Un "r¨ªo ¨²nico" metaf¨®rico que representa a todas las cuencas

Para redondear el cuadro de c¨®mo anda el pa¨ªs en recursos h¨ªdricos, Clemente Prieto, el experto de Ib¨¦rdrola, ha tenido la ocurrencia de imaginar un r¨ªo ficticio que represente al conjunto de las cuencas y los distintos reg¨ªmenes hidrol¨®gicos: el atl¨¢ntico, el mediterr¨¢neo y el pirenaico.Con los datos disponibles, tras seleccionar ocho puntos de medici¨®n de caudales, Prieto ha llegado a resultados concluyentes: ese imaginario o metaf¨®rico r¨ªo ¨²nico peninsular ve disminuir su caudal un 0,378% a?o tras a?o.

Es verdad que el 95% de esa ca¨ªda se debe a que los espa?oles derrochan el agua cada vez m¨¢s, consumen m¨¢s y m¨¢s en sus distintos usos, pero el 5% restante de p¨¦rdida de recursos se debe a "causas naturales". Con otras palabras: la demanda crece a gran velocidad mientras la oferta natural disminuye lenta pero inexorablemente.

"Habr¨ªa que aplicar correcciones de posibles compon entes c¨ªclicos y otras de tipo aleatorio", advierte Prieto sobre las conclusiones de su estudio.

Pero puesta la cautela, a?ade: "Puede hablarse de una tendencia general al decrecimiento de los recursos h¨ªdricos en Espa?a desde 1921 hasta, hoy y una tendencia, tambi¨¦n, a la reducci¨®n del porcentaje sobre el total anual de las aportaciones de invierno".

Cada vez llueve menos y las precipitaciones tienden a concentrarse en estaciones distintas a las que antes se consideraban lluviosas. Del periodo estudiado, 26 a?os fueron h¨²medos, 17 medios y 32 secos.Aviso para el futuro

Con vistas al negocio energ¨¦tico que representa Prieto, el hidroel¨¦ctrico, la disminuci¨®n de agua apenas tiene repercusi¨®n. Cada d¨ªa menos. "Ya no quedan presas ni embalses hidroel¨¦ctricos por hacer, a no ser que se inundaran zonas habitadas, cosa impensable", precisa.

La energ¨ªa de origen hidroel¨¦ctrico en Espa?a cada vez es menos relevante. Supone menos del 20% del consumo total, aunque sea la m¨¢s aut¨®ctona y la de mayor calidad.

Pero los datos sobre la disminuci¨®n de los caudales de los r¨ªos y de la intensidad de las precip¨ªtaciones, "s¨ª suponen un gran aviso sobre el enorme respeto con que hay que contemplar este recurso, cada vez m¨¢s escaso, y el cuidado en la distribuci¨®n de sus diferentes usos", afirma Prieto. "Por eso", a?ade, "creo que el plan hidrol¨®gico no puede plantear incrementos de demandas a pi?¨®n fijo, sin tener en cuenta que agua, cada vez hay menos".