Unas elecciones anodinas

A medida que las ¨²ltimas elecciones presidenciales de EE UU en este siglo XX se aproximan a su final se percibe un sentimiento de alivio. La campa?a electoral ha sido calificada en la prensa de aburrida, falta de inspiraci¨®n y est¨¦ticamente inapropiada como final pol¨ªtico de una era de importantes acontecimientos, grandes dirigentes y cambios vertiginosos. ( ... )La izquierda se halla desalentada y desde?osa del espect¨¢culo que se le ofrece. La derecha se muestra irritada y ve con amargura c¨®mo sus aspiraciones revolucionarias quedan desle¨ªdas. El ciudadano medio de centro ( ... )es como un espectador sordo, sentado en el ¨²ltimo banco, que deber¨ªa sumergirse en el argumento, pero que es incapaz de permanecer despierto. Este a?o se espera otro descenso en la participaci¨®n electoral, que podr¨ªa no llegar al 50% a pesar de los entre 7 y 11 millones de nuevos electores. ( ... ) .

La prensa no se ha mostrado indiferente con respecto a la campa?a electoral. Muchos nos hemos visto inundados de informaci¨®n por la amplia cobertura. Pero la intensidad y el ¨¦nfasis en la informaci¨®n pol¨ªtica han bajado durante estos meses. ( ... ) De nada sirve recordar que nuestra democracia nunca ha estado exenta de defectos, a menudo infligidos por el propio electorado. Quiz¨¢ alg¨²n d¨ªa, llegado el nuevo milenio, nuestra falta de compromiso con el sistema nos lleve a la autodestrucci¨®n.

4 de noviembre