Para no meter la pata

Un hombre bien educado y cort¨¦s debe abrir paso a una dama al subir una escalera. Sin embargo, al llegar al rellano, y antes de entrar al sal¨®n, debe ser ella quien tome la delantera. Eso s¨ª, siempre del brazo del caballero. Y tambi¨¦n ser¨¢ la se?ora quien inicie el descenso de pelda?os. Un hombre bien educado y, por supuesto, elegante debe saber que el chaqu¨¦ s¨®lo se usa en actos, enti¨¦ndase por bodas, recepciones, entierros o similares, celebrados desde primera hora de la ma?ana hasta la ca¨ªda de la tarde. El frac, por tanto, queda reservado exclusivamente para las cenas ¨ªntimas, las fiestas, los bailes, las recepciones y las representaciones de teatro y de ¨®pera que se celebren siempre de noche. En el caso de las mujeres, deben olvidar que a la hora del t¨¦ se usan las lentejuelas y las plumas.?stas y otras muchas normas sobre el protocolo forman parte de un cursillo que esta semana la Consejer¨ªa de Medio Ambiente y Desarrollo Regional de la Comunidad de Madrid imparte a los alcaldes y concejales de los 179 municipios de la regi¨®n. En definitiva, se les ense?a a no meter la pata en los actos oficiales.

Del truco de la escalera y de la norma del atuendo oy¨® hablar ayer por primera vez el alcalde de Alameda del Valle, Florentino Sanz, del Partido Popular. Intentaba excusarse: "Soy uno de los alcaldes de los nuevos, llevo poco en el cargo y no tengo idea de muchas cosas. Por eso he venido al cursillo, para no tener problemas con el protocolo". Y recordaba como an¨¦cdota la reciente visita al pueblo del presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallard¨®n. "Durante la comida no sab¨ªa d¨®nde sentarlo, y hasta que lo resolv¨ª pas¨¦ un buen apuro".

Para la directora del curso, Pilar Benito, autora de varios escritos sobre normas de protocolo, lo m¨¢s dif¨ªcil es saber estar. "Las normas est¨¢n escritas, pero lo que hay que aprender es c¨®mo desenvolverse y comportarse, sobre todo, aquellas personas que desempe?an un cargo p¨²blico y est¨¢n siempre en el ojo del hurac¨¢n y de la cr¨ªtica. Hay mucha falta de informaci¨®n sobre este tema porque todo el mundo piensa que es una cursilada". Como an¨¦cdota sobre esta falta de informaci¨®n apuntaba los apuros de algunos alcaldes, eso s¨ª, sin dar nombres, al ofrecer una comida a las autoridades. "Por ejemplo, el anterior presidente de la regi¨®n, Joaqu¨ªn Leguina, muchas veces fue relegado a un puesto inferior, por debajo del p¨¢rroco o de alg¨²n cacique del pueblo":

En lo del saber estar coincid¨ªa otro de los alcaldes, el de Gascones, Francisco Javier Brice?o, tambi¨¦n del PP, que aseguraba ser m¨¢s educado porque anteriormente hab¨ªa recibido un curso de ret¨®rica. Contaba que all¨ª aprendi¨® una de las normas b¨¢sicas que, seg¨²n ¨¦l, todo alcalde debe saber y muy pocos saben: colocar los pies y las manos. "Parecer¨¢ una tonter¨ªa, pero es algo importante. Las manos deben estar siempre estiradas, nunca hay que esconderlas. Y los pies jam¨¢s hay que ponerlos debajo de la silla, porque parece que s¨ª se hace esto hay algo que esconder. Y eso, cuando se trata de un alcalde, siempre es sospechoso", aseguraba sonriente. "Siempre me he liado cuando he tenido que colocar a personalidades en una mesa; por eso es bueno que nos lo ense?en, porque los alcaldes de los municipios peque?os no disponemos de jefes de protocolo", a?adi¨®.

De lo aprendido en estos dos d¨ªas De Mateo destacaba algo que a ¨¦l siempre le ha llamado la atenci¨®n: el orden correcto de las banderas. "En la mayo-. r¨ªa de los pueblos est¨¢n puestas al rev¨¦s, con los escudos de espaldas a la calle". Para quitar hierro, el consejero de Medio Ambiente y Desarrollo Regional, Carlos Mayor Oreja, tambi¨¦n asistente al curso, gastaba bromas. "Es importante saber dirigirse a las autoridades. Por ejemplo, al Rey se le puede decir: 'Se?or, ?est¨¢n buenas las alubias con chorizo? P¨¢seme el pan para mojar el huevo", comentaba, mientras reconoc¨ªa que ¨¦l, habitualmente, infring¨ªa el protocolo. "Me tengo que disciplinar m¨¢s, porque mi forma de ser tan extravertida hace que continuamente est¨¦ metiendo la pata". Mientras, la profesora Pilar Benito insist¨ªa en que los hombres deben olvidarse de los calcetines blancos y optar por los finos de color negro.