El acuerdo sobre el carb¨®n deber¨¢ esperar

El Protocolo El¨¦ctrico liberaliza el abastecimiento de materias primas para la producci¨®n de electricidad, con el fin de facilitar la competencia y abaratar los costes. La excepci¨®n es el carb¨®n nacional. Las contundentes protestas del sector de la miner¨ªa en Asturias y Le¨®n y la reacci¨®n en contra dentro del propio PP ante el anuncio del cierre de Hunosa han abierto una v¨ªa para que la regulaci¨®n que inclu¨ªa el protocolo sobre el carb¨®n nacional quede aparcada para una negociaci¨®n posterior.

Pero el mismo texto recoge que, progresivamente, las el¨¦ctricas podr¨¢n dejar de comprar carb¨®n nacional. Esta materia prima, hasta ahora subvencionada, tiene baja calidad energ¨¦tica, cuesta mucho y desestabiliza la futura competencia, seg¨²n las empresas el¨¦ctricas. Una tonelada de carb¨®n se cotiza en el mercado intemacional entre 10.000 y 15.000 pesetas, mientras que el carb¨®n espa?ol de Hunosa cuesta m¨¢s de 36.000 pesetas.

Con independencia de esta negociaci¨®n, el Protocolo El¨¦ctrico prev¨¦ incentivar las compras de carb¨®n nacional. La factura de los pr¨®ximos diez a?os ser¨¢, de 300.000 millones de pesetas. Esta cantidad forma parte de los llamados "costes de ineficiencia" o compensaciones que, para el conjunto de las empresas, ascienden a 1,988 billones de pesetas.

El protocolo incentiva la competencia en la generaci¨®n y la competencia en la comercializaci¨®n de la electricidad y liberaliza, al mismo tiempo, el acceso a la red de transporte. Para ello, se prev¨¦ la transformaci¨®n de Red El¨¦ctrica Nacional (REDESA) en una sociedad propiedad del conjunto de las empresas el¨¦ctricas, en partes proporcionales al uso que las empresas hagan de ella, es decir al volumen de electricidad que logren comercializar.