Argentina calienta el duelo Bilardo-Menotti
Los t¨¦cnicos de Boca e Independiente, con estilos opuestos, se enfrentan el domingo por primera vez tras 20 a?os de disputas
La guerra de guerrillas que se libra en el interior del f¨²tbol argentino disputar¨¢ el domingo una batalla casi decisiva cuando en el Boca Independiente se enfrenten Carlos Bilardo y C¨¦sar Menotti, los dos ex entrenadores de la selecci¨®n que por m¨¢s de 20 a?os lideraron dos propuestas de estilos opuestos. Menotti es de izquierdas, Bilardo de derechas. Menotti es el discurso claro y seductor, Bilardo la obsesi¨®n y la incoherencia. Menotti, es el juego y la libertad, Bilardo la concentraci¨®n y el trabajo. El Independiente de Menotti marcha segundo en las posiciones, es el ¨²nico equipo invicto del torneo y si el domingo vence al Boca, puede provocar el cese de Bilardo como entrenador.Los directivos del Boca, que gastaron casi 20 millones de d¨®lares en comprar los jugadores que pidi¨® Bilardo, insisten todav¨ªa en que se respetar¨¢ hasta el final el contrato por dos a?os firmado con el entrenador. El Boca ocupa el s¨¦ptimo lugar de las posiciones, acaba de ser eliminado de la Supercopa y de perder el domingo con el Independiente quedar¨ªa definitivamente fuera de la carrera en la Liga. El "loco de los v¨ªdeos", como se le llama a Bilardo, s¨®lo logr¨® anotarse a su favor este a?o la victoria por 3-2 contra el River, cl¨¢sico rival del Boca, lograda en el ¨²ltimo instante del partido. Si Bilardo a¨²n se sostiene en su puesto es porque ha comprado los favores de la temible "barra brava" del Boca, que se mantiene en silencio cuando todo el resto de la hinchada insulta estruendosamente al entrenador. Y en medio de todo esto, Diego Maradona apareci¨® ayer por el campo de entrenamiento del Boca por primera vez en los ¨²ltimos meses. Maradona, que disput¨® su ¨²ltimo partido el 11 de agosto, dijo. que est¨¢ en condiciones de jugar y pidi¨® a Bilardo que le incluya en la alineaci¨®n frente al Independiente.
El Independiente perdi¨® el liderato despu¨¦s de un brillante comienzo, cuando ganaba, goleaba y su juego era ovacionado por los aficionados. El equipo a¨²n permanece invicto y mantiene la convicci¨®n de jugar siempre abierto y al ataque, con un toque de bal¨®n corto y preciso.
Bilardo, considera "clave" el partido, del domingo, aunque advierte a la vez que no piensa renunciar al cargo si el Boca pierde. De Menotti, a quien en la intimidad todav¨ªa llama Rabanito, porque seg¨²n ¨¦l, "es rojo s¨®lo por afuera", dice que no habla y no lo nombra desde hace m¨¢s de diez a?os. Menotti, prefiere eludir la pol¨¦mica personal con Bilardo para extenderla a periodistas, dirigentes "y todos aquellos que ocultan sus negocios y sus intereses bajo la consigna de que s¨®lo importa es ganar. Si as¨ª fuera, para qu¨¦ jugar, para qu¨¦ hacer ir al P¨²blico a los campos, para qu¨¦ entrenar o formar jugadores. Bastar¨ªa con tirar una moneda al aire. Lo que importa es ser creativo y eficiente, el resultado ser¨¢ una consecuencia de que hagamos las cosas bien o al menos mejor que nuestros adversarios". Pero Bilardo insiste: "Lo ¨²nico que sirve, lo ¨²nico que importa, es ganar. Ganar como sea. A m¨ª, los hinchas del Boca no me piden que el equipo juegue bien, me piden que gane".
Detr¨¢s de Menotti y de Bilardo se encolumna todo el f¨²tbol argentino. En los ¨²ltimos 20 a?os nadie ha podido escapar a la pol¨¦mica o situarse en una posici¨®n neutral. La historia del conflicto es anterior a ellos. Desde el llamado "desastre de Suecia", cuando Argentina particip¨® en el Mundial de 1958 y fue eliminada tras ser goleada por Checoslovaquia, la s¨®lida identidad futbol¨ªstica del pa¨ªs comenz¨® a tambalearse.
Menotti fue el primero que insisti¨® en volver a las fuentes suramericanas, pero ya para entonces la l¨ªnea que impulsaba la "evoluci¨®n" el "f¨²tbol f¨ªsico", y la "adaptaci¨®n" al f¨²tbol europeo ten¨ªa l¨ªderes y adherentes. Menotti impuls¨® el cambio cuando entren¨® a la selecci¨®n argentina y gan¨® la Copa del Mundo en 1978, pero ese t¨ªtulo se conquist¨® bajo la dictadura militar. A Menotti le sucedi¨® Bilardo, que gan¨® a su vez la Copa del Mundo en 1986, pero ese t¨ªtulo lo gan¨® Maradona, y un grupo de jugadores que desobedecieron al entrenador. Las historias nunca pudieron contarse como fueron de verdad. El domingo, por, primera vez, se va a escribir un cap¨ªtulo a la vista de todos.
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