El tetrapl¨¦jico Ram¨®n Sanpedro exige 3 otra vez a la justicia su derecho a morir

Los magistrados de la Audiencia Provincial de La Coru?a se encontrar¨¢n el mi¨¦rcoles cara a cara con el hombre que desde 1993 reclama su derecho a recibir auxilio para una muerta digna. El tetrapl¨¦jico gallego Ram¨®n Sanpedro abandonar¨¢ ese d¨ªa el lecho en el que lleva postrado m¨¢s de la mitad de su vida -28 de sus 53 a?os- para asitir personalmente a la vista oral del juicio entablado por ¨¦l mismo para que el Estado admita su Ubre decisi¨®n de acabar con una vida atrapada entre cuatro paredes.

Ram¨®n Sampedro acostumbra a salir a la calle una o dos veces al a?o. Normalmente da un paseo por los alrededores de su aldea de Xu?o, en el municipio coru?¨¦s de Porto do Son. Desde que en 1968 se zambull¨® en el mar, cay¨® sobre unas rocas y qued¨® inmovilizado de por vida, lo m¨¢s lejos que lleg¨® fue en una ocasi¨®n a La Cori?a, distante de su casa unos 150 kil¨®metros. El pr¨®ximo jueves podr¨¢ ver otra vez los barcos enfilando la bocana del puerto coru?¨¦s y el perfil de las galer¨ªas sobre el paseo de los Cantones. La asociaci¨®n de minusv¨¢lidos de su comarca le proporcionar¨¢ una furgoneta especialmente acondicionada para ese tipo de traslados."A m¨ª no me gusta salir", confiesa Sampedro, "desde la ventana de mi habitaci¨®n tengo un paisaje bonito y prefiero estar aqu¨ª leyendo, pensando o escuchando m¨²sica". Pero esta vez ha querido obsequiar al Estado con otro gesto demostrativo de su determinaci¨®n radical de poner fin a una vida que considera un tormento. "Quiero estar all¨ª para escuchar los argumentos que se expongan y explicar mi postura si es que los magistrados consideran conveniente preguntarme algo", explica.

Ser¨¢ la primera vez que podr¨¢ mirar a los ojos a los jueces, pero su batalla legal dura ya tres a?os. En abril de 1993, Sampedro plante¨® su demanda ante un juzgado de Barcelona, asistido por la asociaci¨®n Derecho a Morir Dignamente, que preside Salvador P¨¢niker. Totalmente inmovilizado, Sampedro no puede sucididarse por sus propios medios, y reclama que se autorizase para ello a otra persona. La demanda fue desestimada en todas las instancias judiciales.

En Espa?a lleg¨® hasta el Constitucional y, tras el rechazo de ¨¦ste alegando defectos de forma, Sampedro, recurri¨® al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, que estim¨® que la v¨ªa judicial espa?ola no estaba agotada para tratar de resolver el caso. Hace un a?o empez¨® de nuevo en el juzgado de Primera Instancia de Noia, que acept¨® a tr¨¢mite la demanda y la elev¨® a la Audiencia Provincial. Pese a la obstinaci¨®n de los tribunales en negarse a reconocer el derecho a decidir sobre la propia vida, P¨¢niker recuerda que no s¨®lo Holanda ha legalizado la eutanasia, sino que el suicidio asistido tampoco est¨¢ penalizado en otros pa¨ªses europeos como Alemania o Suiza.

El tetrapl¨¦jico acaba de publicar un libro, Cartas desde el Infierno.