Los Quince siguen la crisis con frialdad lateral ajeno a la UE y como un problema bilateral ajeno a la UE

La Uni¨®n Europea ha seguido con frialdad la crisis hispano-cubana provocada por la retirada del pl¨¢cet al embajador Jos¨¦ Coderch. La consigna es darse tiempo y no echar le?a al fuego para evitar que un desbordamiento del conflicto salpique a los Quince. Hasta ahora se considera que el problema es "puramente bilateral" entre Madrid y La Habana. El embajador cubano en Bruselas aplaudi¨®, como Abel Matutes, el texto de la "posici¨®n com¨²n" de la UE sobre Cuba.

El ruido m¨¢s evidente fue el silencio p¨²blico de los Quince en Bruselas, con la salvedad de John Major desde Londres. Silencio oficial tambi¨¦n de los embajadores, quienes ni abordaron la crisis ni discutieron ayer, en el Comit¨¦ de Representantes Permanentes (Coreper), la "posici¨®n com¨²n" de la UE adoptada el lunes por el Comit¨¦ Pol¨ªtico, remiti¨¦ndolo al Consejo de ministros para permitir el enfriamiento de la situaci¨®n.Altos funcionarios comunitarios consideran "un grave error" la iniciativa de Fidel Castro, "porque ha jugado con fuego", abriendo terreno al Gobierno Aznar para una eventual petici¨®n expl¨ªcita de solidaridad a sus socios. Otros funcionarios, tambi¨¦n cr¨ªticos con La Habana, discrepan, al considerar que "a ning¨²n pa¨ªs le interesa que surja una crisis entre una vieja metr¨®poli y una ex colonia". Seg¨²n ellos, si Castro no comete nuevos errores, "dif¨ªcilmente Madrid podr¨ªa aspirar siquiera a una declaraci¨®n pol¨ªtica" de apoyo en el litigio de la embajada.

"Si Espa?a llegase a pedir apoyo, seguramente lo obtendr¨ªa, pero siempre dentro del estricto marco seg¨²n el cual las relaciones diplom¨¢ticas competen a la soberan¨ªa nacional" de cada socio, matizaron medios franceses. Es decir, nada de apuntarse a eventuales escaladas de tensi¨®n.

M¨¢s rotundamente, portavoces de la Comisi¨®n y de la presidencia irlandesa coincidieron en reiterar que se trata de "un problema puramente bilateral", que nada tiene que ver con la "posici¨®n com¨²n" de los Quince. Fuentes diplom¨¢ticas de uno de los pa¨ªses m¨¢s influyentes atribuyeron a Espa?a "haber provocado un conflicto desde la nada". "Menos mal que el documento espa?ol fue rebajado en su pretensi¨®n de dar un giro de 180 grados a la pol¨ªtica de la Uni¨®n con Cuba", a?adieron.

Cosas que no se airean

Un diplom¨¢tico record¨® al respecto que la propuesta espa?ola de endurecimiento de las relaciones con Cuba propugnaba oficializar p¨²blicamente las legaciones de los Quince en La Habana como centros de relaciones privilegiadas con la oposici¨®n, designando incluso a un funcionario para mantenerlas. "Con buen criterio, se elimin¨® del texto com¨²n", subray¨®. Jos¨¦ Coderch aire¨® esa pol¨ªtica en el caso de Espa?a, y es a lo que se ha acogido el Gobierno de Castro para retirarle el pl¨¢cet. "Estas cosas se hacen pero no se ventean", concluy¨®.

Mientras el Gobierno espa?ol intensifica su campa?a en Bruselas para identificar su texto original con la "posici¨®n com¨²n" consensuada el lunes, funcionarios de la Comisi¨®n subrayaron que ¨¦sta "lo ha descafeinado completamente". Se basaban en que el documento final, entre otras cosas, "descarta un giro de mayor dureza, al reconocer la continuidad de la estrategia fijada en las cumbres de Madrid y Florencia", la de presi¨®n sin acoso.

As¨ª lo vino a reconocer tambi¨¦n en el Parlamento Europeo el embajador cubano Ren¨¦ M¨²gica. La Habana "aprecia el enfoque y la aproximaci¨®n constructiva que est¨¢ impl¨ªcita en la posici¨®n de la UE", dijo, que evidencia "diferencias profundas" con la de Estados Unidos. Un aplauso parecido al del espa?ol Abel Matutes.