El piloto ruso que 1983 atac¨® un 'jumbo' surcoreano revela los detalles del derribo
Guennadi Osipovich levanta sus manos para mostrar c¨®mo hace 13 a?os maniobr¨® el caza SU-15 para derribar al Boeing 747 de las l¨ªneas a¨¦reas surcoreanas. Era la ma?ana del 1 de septiembre de 1983; y su unidad hab¨ªa salido de una base secreta en la isla de Sajal¨ªn para interceptar a un intruso. Minutos m¨¢s tarde, dispar¨® dos misiles aire-aire, con los que estrell¨® contra el mar el vuelo 007 de la Korean Air Lines (KAL), mat¨® a 269 personas y caus¨® lo que Boris Yeltsin llam¨® la mayor tragedia de la guerra fr¨ªa. Pero Osipovich, un comunista convencido, insiste en que el aparato realizaba una misi¨®n esp¨ªa y que no hab¨ªa civiles a bordo.
El teniente coronel Guennadi Osopovich incluso se considera afortunado por haber ganado cierta celebridad debido al derribo del vuelo 007. Desde la regi¨®n del C¨¢ucaso en la que vive, Osipovich recuerda aquel d¨ªa, y se?ala que despu¨¦s de seguir al avi¨®n no identificado a lo largo de m¨¢s de sesenta millas, decidi¨® aproximarse para poder mirar por s¨ª mismo. "Estaba justo a su lado, a la misma altitud, a 150 o 200 metros de distancia", afirma. Por las luces encendidas y la forma de las ventanas, reconoci¨® que el aparato era un avi¨®n de tipo civil, se?ala. "Vi dos filas de ventanas y me di cuenta de que era un Boeing", dice. "Sab¨ªa que era un avi¨®n civil, pero para mi eso no significaba nada. Es muy f¨¢cil convertir un avi¨®n de tipo civil en uno de uso militar".
Trece a?os despu¨¦s del derribo del 007 de las KAL contin¨²a el debate sobre si la Fuerza ?¨¦rea sovi¨¦tica demostr¨® una temeraria despreocupaci¨®n por la vida humana y la raz¨®n del enorme desv¨ªo de su ruta del avi¨®n surcoreano. En su primera entrevista, el piloto retirado habl¨® sobre algunos de los misterios que a¨²n envuelven el incidente, aunque la pregunta central de por qu¨¦ el avi¨®n -en ruta desde Anchorage (Alaska, EE UU) a Se¨²l (Corea del Sur) se desvi¨® tanto sigue a¨²n debati¨¦ndose.
Una de sus pocas quejas es que las autoridades sovi¨¦ticas le pagaron por derribar el avi¨®n un bono menor de lo que esperaba: 200 rublos, algo menos de lo que cuesta el sello de una carta. El oficial de tierra que primero detect¨® el avi¨®n en su radar recibi¨® un bono de 400 rublos, dice Osipovich. "Aquellos que tomaron parte en la operaci¨®n recibieron el doble de su paga mensual. Entonces mi sueldo era de 230 rublos; por tanto, esperaba que me hubieran pagado al menos 400 rublos".
Durante a?os, los expertos han dudado sobre si el piloto sovi¨¦tico sab¨ªa que estaba derribando un avi¨®n civil o si hab¨ªa confundido al B-747 con el RC- 135, un avi¨®n militar de reconocimiento norteamericano. El teniente coronel Osipovich dice, sin embargo, que no tuvo la m¨¢s m¨ªnima duda de que se trataba de un avi¨®n civil y no de un RC-135. Visto a trav¨¦s del prisma de la guerra fr¨ªa, el piloto trat¨® el aparato no como la p¨¦rdida de un avi¨®n comercial, sino como parte de una misi¨®n nefasta contra la patria sovi¨¦tica. Osipovich incluso afirma que, debido a la presi¨®n del momento, no ofreci¨® una descripci¨®n completa del intruso a los controladores de tierra sovi¨¦ticos. "No inform¨¦ a tierra de que se trataba de un avi¨®n del tipo Boeing", se?ala. "Tampoco me lo preguntaron".
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