La 'pintura fruta' de Bores, Coss¨ªo y Vi?es se re¨²ne por primera vez
La exposici¨®n Pintura fruta. La figuraci¨®n l¨ªrica espa?ola 1926-1932 se inaugur¨® ayer en la sala Plaza de Espa?a, de Madrid (plaza de Espa?a, 8), organizada por la Comunidad de Madrid. "A trav¨¦s de 70 obras se muestra una tendencia que no quiso ser ismo, en un viaje del arte espa?ol entre Madrid y Par¨ªs que se expres¨® en la figuraci¨®n l¨ªrica", declar¨® el comisario, Eugenio Carmona. "Bores dec¨ªa que hab¨ªa que degustar la pintura como se paladea un fruto". Francisco Bores, Pancho Coss¨ªo y Hernando Vi?es fueron los iniciadores de una pintura figurativa y sensual.
En la exposici¨®n figuran algunos de los m¨¢s relevantes nombres de la vanguardia hist¨®rica espa?ola, como Bores, Gonz¨¢lez Bernal, Coss¨ªo, Gaya, Vi?es, Moreno Villa, Olivares, Palencia, Peinado, Togores y Esteban Vicente, la plana mayor de la Escuela de Par¨ªs, un r¨®tulo que recoge a quienes, sin ser Picasso, Mir¨®, Dal¨ª, Gonz¨¢lez, residieron y triunfaron en la entonces sede de la vanguardia internacional de entreguerras. Se caracterizaron por su no alineamiento partidista en ninguna de las facciones dominantes, las de los poscubistas o la de los surrealistas, aunque aprovechando elementos de ambas corrientes, siempre y cuando fuera para mayor provecho de lo pict¨®rico en s¨ª.Con lo dicho, y a?adiendo que el comisario de la muestra es un especialista entusiasta y bien informado, como Eugenio Carmona, ya se puede esperar que la iniciativa no defraudar¨¢, como as¨ª, en efecto, ocurre.
Hay que subrayar como una de las mejores contribuciones de esta iniciativa la de haberse ce?ido a unas fechas muy precisas, las de la segunda mitad de los veinte y comienzo de los treinta, momento a¨²n marcado por una furia experimental y un insolente arrojo por parte de los vanguardistas espa?oles que entonces aflu¨ªan a Par¨ªs. Hay que recalcarlo, porque trat¨¢ndose de refinad¨ªsimos pintores, como Bores, Coss¨ªo, Palencia, Peinado, Vi?es y, en general, casi todos los ahora conjuntados en la exposici¨®n, los cuales pronto derivaron a la m¨¢s elegante y sabia maestr¨ªa, este enfoque preciso y riguroso sobre su arranque, m¨¢s que una cuesti¨®n de estricto inter¨¦s arqueol¨®gico, define como nada su identidad original, de diamantes en bruto, a¨²n a las puertas de sus ulteriores pulimentos. Hay que elogiar la aportaci¨®n de obras poco vistas o no vistas en absoluto hasta el momento en nuestro pa¨ªs.
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