Espa?a asume la pol¨ªtica europea de energ¨ªas renovables y cuadruplicar¨¢ la e¨®lica en un a?o

En 1990 hab¨ªa instalados 7 megavatios de potencia de energ¨ªa e¨®lica en Espa?a, ahora son ya 115. A finales del pr¨®ximo a?o se cuadruplicar¨¢ esa cifra si se ejecutan todos los proyectos de parques e¨®licos ahora en marcha, seg¨²n datos del Instituto para la Diversificaci¨®n y Ahorro de la Energ¨ªa (IDAE), dependiente del Ministerio de Industria. La e¨®lica es la energ¨ªa renovable que m¨¢s ha despegado en Espa?a y la mejor carta de presentaci¨®n nacional en el Congreso de Sitges (Barcelona) sobre energ¨ªas alternativas en la UE, que fue clausurado ayer por Isabel Tocino.

Los mayores parques e¨®licos est¨¢n previstos en Galicia, Navarra, Arag¨®n, Canarias y Andaluc¨ªa. Esos 300 megavatios en proyecto representan una inversi¨®n de 70.000 millones de pesetas; las subvenciones directas de la Administraci¨®n suponen menos del 15%, seg¨²n el IDAE.Concepci¨®n C¨¢novas del Castillo, directora general del IDAE, explica: "Dentro de las energ¨ªas renovables, la e¨®lica es la que m¨¢s ha despegado en Espa?a, en la UE y en el mundo, porque ha llegado a un grado de madurez tecnol¨®gica que permite que sea ya competitiva". Sin embargo, a¨²n le falta un hervor para que pueda entrar a competir libremente con las energ¨ªas convencionales. De hecho, su despegue se apoya en buena medida en que los kilovatios producidos con molinos de viento est¨¢n subvencionados.

A ese aumento de la energ¨ªa e¨®lica ha contribuido el respaldo de la UE, que ha destinado en los ¨²ltimos cuatro a?os 6.500 millones al Programa Altener I para energ¨ªas renovables. Es lo que se ha repasado desde el lunes en Sitges. Altener ha financiado 225 proyectos de energ¨ªas renovables; un 10% eran espa?oles.

Las energ¨ªas renovables cubren ahora menos del 6% de las necesidades energ¨¦ticas de la UE. Espa?a anda tambi¨¦n por ese porcentaje; muy poco frente al 54% del petr¨®leo, 18% del carb¨®n, 14% de las nucleares y 7% del gas. Dentro de esa porci¨®n renovable, la gran tajada se la lleva la biomasa (63%), seguida de la hidr¨¢ulica (30%). La solar representa solamente un 0,4% y la e¨®lica, otro 0,4% de ese 6%.

Tocino apost¨® ayer en Sitges por conseguir que el 12% de la energ¨ªa consumida en Espa?a en el a?o 2010 sea renovable -objetivo que se ha marcado la Comisi¨®n Europea- Sin embargo, existe el riesgo claro de que, si no se cambia de estrategia, todo quede en palabras. Ni Espa?a ni el conjunto de la UE conseguir¨¢n ese porcentaje, a menos que mejoren sustancialmente sus actuales pol¨ªticas de apoyo a las energ¨ªas renovables. As¨ª lo sostiene un estudio encargado por la Comisi¨®n y presentado ayer en Sitges. Entre las medidas que recomienda el informe destaca el establecimiento de un impuesto sobre los combustibles convencionales que compense sus costes ambientales, as¨ª como un incremento de las inversiones p¨²blicas en investigaci¨®n de tecnolog¨ªas energ¨¦ticas renovables. Con el mantenimiento del actual marco, las energ¨ªas renovables no podr¨ªan, en cambio, superar siquiera la barrera del 8% en los pr¨®ximos 15 a?os.

La necesidad de una inversi¨®n adicional de m¨¢s de 31 billones de pesetas se ver¨ªa compensada con la creaci¨®n de al menos medio mill¨®n de empleos netos, la disminuci¨®n en un 19% de las importaciones energ¨¦ticas y en un 16% respecto a 1990 de las emisiones de CO2, -causante del cambio clim¨¢tico-.

En Espa?a se a?ade ahora el riesgo de que el nuevo y pol¨¦mico protocolo el¨¦ctrico frene este despegue en Espa?a, por un descenso en la subvenci¨®n al kilovatio producido por los aerogeneradores. Nemesio Fern¨¢ndez Cuesta, secretario de Estado de Energ¨ªa, ha se?alado: "Mantendremos la prima o incentivo especial a las energ¨ªas renovables, de modo que pueda asegurarse su rentabilidad. En este caso nos saltamos los mecanismos estrictos de mercado, pero aqu¨ª est¨¢ plenamente justificado por los beneficios sociales de menor contaminaci¨®n". Sin embargo, a¨²n no se ha concretado la cuant¨ªa de esa prima.

La ministra de Medio Ambiente defendi¨® en Sitges la necesidad de que "las energ¨ªas convencionales internalicen en sus precios los costes ambientales" que ahora se imponen al conjunto de la sociedad.