Savater: "La esencia nacionalista es incompatible con la democracia"

Fernando Savater explica que ya en Nihilismo y acci¨®n (1978) se rastrean temas a los que ha ido volviendo: el individualismo voluntarista, el descr¨¦dito de la muerte y el sacrificio, la enemistad con cualquier unci¨®n eclesial o autoritaria, la preferencia por el instante y la lucha contra la tribu y contra el nacionalismo. Taurus acaba de editar esa primera obra, en un volumen compilatorio, junto a La filosof¨ªa tachada, De los dioses y del mundo y La tarea del h¨¦roe. Al mismo tiempo, Tusquets reedita Contra las patrias, un libro cuyo t¨ªtulo Savater ampli¨® ayer con una frase: "La esencia nacionalista es incompatible con la democracia".

Savater, nacido en San Sebasti¨¢n hace 50 a?os, considera que el tema del nacionalismo en Euskadi y Catalu?a ha ido a peor desde que public¨® Contra las patrias (1984). "Los nacionalismos reclaman pluralidad en el Estado espa?ol pero descartan la pluralidad donde ellos ejercen su poder", dice el escritor. "?se es e? tema que yo hab¨ªa intuido cuando escrib¨ªa el libro, y me parece que ahora existe mucho m¨¢s el deseo de extirpar lo que no responde a una cierta idea de lo vasco o de lo catal¨¢n que una defensa de lo propio. Eso se ha ido acentuando, y en el Pa¨ªs Vasco con unas graves connotaciones de enfrentamiento semib¨¦lico".Savater ejemplifica ese esp¨ªritu antidemocr¨¢tico en el control nacionalista, directo o indirecto, de los medios de comunicaci¨®n: "Por mucho que las televisiones oficiales tengan una notable tendencia a estar al servicio del partido en el poder no hay en ninguna parte una televisi¨®n tan abiertamente al servicio de un partido pol¨ªtico y del ideario nacionalista como Euskal Telebista. Vi¨¦ndola, jam¨¢s se le ocurrir¨ªa a uno pensar que hay otras personas, que adem¨¢s resulta que son mayor¨ªa, que viven en el Pa¨ªs Vasco y que no son nacionalistas" .

Savater opina que el Pa¨ªs , Vasco "est¨¢ muy desvertebrado, la gente huye, se va de la Universidad..., se van periodistas, empresarios, gente que trabaja, que busca otras dimensiones. La ¨²nica diferencia que hay entre Contra las patrias y mi visi¨®n actual es que soy mucho m¨¢s pesimista. El problema del Pa¨ªs Vasco es el nacionalismo, y ETA es una de las consecuencias de ese problema, y si ma?ana se arregla ETA el nacionalismo seguir¨¢ siendo malo y teniendo otras consecuencias negativas. Hay gente del PNV que est¨¢ ah¨ª por unas tradiciones democr¨¢ticas, pero la esencia nacionalista es incompatible con la democracia: hay nacionalistas dem¨®cratas pero el nacionalismo no es democr¨¢tico".T¨ªtulos de juventud

Respecto a los cuatro t¨ªtulos de juventud unidos en un volumen bajo el t¨ªtulo La voluntad disculpada, Savater dice que no son contemplativos sino acerca de la orientaci¨®n de la acci¨®n humana, "una b¨²squeda de m¨¢s plenitud vital, de felicidad". En aquella ¨¦poca -entre el ¨²ltimo lustro de la dictadura y el primero de la democracia- Savater adopt¨® una postura "de ra¨ªz nietzschiana, basada en la importancia de la decisi¨®n y la fuerza individuales", dice, "en el peso de una voluntad que no se siente culpable de querer sino que busca c¨®mo hacer su querer arm¨®nico con el de otros". En este sentido, Nietzsche le sirvi¨® como reforzamiento "de un tono vital que no vive exclusivamente de la culpabilidad, de la sumisi¨®n, de la obediencia ni de la rutina". En La tarea del h¨¦roe ve Savater el primer libro suyo que respaldar¨ªa de verdad. Caracterizado por su car¨¢cter expansivo y abierto, Savater precisa que siempre ha tenido una idea o-m¨¢s bien tr¨¢gica-. "El optimismo parte de la asunci¨®n de nuestra finitud", a?ade. "Si fu¨¦ramos inmortales no tendr¨ªa ning¨²n m¨¦rito ser optimista. El secreto de la alegr¨ªa est¨¢ en que surge en los ¨²nicos seres que sabemos que vamos a morir. Uno de estos libros, La filosof¨ªa tachada, termina con una frase de Sterne que dice: 'He basado mi causa en nada. ?ste es el problema de la alegr¨ªa, del j¨²bilo, del goce: es algo que se basa en nada y que, sin embargo, es real; es decir, sobre nada se puede avanzar. Creo que Nietzsche lo vio muy bien: esa nada es el presente, y la muerte no est¨¢ a¨²n en el presente, es la sombra de amenaza, el reverso de seriedad de la vida".

Frente a la idea: "somos culpables porque queremos el mal", Savater contrapone otra: "No, la voluntad no es culpable, es culpable el realizarla de determinadas formas, pero el desear lo que nos autoafirma, lo que es gozoso, eso no tiene nada de malo. El mal viene cuando esto entra en colisi¨®n con otros principios humanos que hay que respetar. Por eso soy muy antieclesial, y tambi¨¦n estoy en contra de una cierta visi¨®n del cristianismo anticorporal, trascendentalista, que convierte la felicidad en premio y no en entrega al instante, y sobre todo que deval¨²a la muerte. Cualquier trascendentalismo me parece que frivoliza la muerte: lo m¨¢s serio contra la religi¨®n lo dijo Pessoa cuando escribi¨® que la religi¨®n 'es metaf¨ªsica recreativa".