Prosa cubana
LA POSICI?N com¨²n sobre Cuba adoptada por los Quince a instancia espa?ola pone en prosa comunitaria y formal lo que ya ven¨ªa haciendo la Uni¨®n Europea con La Habana. En la pr¨¢ctica, poco cambiar¨¢: el di¨¢logo con Cuba, al que de nuevo y acertadamente se apunta el Gobierno de Aznar, volver¨¢ a primar sobre el castigo. En la estela de la iniciativa espa?ola en la UE, los Quince se han propuesto asumir una serie de iniciativas, de limitado alcance, con el objetivo de insuflar en la dictadura de Castro alguna voluntad de tr¨¢nsito hacia la democracia. Pero la postura com¨²n no condiciona estrictamente a esta apertura el mantenimiento del nivel actual de cooperaci¨®n -muy limitado, por lo dem¨¢s-, sino su aumento o un eventual acuerdo de cooperaci¨®n.No ha habido un giro de fondo en la pol¨ªtica de los Quince, aunque la adopci¨®n de una posici¨®n conjunta constituye por s¨ª misma una novedad. Frente a la pretensi¨®n inicial espa?ola de la presi¨®n a trav¨¦s del acoso, la diplomacia comunitaria ha antepuesto su tradicional presi¨®n sin ruptura: poner la zanahoria delante para in tentar que se mueva el r¨¦gimen castrista, numantinizado y anquilosado hasta el l¨ªmite por los intereses de su propia nomenklatura. Espa?a, en un viraje hacia la modera ci¨®n que parece haber encabezado el titular de Exteriores, Abel Matutes, no parece disgustada con que se haya quitado hierro a su propia propuesta inicial, y anuncia la reanudaci¨®n del di¨¢logo con La Habana, pese a la negativa del pl¨¢cet al diplom¨¢tico Jos¨¦ Coderch. Matutes ha acertado al no reaccionar con vehemencia ante tal afrenta, lo que facilita la reconstituci¨®n del consenso so bre la pol¨ªtica espa?ola en relaci¨®n a la isla caribe?a.
El Gobierno de Aznar se congratula de haber patrocinado una iniciativa que ha sido secundada por sus socios europeos. Una redacci¨®n menos chirriante de su primer borrador le habr¨ªa evitado correcciones posteriores. Con todo, este acuerdo puede servir de pretexto a Clinton para aplazar de nuevo la aplicaci¨®n de la ley Helms-Burton. Ese ser¨ªa, parad¨®jicamente, el principal ¨¦xito de la iniciativa espa?ola.
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