La banca cobra hasta un 26% de inter¨¦s por aplazar pagos con las tarjetas,
Bancos y cajas cobran tipos mensuales que van del 1,3% al 2% -lo que supone una horquilla anual entre el 17% y el 26% -por aplazar los pagos realizados con tarjetas de cr¨¦dito. Estos intereses est¨¢n cuatro veces por encima del precio oficial del dinero que actualmente es del 6,75% anual y m¨¢s de tres veces del precio legal previsto para 1997 (7,5%). Tambi¨¦n superan meridianamente la media de los tipos al consumo, como m¨ªnimo en cinco puntos. Algunas entidades reconocen que los actuales tipos de las tarjetas de cr¨¦dito no se pueden mantener y se?alan que puede haber un descenso en breve.
En Espa?a hay 8,6 millones de tarjetas de cr¨¦dito, seg¨²n datos de Visa Espa?a, primer proveedor de este mercado. Estas tarjetas permiten al titular tener un cr¨¦dito permanente al consumo y aplazar pagos a partir del primer mes, abonando tan s¨®lo un 10% del gasto realizado.Es decir, una persona puede comprar un electrodom¨¦stico por 100. 000 pesetas y dejar pendiente de pago en el banco 90.000. Esta cantidad debe ser abonada m¨¢s tarde, con pagos mensuales generalmente, pero con el recargo que le ponga el banco en forma de tipos de inter¨¦s.
Un recargo que va desde el 12,68% -siempre en Tasa Anual Equivalente (TAE), es decir, el coste real del tipo aplicado-, que fija el Banco Santander para algunos colectivos de clientes, hasta el 26,8% que aplica La Caixa. Entre los grandes bancos, el que fija un tipo de inter¨¦s m¨¢s bajo -descontada la excepci¨®n mencionada del Santander- es el BBV, con un 17,22%.
El resto oscila entre el 23,14% de Argentaria o la Caja de Madrid, el 24,6% del Santander y el Popular y el 24,97% del BCH. Es decir, que las cantidades que aplican las entidades bancarias a los pagos aplazados de las tarjetas de cr¨¦dito pueden llegar a ser cuatro veces el precio del dinero (6,75%) o tres veces el precio legal (7,5%), al que est¨¢n sujetas las administraciones.
Es algunas entidades, incluso, los intereses de las tarjetas superan los tipos que se aplican a los descubiertos en cuentas corrientes, que est¨¢n en el 22,5% y que en 1997 se reducir¨¢n al 18,75%.
Estos intereses los cobran ¨ªntegramente los bancos y las cajas, y no tienen nada que ver con los que perciben los titulares de sistemas como Visa o Mastercard o American Express a las entidades financieras. Tampoco tienen ninguna relaci¨®n con las comisiones que se pagan por ser titular de las tarjetas.
Cr¨¦dito abierto
El porcentaje de titulares que aplaza pagos y abona intereses var¨ªa seg¨²n las entidades, aunque los c¨¢lculos del sector apuntan a que son "entre el 15% y el 20% del total de los usuarios de tarjetas". Oficialmente, sin embargo, esos datos son una especie de secreto de Estado. "Nosotros no podemos ofrecer esas precisiones. Deben darlas los propios bancos y cajas", se?alan en Visa Espa?a. Por supuesto, los bancos y las cajas tampoco dan detalles pormenorizados.
Los l¨ªmites de gasto de las tarjetas oscilan entre las 50.000 pesetas y el medio mill¨®n de pesetas' mensuales, aunque existe un peque?o segmento -el de las llamadas Tarjetas Oro- que tiene un cr¨¦dito mensual notablemente superior.
Fuentes de una entidad financiera se?alan: "La gente no reclama bajadas de tipos de inter¨¦s de las tarjetas porque son conscientes de que tienen un cr¨¦dito al consumo abierto de forma permanente". En una caja se justifican los mayores intereses de las tarjetas porque tienen "m¨¢s riesgo de impago" que los cr¨¦ditos personales t¨ªpicos.
"Es un anticipo de un mes que tiene asegurado cualquier usuario de tarjeta, aunque hay que reconocer que son tipos de inter¨¦s que hoy se han quedado excesivamente altos", matizan en un banco. Estas fuentes dudan que el consumo privado -estancado en los ¨²ltimos a?os- vaya a despegar por reducir los intereses de las tarjetas.
'Guerra' a la vista
Pese a los insistentes rumores en el mercado financiero de una pr¨®xima guerra en el sector de tarjetas liderada por un gran banco, las entidades consultadas se?alan que no hay noticias oficiales al respecto.
Con todo, las entidades financieras est¨¢n a la espectativa de que alguien mueva ficha. "Ya hay alg¨²n gran almac¨¦n muy importante que permite hasta tres meses de aplazamiento sin recargo de intereses en las compras", se?alan los diversos medios consultados.
El mantenimiento de los intereses de las operaciones con tarjeta contrastan notablemente con el proceso de rebaja que est¨¢n experimentando los cr¨¦ditos, especialmente los hipotecarios, y, en menor medida, los destinados al consumo.
Los cr¨¦ditos de las hipotecas han bajado un punto anual durante los ¨²ltimos cuatro ejercicios, y los de los cr¨¦ditos al consumo, medio punto anual desde hace tres. Actualmente las hipotecas fijas est¨¢n a un tipo medio del 8,2% y los cr¨¦ditos al consumo fluct¨²an entre el 11% y el
13%, sin contar los llamados cr¨¦ditos preferenciales a los mejores clientes que est¨¢n en torno al 9%, pero que apenas llegan al gran p¨²blico. "Los bancos y las cajas tambi¨¦n han hecho un esfuerzo adicional reduciendo los costes de cancelaci¨®n de hipotecas", seg¨²n resaltan tanto la patronal bancaria (AEB), como la de las cajas (CECA).
El Gobierno quiere que el consumo se despierte en 1997 y prev¨¦ que aumente un 2,7% el a?o que viene, frente al 2% de este a?o. Con todo, un portavoz de la Secretar¨ªa de Estado de Econom¨ªa se?ala que no hay ninguna sugerencia ni presi¨®n a la banca para que reduzca los intereses de las tarjetas.
En cualquier caso, el inter¨¦s de los bancos y las cajas de ahorro por potenciar el uso de las tarjetas es cada d¨ªa m¨¢s evidente. En los ¨²ltimos meses algunas grandes cajas y bancos han lanzado cat¨¢logos de productos que pueden conseguirse a base de sumar puntos por las compras con tarjeta. Adem¨¢s, se est¨¢n introduciendo en el uso de los llamados monederos electr¨®nicos, es decir, la utilizaci¨®n de las tarjetas de cr¨¦dito para pagos de poca cuant¨ªa, como la compra del pan, el peri¨®dico o un desplazamiento en taxi.
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