El astro que nadie vio

?En qu¨¦ estaba ocupada en 1994 la legi¨®n de cazatalentos, ojeadores e intermediarios de fino olfato? Seguramente en buscar futbolistas por todos los estadios al sur del Amazonas. Ese mismo a?o jugaba en el Juvenil de Ponteareas (Pontevedra), de la Primera Regional gallega, un tal Oseas Rei dos Santos, brasile?o, que por la pensi¨®n, la comida y 40.000 pesetas al mes marc¨® 42 goles. El Celta se lo pudo haber llevado por la astron¨®mica cifra de 40.000 duros. Pero nadie lo quiso, al muchacho se le acab¨® el permiso de residencia en Espa?a, regres¨® a Brasil y el pasado mi¨¦rcoles debut¨® con la selecci¨®n nacional de su pa¨ªs ocupando el puesto del emperador Ronaldo. Oseas, que tiene ahora 25 a?os, es el segundo m¨¢ximo goleador del campeonato brasile?o y podr¨ªa volver en breve a Europa para jugar en el Espanyol.Los mismos regates y las mismas inveros¨ªmiles arrancadas con las que Ronaldo ridiculiza a todo el que le sale al paso eran ya conocidas desde hace dos a?os en Ponteareas, una localidad de 16.000 habitantes pr¨®xima a Vigo, e incluso est¨¢n cuidadosamente guardadas en el archivo de la televisi¨®n local, donde los buenos aficionados a¨²n se recrean con ellas de vez en cuando. Su protagonista era Oseas, otro brasile?o grandote y fibroso, que pas¨® a?o y medio en el pueblo entre 1993 y 1994.

La mayor¨ªa de los aficionados al f¨²tbol de Ponteareas trasnoch¨® el pasado mi¨¦rcoles para ver de nuevo al muchacho, esta vez por v¨ªa sat¨¦lite en su deb¨² con el equipo nacional de Brasil en un amistoso frente a Camer¨²n. Cuando d¨ªas antes alguien repar¨® en que un futbolista de nombre Oseas hab¨ªa sido convocado por el seleccionador Mario Zagalo, a los directivos del Juvenil les cost¨® tanto trabajo creerlo que llamaron a Brasil para confirmar que era el mismo chico que dos a?os antes los hab¨ªa ascendido de Primera Regional a Preferente.

Bah¨ªa, la ciudad de Bebeto

Oseas es de Bah¨ªa la ciudad de Bebeto y de un buen n¨²mero de emigrantes gallegos, entre ellos algunos oriundos de Ponteareas. En 1993, el Juvenil se consum¨ªa en la cola de Regional Preferente y los directivos decidieron recurrir a los amigos brasile?os para buscar una soluci¨®n de urgencia. Les mandaron tres jugadores del club Galicia de Bah¨ªa, pero llegaron demasiado tarde para evitar el descenso. A pesar de todo se quedaron y al a?o siguiente empez¨® a correr la voz por la comarca: el llamado Oseas era capaz de coger el bal¨®n en el medio del campo y no parar hasta conseguir un gol. Marc¨® 42 en toda la temporada e hizo al equipo campe¨®n de su grupo.Los directivos del Juvenil se esforzaron por difundir el descubrimiento y cantar las excelencias del jugador. Uno de ellos relat¨® al diario Faro de Vigo que el Celta "pudo llev¨¢rselo por 200.000 pesetas" pero no termin¨® de convencer a los t¨¦cnicos de club celeste. En el mismo peri¨®dico, el entonces entrenador del conjunto vigu¨¦s, Txetxu Rojo, lo recuerda como "un jugador altito que se mov¨ªa bastante bien". El Juvenil no ten¨ªa medios para hacer al futbolista un contrato de trabajo, por lo que expir¨® su permiso, de residencia en Espa?a y en 1994 se volvi¨® a Brasil con la sensaci¨®n de que nunca lograr¨ªa triunfar en Europa.

All¨ª fich¨® por el Atl¨¦tico Paraenense, entonces en Segunda Divisi¨®n, y torci¨® su destino. El equipo es ahora el l¨ªder de la Liga brasile?a con Oseas como goleador. Contra Camer¨²n jug¨® la primera parte ocupando el mismo puesto por el que han desfilado en los ¨²ltimos a?os Romario, Bebeto, Ronaldo o Viola. Comparti¨® funciones de atacante con el barcelonista Giovanni e incluso releg¨® al banquillo a Renaldo, la flamante adquisici¨®n del Deportivo de La Coruna, que lo acaba de comprar al Atl¨¦tico Mineiro por 350 millones de pesetas.

Si sigue as¨ª, Oseas podr¨ªa regresar muy pronto a Espa?a, ahora con los documentos de emigraci¨®n en regla y como un astro m¨¢s de la reluciente Liga de las estrellas. El Espanyol, que necesita desesperadamente un goleador, le ha incluido en su agenda de fichajes para diciembre. Quiz¨¢ no estar¨ªa de m¨¢s que los ojeadores perdiesen alguna tarde de domingo en los campos de Regional.