Estados Unidos no quiere rivales para la OTAN
Estados Unidos dej¨® ayer claro en Lisboa que no aceptar¨¢ que ninguna organizaci¨®n rivalice con la OTAN en la defensa de la seguridad europea. El vicepresidente estadounidense, Al Gore, sali¨® al paso de una iniciativa presentada por el presidente franc¨¦s, Jacques Chirac, que abog¨® por dotar a la Organizaci¨®n para la Seguridad y la Cooperaci¨®n en Europa (OSCE) de un estatuto jur¨ªdico propio, lo que potenciar¨ªa su papel como organizaci¨®n europea de seguridad. La cumbre, que concluye hoy, ya ha alcanzado un pacto importante: el acuerdo para renovar el tratado sobre armas convencionales.
La OSCE, cuya cumbre de jefes de Estado y de Gobierno se est¨¢ celebrando en Belem, en las cercan¨ªas de Lisboa, es la mayor organizaci¨®n de seguridad europea ya que agrupa a todos los pa¨ªses del continente, m¨¢s las antiguas rep¨²blicas sovi¨¦ticas, a Estados Unidos y Canad¨¢.El futuro de la OSCE estaba en juego en esta cumbre de Lisboa. Rusia, como era previsible, volvi¨® a abogar, sin demasiadas esperanzas, por su potenciaci¨®n como foro de seguridad y desarme, y volvi¨® a advertir de los riesgos que conllevar¨ªa una ampliaci¨®n de la OTAN a los pa¨ªses del Este de Europa que apenas hace unos a?os estaban en el Pacto de Varsovia. El primer ministro ruso, Viktor Chernomirdin, se?al¨® que la ampliaci¨®n de la Alianza supondr¨ªa una nueva divisi¨®n de Europa, a la que su pa¨ªs quiere incorporarse plenamente. Un alto funcionario europeo se?al¨® a este peri¨®dico que Rusia intentaba en esta cumbre jugar "su ¨²ltima baza" para conseguir potenciar la OSCE y conseguir algo a cambio de la inevitable ampliaci¨®n hacia el este de la Alianza Atl¨¢ntica.
Diplomacia preventiva
Pero fue la intervenci¨®n del primer ministro franc¨¦s, Jacques Chirac, la que m¨¢s comentarios suscit¨® al ir bastante m¨¢s lejos de la posici¨®n que mantuvieron los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea, entre ellos Espa?a. "Francia desea que la iniciativa gestada sobre seguridad europea en Lisboa encuentre su culminaci¨®n en un Tratado o en una Carta sobre la Seguridad Europea, en el marco de la OSCE", afirm¨® el presidente franc¨¦s quien abog¨® por la potenciaci¨®n de la organizaci¨®n como un "instrumento natural de la diplomacia preventiva y de la consolidaci¨®n de la paz en el continente".La intervenci¨®n de Al Gore fue clara ya que adem¨¢s de cortar en seco las pretensiones francesas defendi¨® la ampliaci¨®n de la OTAN, y se?al¨® que nadie deb¨ªa tener miedo a una organizaci¨®n que vela por la paz y la seguridad de la democracia.
El vicepresidente norteamericano calific¨® m¨¢s tarde de "hist¨®rico" el mandato de renovaci¨®n de Tratado sobre Armas Convencionales consciente que una cumbre como la de Lisboa no puede dar resultados espectaculares. La relativa facilidad con que se alcanz¨® este acuerdo en la noche del domingo contrastaba con las laboriosas negociaciones que se manten¨ªan al cierre de esta edici¨®n para consensuar los otros dos documentos de la cumbre: la Declaraci¨®n de Lisboa, que ser¨¢ el documento pol¨ªtico, y una declaraci¨®n sobre el modelo de seguridad para el siglo XXI con el objetivo es hacer avanzar los principios de la seguridad colectiva.
Lo laborioso de estas negociaciones tiene que ver con las caracter¨ªsticas propias de esta organizaci¨®n, una conferencia diplom¨¢tica que adopta sus decisiones por consenso de sus 54 miembros -la Rep¨²blica Yugoslava sigue suspendida- y que se ha distintinguido ¨²ltimamente por su papel en la organizaci¨®n del proceso electoral en Bosnia-Herzegovina.
La actual OSCE es heredera de la antigua Conferencia de Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (CSCE), una iniciativa diplom¨¢tica de la guerra fr¨ªa cuya Acta de Helsinki de 1975 sent¨® las bases en favor de la distensi¨®n y la defensa de los derechos humanos. La ca¨ªda del muro y el derrumbe de la Uni¨®n Sovi¨¦tica dieron a la CSCE un papel importante como foro de negociaci¨®n para el desarme, la implementaci¨®n de los derechos humanos e incluso como instrumento de interposici¨®n en los conflictos surgidos en territorios situados en el desaparecido bloque socialista. La decisi¨®n hace dos a?os en la cumbre de Budapest de transformar la antigua conferencia en organizaci¨®n puede ser irrelevante si no existe una voluntad pol¨ªtica para consolidar su base jur¨ªdica. Rusia recelosa de la ampliaci¨®n de la OTAN ha buscado la potenciaci¨®n de la OSCE en la que es miembro en pie de igualdad con el resto de los Estados.
La UE que busca su propia identidad de defensa al mismo tiempo que ampl¨ªa hacia el Este (Polonia, la Rep¨²blica Checa, Hungr¨ªa, los Estados b¨¢lticos) el n¨²mero de sus miembros, es partidaria de mantener el actual equilibrio entre la OSCE, la OTAN, la Uni¨®n Europea de Defensa (UEO) e incluso organismos como el Consejo de Europa a fin de no inquietar ni a sus aliados atl¨¢nticos, EE UU y Canad¨¢, ni agravar la situaci¨®n de la Federaci¨®n Rusa, donde una involuci¨®n pol¨ªtica, producto de la quiebra total del Estado, pondr¨ªa en serio peligro la seguridad europea.
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