Muere Georges Duby, el medievalista que integr¨® la vida cotidiana en la Historia
El escritor, fallecido a los 77 a?os, supo combinar la erudici¨®n con el ¨¦xito popular
El historiador franc¨¦s Georges Duby falleci¨® ayer en su casa de Aix-en-Provence, a los 77 a?os de edad, a consecuencia de un c¨¢ncer contra el que luchaba desde hac¨ªa tiempo. Con ¨¦l desaparece el primer medievalista contempor¨¢neo que ha logrado ser, al mismo tiempo, un erudito y un autor popular, un especialista y un divulgador. Duby deja una obra importante, ya sea escrita directamente por ¨¦l, ya sea codirigida y, sobre todo, deja una manera distinta de abordar el trabajo de historiador, pues era un hombre pragm¨¢tico y de su tiempo que supo sacar partido de los medios de comunicaci¨®n.
Nacido en 1919, doctor en Letras, ejerci¨® como profesor en Lyon, Besan?on y Aix-en-Provence hasta que, en 1970, fue nombrado miembro del Coll¨¨ge de France. Formado, en la famosa escuela de los Annales, ser¨¢ la cabeza visible del movimiento renovador bautizado como Nouvelle Histoire, que da importancia a factores hasta entonces marginados y no puestos de relieve, como puede ser el estudio de la vida cotidiana en el medievo, y que ¨¦l valoraba en la medida en que permit¨ªan realizar "resurrecciones hist¨®ricas". Para ello ya no s¨®lo se sirve de las series de precios del trigo o de la cronolog¨ªa de hechos pol¨ªticos, sino que utiliza la pintura, la poes¨ªa, la m¨²sica o la narrativa de la ¨¦poca, algo que, si bien no es una novedad estricta, ni mucho menos, s¨ª lo parece en sus manos por el placer con que maneja este tipo de fuentes, que va m¨¢s all¨¢ de la mera instrumentalizaci¨®n. De pronto, un libro como Tiempo de las catedrales (1976) es un ¨¦xito de ventas. Duby tiene el m¨¦rito y la novedad de reconciliar su rigor como historiador coin un innegable talento como escritor.
Mundo rural
Su carrera como autor empieza mediados los a?os cincuenta con La Europa de las catedrales (1956) , y contin¨²a con Historia de la civilizaci¨®n francesa (1958). Su preocupaci¨®n por el mundo rural, por reconstruir su cotidianidad, le lleva a interesarse tanto por momentos excepcionales -El a?o mil (1967)- como por un an¨¢lisis mas gen¨¦rico de la estructura social -Guerreros y campesinos (1973, editado en Espa?a por Siglo XXI), Los tres ¨®rdenes o lo imaginario del feudalismo (1978, Taurus)- o de naturaleza m¨¢s cl¨¢sica y global -Historia de Francia (1970).Durante los setenta se convirti¨® en un personaje conocido, que participaba en -emisiones televisivas o en proyectos audiovisuales. Luego lleg¨® el tiempo de los honores, el ingreso en la Academia, pero tambi¨¦n algunas aventuras ins¨®litas, como la codirecci¨®n de una Historia de las mujeres (1990, editada en Espa?a por Taurus), que se ocupa tanto de un sexo marginado por todas las Historias como de articular un punto de vista distinto sobre los hechos. Tambi¨¦n es el momento en que es escogido miembro del Institut Catal¨¤ d'Estudis Mediterranis y participa en la votaci¨®n anual del premio que concede dicho organismo.
Su curiosidad le convirti¨® en la persona id¨®nea para que Mitterrrand le encargase en 1986 un estudio para poner en marcha lo que hoy es el canal cultural ARTE, proyecto que entonces recib¨ªa el nombre de SEPT y que permiti¨® ver c¨®mo pod¨ªa concebirse de manera innovadora la televisi¨®n, una televisi¨®n que conciliase las principales carecter¨ªsticas de su obra: el talento de divulgador con el rigor del especialista. Duby fue durante a?os presidente del Consejo de Administraci¨®n de la SEPT y luego presidente de honor de ARTE. El canal programar¨¢ en febrero el documental Georges Duby, el placer y el tiempo.
En 1991 public¨® unas memorias -La historia contin¨²a- en las que recordaba a sus grandes maestros -Bloch, Fabvre, Braudel y Daumezil-, hablaba de "la felicidad concreta de tocar con las manos lo que queda del polvo de los siglos" y resum¨ªa su manera de ver el pasado diciendo que "los acontecimientos son la espuma de la Historia".
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