A modo de traves¨ª¨¢
Con una ambiciosa retrospectiva, que abarca m¨¢s de 30 a?os de actividad a trav¨¦s de medio centenar de piezas, una buena parte de las cuales son de car¨¢cter monumental, el MNCARS celebra al artista italiano, de origen griego, Jannis Kounnelis (El Pireo, 1936), un hist¨®rico de la vanguardia de las ¨²ltimas d¨¦cadas y viejo conocido del p¨²blico aficionado espa?ol, pues previamente ya realiz¨® muestras individuales en Madrid y Barcelona. Tambi¨¦n tuvo una significativa presencia en exposiciones antol¨®gicas del arte italiano, como las que fueron dedicadas al Arte Povera y a la reconstrucci¨®n. panor¨¢mica de la historia de la vanguardia del pa¨ªs transalpino, Memoria del futuro.
La responsable de la presente retrospectiva es Gloria Moure, que,, al margen de ser la directora del Centro Gallego de Arte Contempor¨¢neo y miembro del comit¨¦ asesor del propio MNCARS, ya trabaj¨® con Kounnellis con motivo de su magna muestra instalaci¨®n de Barcelona y ha sido la autora de una monograf¨ªa sobre el artista.
Nada de esto, por importante que fuera, puede compararse con una retrospectiva, que da cuenta de una trayectoria que se inici¨® con fuerza en 1960 y que hoy sigue pol¨¦micamente viva. A diferencia de otros artistas de los sesenta, Kounnellis no ha perdido actualidad a lo largo de las siguientes d¨¦cadas y ha seguido protagonizando intervenciones espectaculares hasta hoy, estando particularmente activo durante los ¨²ltimos 15 a?os. Por otra parte, Kounnellis ha trabajado siempre desde una perspectiva cultural europea y, si se quiere, mediterr¨¢nea, lo que le convierte en un modelo interesante para nuestro pa¨ªs.
La retrospectiva del MNCAR,S ilustra muy bien este esp¨ªritu por su expresividad, barroquismo y deslumbrante ocupaci¨®n del espacio, que ahora se nos ' muestra como un almac¨¦n abarrotado de poes¨ªa. La fuerza ' de Kounnellis es, desde luego, enteramente po¨¦tica, formas, materiales y s¨ªmbolos, pero tambi¨¦n escenogr¨¢fica, ritual. En este sentido, lo sagrado y lo profano, cristianismo y paganismo, invaden los dos grandes pasillos basilicales donde est¨¢ montada la muestra mediante una secuencia abrumadora que no te da un respiro.
Carb¨®n y oro, sombras de holl¨ªn como huellas negras de antiguos fuegos en combusti¨®n, rutilantes estrellas de centro llameante, retablos y portales met¨¢licos, grandes vigas de entibaci¨®n, logias de sacos terreros, placas, ritmos num¨¦ricos, la tierra misma... Tras recorrer el abigarrado montaje de esta retrospectiva, no puedo evitar la sensaci¨®n de hallarme ante una encrucijada personal y antropol¨®gica, que recorre, biogr¨¢fica y espiritualmente, una cultura mediterr¨¢nea desde el oriente hasta el occidente en una traves¨ªa que se repite desde El Greco. Es el universo de Bizancio en pos de la modernidad, ese m¨¢s all¨¢ cuyo horizonte es ignoto. Hay algo, no obstante, seguro: las huellas de esta traves¨ªa resultan, desde ¨¦ste mi personal conflin, conmovedoras.
Babelia
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