecto a que alguien pueda romper la barrera del sonido en condiciones seguras. "Al romper la barrera del sonido se produce una onda f¨ªsica", dice. "Y si ocurre en el suelo, se producir¨¢ literalmente una explosi¨®n que levantar¨¢ el coche del suelo. No hay modo de aterrizar de forma segura".
Copyright The NYT News Service
Un veh¨ªculo esbelto para el veterano
El Spirit of America es un veh¨ªculo esbelto (de 13,4 metros de largo por 2,6 metros de ancho) fabricado en aleaci¨®n de aluminio; el conductor est¨¢ situado en el extremo de su morro puntiagudo, delante de dos bocas de entrada, de aire que alimentan al ¨²nico reactor que lo impulsa. El Motor General Electric J-79, procedente de un caza F-4 Phantom II de la Marina, proporciona unas 23.000 libras de empuje (unos 10.400 kilos) y 45.000 caballos de potencia.El coche, de cuatro toneladas y 13,4 metros, tiene tres ruedas. Las dos ruedas traseras, carenadas aerodin¨¢micamente, sobresalen del fuselaje hacia afuera y hacia atr¨¢s. La rueda delantera, situada tras el conductor, est¨¢ formada en realidad por tres ruedas de aluminio mac¨ªzo colocadas muy juntas y dotadas de neum¨¢ticos especiales de grafito de filamento bobinado, dise?adas para resistir una velocidad de 1.350 kil¨®nietros por hora.
Breedlove asegura que tanto su coche -patrocinado principalmente por Shell Oil- como el Noble tienen suficiente potencia bruta para lograr velocidades r¨¦cord, pero que la diferencia est¨¢ en los detalles que mantendr¨¢n los autom¨®viles estables y pegados al suelo durante las carreras de alta velo¨¦idad.
Seg¨²n BreedIove, los coches estar¨¢n sometidos a multiples ondas de choque procedentes del morro, los carenados, los bordes de ataque y otras superficies, adem¨¢s de una previsible onda de presi¨®n que se producir¨¢ alacercarse y superar la velocidad del sonido.
Para minimizar el zarandeo y la fuerza de sustentaci¨®n, que podr¨ªan hacer despegar al coche, Breedlove ha construido su veh¨ªculo con muy poca altura sobre el suelo.
La altura de los bajos es de 15 cent¨ªmetros en el morro y 20 en la parte trasera; adem¨¢s, se?ala su constructor que a secci¨®n transversal es el¨ªptica para desviar hacia los lados las posibles fuerzas de cizalladura del viento u ondas de choque verticales. "Tenemos una superficie m¨ªnima en contacto con el suelo, y creemos que eso nos evitar¨¢ problemas" afirma BreedIove.
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