La geometr¨ªa del grupo

Todav¨ªa est¨¢ reciente en la memoria el espect¨¢culo de T¨¢vora sobre Picasso y los toros cuando Javier Ugalde propicia otro encuentro referencial con el pintor malague?o. Esta vez la inspiraci¨®n le llega a la core¨®grafa Teresa Nieto de tres cuadros de los que saca sendas escenas (a saber: Guernica, las se?oritas de Avi?¨®n, El matador). El resultado como ballet tiene el sello de esta creadora incansable que se prodiga ahora m¨¢s en el ¨¢mbito del ballet flamenco con uso geom¨¦trico de los conjuntos, estimulaci¨®n coral en los silencios y un ritmo gr¨¢fico impuesto por el taconeo. Son las soluciones -y a veces hasta innovaciones- que aporta alguien que viene de otro mundo est¨¦tico y t¨¦cnico, la danza contempor¨¢nea. El vestuario, a veces arriesgado y a veces discreto, cumple, mientras la escenograf¨ªa, dentro de su voluntad ilustrativa a base de usar como fondale las pinturas magnificadas, no es especialmente imaginativa.La segunda parte es un cuadro flamenco que juega a la renovaci¨®n colorista y a la din¨¢mica de los bailes en grupo, siempre arropados por la de por s¨ª original y envolvente percusi¨®n de Jos¨¦ Antonio Galicia. A veces pecan estos bailes, aun siendo bien ejecutados, de un cierto aliento decorativo que les quita profundidad. En el reparto destacan dos int¨¦rpretes ya con experiencia: Luis Ortega (Sevilla, 1967) y el joven revelaci¨®n Rafael Amargo (Granada, 1975), que ya posee sobre la escena un im¨¢n de buen augurio y respira seriedad en su manera de hacer.